Alexander Subbotin, foto roscongress.org
La muerte de Alexander Subbotin, quien fue un
alto cargo en el gigante del petróleo ruso Lukoil, se suma a otros misteriosos
decesos de oligarcas rusos ocurridos desde el comienzo de la invasión rusa de
Ucrania, el pasado 24 de febrero de 2022.
El diario británico The Independent recoge la
versión que han dado algunos medios locales: al parecer, Subbotin se encontraba
en el domicilio de un chamán en la ciudad de Mytichtchi, al norte de Moscú, con
la intención de curarse una resaca a base de veneno de sapo.
De momento, las autoridades rusas no han
confirmado ni esta, ni ninguna otra versión de la inesperada muerte del
empresario Alexander Subbotin. Según el canal Telegram Mash (el mayor canal informativo de Telegram, fundada en 2017 por
periodistas de la revista Life), el chaman “le hizo una incisión en la piel y
le aplicó veneno de sapo. Tras vomitar, Subbotin mejoró aparentemente”. Después
se sintió mal, y el chamán le ayudó a tenderse en el suelo.
Siempre según The independent,
Subbotin y el chamán se conocían desde hacía mucho tiempo, y no era la primera
vez que el oligarca recurría a este tipo de remedio. La agencia oficial rusa
TASS asegura que el oligarca fue víctima de una crisis cardiaca, y también
corrobora que se encontraba en un estado de intoxicación alcohólica.
La muerte de Alexanbder
Subbotin en circunstancias tan misteriosas como las descritas se suma a las de
otros altos responsables del sector de la energía rusa. Desde enero de 2022 han
sido seis los oligarcas rusos que se han suicidado, en diversas y extrañas
circunstancias, despertando la sospecha de que pudiera tratarse de asesinatos
disfrazados de suicidios. Según el canal France 24, los seis tenían algún tipo
de relación con Gazprom, el gigante del gas ruso. “En todos los casos –ha escrito
Grzegorz Kuczyński, director del programa Eurasia del
Instituto de Varsovia, en un artículo publicado en la revista Fortune- se ha
extendido la sospecha de que esas muertes podrían haberse camuflado como
suicidios. Pero, ¿quién lo ha hecho y por qué?”
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