jueves, 26 de noviembre de 2015

Adios definitivo a Katniss y Peeta

Los juegos del hambre. Sinsajo-Parte 2


Ya está, ya se ha terminado. Otra saga para adolescentes del siglo XXI que pone punto final, quizá porque Suzane Collins, la autora de los libros sobre la dictadura de Panem -que mira tú qué utopía, un futuro que podría haber diseñado Pinochet- se ha cansado de imaginar maldades y ha llegado a la conclusión de que la cuerda ya no puede estirarse más, quizá porque los fans han crecido y la siguiente generación está en otras preocupaciones.

Así que despedida y cierre de Los Juegos del Hambre, superproducción y blockbuster (proyecto cinematográfico de alto presupuesto destinado a conseguir grandes beneficios) que esta vez responde al nada sugerente subtítulo de Sinsajo-Parte 2, dirigida por Francis Lawrence con un reparto de lujo que encabeza Jennifer Lawrence (Oscar a la mejor actriz 2010 por Winter’s Bone) acompañada por algunos de los “nuevos galanes”, como Josh Hutcherson (el bueno de Peeta Mellark de esta historia, Escobar, Viaje al centro de la tierra) y el televisivo australiano Liam Hemsworth, junto a los actores con los que compartió la parte primera: Julianne Moore (Oscar a la mejor actriz 2015 por Still Alice), Donald Sutherland (Casanova, Novecento, La mejor oferta), Mahershala Ali (Predators), Natalie Dormer, Wes Chatham, Elden Henson, Evan Ross y Philip Seymour Hoffman (suicidado pocos días antes de finalizar el rodaje, Oscar 2006 al mejor actor por Truman Capote).

En esta última oportunidad de hacer la revolución en Panem, sumido en una guerra a gran escala, Katniss (Jennifer Lawrence) comprende que no solo debe salvarse ella, sino también el futuro del país, lo que le lleva a enfrentarse por última vez con el Presidente Snow (Sutherland); acompañada por sus mejores amigos (Hemsworth, Hutcherson…) emprende una misión con la unidad del Distrito 13, en la que arriesgan sus vidas más que en ninguno de los anteriores Juegos del hambre. Los insurgentes marchan sobre el Capitolio, sede del poder omnímodo neofascista, donde se atrinchera el tirano Snow; los rebeldes, a las órdenes de una Julianne Moore con melena gris, resultan tan cínicos y manipuladores como sus enemigos. Katniss y sus amigos son la última esperanza. De alguna manera, un intento de dejar constancia de la desilusión política de estos últimos tiempos, que coinciden con la despedida de tan especiales luchadores en los coliseos del Hambre.

Un final épico a sangre y fuego para cerrar la saga en una tercera franquicia, a la que quizá sobran algunos minutos. Construida como un juego de vídeo, los héroes van superando una serie de etapas (niveles): ataques de mutantes, tsunami mortal de lodo en las calles, tiroteos, cascadas, explosiones… Todo heroísmo y proezas visuales en una película que pese a ser “decepcionante como las anteriores, y cada vez más a medida que pasa el tiempo, nunca deja de interesar totalmente”, a pesar de que los actores no parecen encontrar suficiente motivación para centrarse en sus personajes, con la notable excepción de Donald Sutherland, grandioso en su patetismo, y en esa última carcajada sanguinolenta ante el caos que acompaña su final. Insuficiente, sin embargo para mejorar lo que en fin de cuentas no es más que un producto comercial muy discutible.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Nadie quiere la noche, la aventurade Juliette Binoche en el Artico


Inspirada en hechos reales, Nadie quiere la noche, dirigida por la catalana Isabel Coixet y protagonizada por la francesa Juliette Binoche –Espiga de Honor en la última Seminci de Valladolid- es la historia de una mujer estadounidense que viajó al círculo polar canadiense siguiendo los pasos a un marido explorador y aventurero, uno de esos tipos tan explotados por el romanticismo, al parecer no infrecuentes a caballo entre los siglos XIX y XX, el mismo tiempo en que los ingleses viajaban al norte de Africa en busca de emociones y sus mujeres descubrían la toscana italiana, y otros tipos de emociones también.

Basada en el libro escrito por la propia Josephine Peary, una mujer orgullosa y valiente esposa del explorador polar Robert Peary, se centra en el momento en que, después de meses sin noticias, decide partir hacia Groenlandia para reunirse con el hombre que prefiere la crudeza del clima extremo al confort de una vida burguesa en Nueva York. Cuando finalmente llega al último reducto abandonado por la expedición, que ha continuado adelante en su intento de plantar las barras y estrellas en el último punto de la tierra, y cuando están comenzando los meses de la noche perpetua del invierno glaciar, Josephine descubre que en el campamento ha quedado un único habitante, una mujer lapona, mucho más joven que ella llamada Allaka, embarazada y que también espera el regreso de Robert…

Después de la encantadora Aprendiendo a conducir, una espléndida y modesta película centrada en un barrio de Nueva York, rodada con pocos medios y estrenada en 2014, Isabel Coixet inauguró la Berlinale de 2015 con Nadie quiere la noche, ambiciosa producción de impresionantes paisajes nevados y montañas inalcanzables en la que su protagonista –la mujer de clase alta que llega al círculo polar cargada con un pesado y lujoso equipaje que incluye joyas, pieles, vajilla y hasta vinos de añadas especiales- no solo conocerá el polo norte sino que entrará en contacto con otra realidad, hasta entonces ignorada, que afecta a su acomodada vida de pareja y que incluye la presencia de otros seres, procedentes de una civilización muy diferente lo que supone el enfrentamiento de dos maneras de concebir la vida y de entender la relación con la naturaleza.

Es la narración de un viaje, tan físico como emocional, que comparten dos mujeres unidas por el dolor, la desesperación, la ternura y sobre todo el frío. Una película que emociona a ratos pero no consigue convencer, hay muchas cosas en ella que suenan tan falsas, como huecas.

El quechua que hablamos cada día


El quechua, la lengua del imperio Inca, lleva cerca de 500 años en contacto con el castellano (la lengua del imperio español), por lo que resulta lógico que ambos idiomas hayan intercambiado influencias, escribe Juan Arellano en el digital internacional Global Voices , aunque es algo que se ignora normalmente.

Además de palabras que nombran animales o productos agrícolas procedentes de Perú, y que se han incorporado al castellano con ligeras modificaciones -como llama, guanaco o vicuña, y papa, quinoa, palta o lúcuma- hay también otras palabras de las que ni remotamente pensaríamos en su origen quechua.

El autor del artículo ha elaborado una lista, no exhaustiva, para empezar:

1 – Cancha. Procede del quechua Kancha y en toda América latina se usa para designar el espacio en que se celebra un partido de fútbol. También su usa el diminutivo canchita.

2 – Poncho. Para esta palabra, que se utiliza en medio mundo, la Real Academia Española no reconoce su origen quechua. Sin embargo, el vocablo Punchu tiene el mismo significado. Además, existe una expresión usada en varios países sudamericanos: “No dejarse pisar el poncho” (no dejarse humillar).

Plus, it's impossible to be unhappy in a poncho… http://t.co/bk2c4aWUgNpic.twitter.com/PWVoUHkuBa

3 – Cura. Palabra usada comúnmente en castellano para designar a un sacerdote católico tiene su origen en el quechua Kuraka o Kuraq, término que designa al jefe de una comunidad en el imperio inca. La expresión “hijo de cura”, considerada como un insulto porque se refiere a un bastardo, se utiliza en algunos lugares de forma sarcástica para referirse a personas que “han trepado”.

El cura del fin del mundo: da misa en la Antártida http://t.co/RIlXfkw583pic.twitter.com/Rizt93JhEi

4 – Gaucho. En prácticamente todo el mundo se dice gaucho para referirse al vaquero de las pampas argentinas, y se considera una palabra original de ese país. Sin embargo, su origen más probable está en la palabra quechua Wakcha, que significa huérfano (idéntico origen para el término peruano “huacho”, que significa solitario. En Chile se dice Huasso para referirse a un vaquero).


5 – Morocho. Del quechua Muruch’u, se refiere a una variedad de grano de maíz muy duro, pero el sentido que tiene popularmente es el de “persona de piel oscura”, aunque en algunos países se usa para personas de piel blanca y cabellos negros. Por extensión de aplica también a los animales de piel negra. En Ecuador, el “morocho” es una bebida muy espesa.

#ComoCuesta entender que nadie pregunte por este morocho. ¿Querés conocerlo? Visitanos: http://t.co/2IGnAa30xKpic.twitter.com/JhqxfVmHVL

6 – Chacra. En muchos países sudamericanos se usa la palabra chacra para hablar de una granja o una casa rodeada de campos de cultivo. Procede del quechua Chakra o Chajra, que designa una pequeña parcela de tierra cultivada. En el habla peruana, “chacra” quiere decir que algo está mal hecho.

Intendencia y Fac Veterinaria avanzando en proyecto de Hospital Veterinario en chacra del río Uruguay pic.twitter.com/KE0AXu9quy

7 – Chullo. Elemento de vestir que algunos artistas utilizan para darse un toque exótico. Es de origen peruano y quechua: se deriva del término Ch’ullu, un gorro tradicional de lana de alpaca con orejeras.

#beGood#beyondBeanie When you buy a bB, you make this a better world for children in need. http://t.co/Q3uA7Ls38Opic.twitter.com/FAKqvP3qGb
— beyondBeanieUSRep (@beyondBeanieUS)
March 11, 2015

8 – Carpa. En América Latina y en España, se llama también carpa a una tienda de campaña; también se llama carpa el gran capitel de tela del circo. La palabra quechua original es Karpa.

Carpa informativa ahir a Vallmoll. Bon ambien i bona companyia. #Podempic.twitter.com/ud19PWFSZL
9 – Pucho. Palabra que procede del quechua Puchu, y se utiliza habitualmente para las colillas de los cigarrillos, aunque por extensión en algunos países designa el cigarrillo entero.

10 – Guano. Término usado inicialmente para los excrementos de las aves marinas que se utilizan como abono. Procede del quechua Wanu, y por extensión se usa también para los excrementos de otros animales.

Bat guano carries the fungus Histoplasma capsulatum which can infect the brain making you psychotic. pic.twitter.com/6kgL2yHQG5

martes, 24 de noviembre de 2015

La última lapidación en Afganistán


Imagen del vídeo. Rokhshana tirada en el suelo.
A finales de octubre de 20155, una chica afgana de 19 años fue lapidada en Firozkoh, capital de la provincia de Ghor, tras ser acusada de adulterio, escribe Najiba Madadi en el digital internacional Global Voices. Un escueto vídeo, difundido por Radio Free Europa, muestra a la chica –identificada como Rokhshana- sepultada hasta el cuello, gritando mientras un corro de hombres le tiran piedras al grito de “No existe más dios que Alá”.

“Rokhshana estaba obligada a casarse con un hombre mucho más viejo contra su voluntad, y la han lapidado porque la descubrieron cuando huía con otro hombre”, ha declarado a la cadena Tolo News el jefe de la policía municipal de la provincia de Ghor, General Mustafá, el 25 de octubre una vez sucedida la lapidación. La Gobernadora Provincial Seema Joyenda -una de las dos mujeres afganas gobernadoras-, ha explicado que la familia de Rokhshana quería obligarla a casarse en contra de su voluntad. “El hombre que escapaba con ella ha recibido un castigo menor -100 bastonazos- y ya se encuentra bien. No es el primer caso que sucede en esta provincia, ni será el último”.

La muerte por lapidación de Rokhshana, escribe Najiba Madadi, recuerda un famoso refrán afgano: “La mujer está hecha para la casa o para la tumba”. Un oficial local, Mohammad Zaman Azimi, ha responsabilizado de su muerte a los talibanes que controlan el pueblo en que se produjo la lapidación, y el periódico local 8am ha escrito que la orden de lapidación partió del religioso Mullah Yosuf, hermano del hombre que había rechazado la víctima.

Según la investigación efectuada por 8am, Rokhshana era una chica guapa que solo tenía estudios medios. Era la segunda vez que se escapaba de casa tras rechazar un matrimonio arreglado por su familia. La primera vez huyó con un chico que le gustaba pocos meses antes de casarse con un hombre adinerado del pueblo. Finalmente, tuvo que regresar porque la familia del hombre rechazado había amenazado a la suya; para entonces el tipo ya no estaba interesado en ella y se casó con su hermana.

Ahora, un hombre de 55 años había ofrecido una cantidad importante de dinero al padre de Rokhshana por ella. A pesar de su rechazo, y de la amenaza de escapar de nuevo, el padre aceptó la propuesta y la chica llevó a cabo su amenaza escapando con Gul Mohammad, hijo de un hombre con poder en el pueblo.

El vídeo de la lapidación, que dura dos minutos, llegó a la emisora a través del teléfono móvil de un testigo ocular y ha provocado una oleada de indignación y críticas en las redes sociales, tanto contra la indiferencia política como contra el integrismo religioso.

“La horrible noticia de la lapidación de Rokhshana ha coincidido con el éxito de Maryam Monsef, refugiada afgana en Canadá, que acaba de ser elegida Ministro de la Institucion Democrática en el gobierno del joven Primer Ministro Justin Trudeau. Los internautas han comparado las vidas de las dos mujeres afganas”.

El código penal afgano no establece ninguna pena para la lapidación; por el contrario, en 2013 algunos parlamentarios extremistas presentaron una moción para legitimarla, que fue rechazad por el presidente de entonces, Hamid Karzai, quien propuso sustituirla por “detención prolongada” para castigar el adulterio. You useless politicians just keep talking as always. Shame on you all.


EWl código penal afgano

El código penal afganoHow on earth can someone pick up a stone and throw it at a woman half buried in the ground? How can you live with yourself after doing that?.