domingo, 27 de septiembre de 2020

Un auténtico James Bond espiaba en Polonia en los años 1960


Se llamaba Bond. James Albert Bond. El Instituto polaco de la Memoria Nacional (IPN) ha desempolvado la ficha de un agente secreto británico con ese nombre que fue enviado a Polonia en 1964 ”para espiar a los comunistas”, justo  dos años después de que se estrenara la primera película de la saga de James Bond, el célebre personaje creado por el escritor y ex espía Ian Fleming.

 

La misma fuente ha informado que solo permaneció un año en el país, hasta el 21 de enero de 196. “Era un agente de bajo nivel con un nombre muy mediático” y al parecer sus servicios no fueron todo lo eficientes que se esperaba.

 

Según el servicio de contraespionaje polaco, que siguió atentamente sus pasos por la capital, James Albert Bond, nacido en 1928,  llegó a Varsovia el 18 de febrero de  1964 oficialmente como encargado del archivo de la Embajada británica. Si bien, lo mismo que su famoso homólogo, parecía “muy interesado por las mujeres”, tuvo siempre un comportamiento “prudente” en sus contactos con ciudadanos polacos. Lo más destacable de su  trabajo como espía fue, al parecer, un intento de acceder a finales de 1964 a las instalaciones militares de Bialystok y Olsztyn, en el este del país, cerca de la frontera con la Unión Soviética.

En cuanto al James Bond de la ficción, su creador Ian Fleming siempre ha mantenido que debe el nombre a un ornitólogo estadounidense, autor de un libro sobre los pájaros del Caribe.

 

jueves, 24 de septiembre de 2020

Juliette Greco, a quien tanto quisimos

“No hay un después” (Libération/

Juliette Gréco en 1966

“Sous le ciel de Paris”, « Paris canaille », “ Les feuilles mortes”, « J’arrive », « Jolie môme »…Juliette Greco, cantante y actriz, musa del existencialismo del Saint-Germain-des-Près de la posguerra, irrepetible intérprete de Vian, Brel, Gainsbourg, Veloso o Ferré, ha muerto el miércoles 23 de septiembre de 2020, a los 93 años.

La “dama de negro” de la chanson, “Greco, rosa negra de los patios/ de la escuela de los niños que no son sabios », en el retrato con palabras del escritor Raymond Queneau. Un rostro intrigante de pómulos altos y ojos subrayados de negro. Cabellos oscuros –a veces flequillo, a veces no- y manos blancas que iluminaban el escenario.  

Juliette Gréco nació el 7 de febrero de 1927 en Montpellier, hija de un corso comisario  de policía y de una mujer “visceralmente de izquierdas”. Junto a su hermana mayor, Charlotte, creció en casa de los abuelos en Burdeos, tras la separación de sus padres. “Tuvo una infancia melancólica”, quiso ser bailarina y dio los primeros pasos en el cuerpo de las “ratitas” de la Opera de París. Con la declaración de la guerra la familia se refugia en una propiedad que tienen en Dordogne donde la madre ingresa en la Resistencia. En 1943 deportan a su madre y a su hermana, a ella la encarcelan en la prisión de Fresnes durante poco más de una semana: sale en libertad porque solo tiene 16 años-. Lo contaba en la autobiografía –“Jujube”- que publicó en 1983.

Acabada la guerra y con menos de 20 años, Juliette Greco se traslada al Paris bohemio  de los intelectuales y artistas de Saint-Germain-des-Prèss y comienza a cantar en el mítico cabaret « Le Tabou ». Frecuenta a Jean-Paul Sartre y su inseparable Simone de Beauvoir, Marguerite Duras, Albert Camus, Maurice Merleau-Ponty y hasta Miles Davis, con quien vivió una historia de amor. Comparte con su hermana Charlotte, regresada del campo de concentración en 1945 (la madre ingresa en la marina y parte para Indochina) la habitación de un modesto hotel; después Charlotte se casa. Juliette consigue algunos papeles en obras teatrales e inicia una carrera cinematográfica interpretando personajes secundarios en “En el reino de los cielos” de Julien Duvivier, “Orfeo” de Jean Cocteau y “Elena y los hombres” de Jean Renoir.

En el Hotel La Louisiane de la rue de Seine (que al día de hoy continúa ofreciendo los mejores precios de todo el barrio) conoce al director Michel de Ré quien le da un papel en la obra « Víctor ou less enfants au pouvoir ». Ese hotel, en el que también vivió un tiempo Marguerite Duras, y donde las puertas de las habitaciones permanecían abiertas y funcionaba la solidaridad,  era el punto de llegada de todos los músicos de jazz procedentes de Estados Unidos. Allí fue donde coincidieron Juliette Gréco y Miles Davis.

Raymond Queneau y Jean-Paul Sartre le escriben los primeros éxitos - "Si tu t'imagines..." y "La Rue des Blancs-Manteaux"- que interpreta con su voz ronca, inigualable. Con el tiempo amplia el repertorio con poemas y canciones de Boris Vian, Jacques Prevert, Charles Aznavour …Su primer álbum – « Je suis comme je suis » (soy como soy)-, con canciones escritas por Jacques Prévert y Joseph Kosma, se publica en 1951.  La interpretación de « Jolie môme », en el Olympia parisino, en 1954, la consagra definitivamente como cantante.

Escucha la llamada de Hollywood y viaja en 1957 para interpretar “El sol sale también”; durante el rodaje inicia una relación con el productor Darryl F. Zanuck. Con él interpreta papeles de mujeres « objeto de deseo » en películas como « Las raíces del cielo » de John Huston, junto a Errol Flynn y Orson Welles ; con éste volverá a coincidir en “Drama en el espejo” de Richard Fleischer. Pero Zanuck resulta ser un amante posesivo, que llega al punto de contratar detectives para vigilarla, y Juliette Greco hace las maletas, regresa a París y en 1958 aparece en la adaptación que Otto Preminger hace de la novela “Bonjour tristesse”, de Françoise Sagan, cantando la canción del mismo nombre.

En los años ’60 interpreta a los grandes de entonces : Jacques Brel, Serge Gainsbourg, Brassens, Ferré… “Conocí –decía- a la gente más maravillosa que había”. “La javanaise”, “La chanson des vieux amants”… Conoce al actor Michel Piccoli, se casan y pasan diez años juntos (Su primer marido, el  actor Philip Lemaire, fue el padre de su única hija, Laurence, fallecida en 2016). Aunque el cine parece haber pasado a un segundo plano, continúa haciendo apariciones en algunos largometrajes, como en “La cabaña del Tío Tom” de Geza von Radvany, y en telenovelas, como el papel de fantasma en “Belphégor”, folletín en cuatro episodios dirigido por Claude Barma. En 2001 hace una aparición relámpago en el remake, esta vez en el cine, “Belphégor, el fantasma del Louvre”, realizado por Jeabn-Paul Salomé con Sophie Marceau de protagonista.

En las décadas de 1970 y 1980, Juliette Gréco efectúa varias giras mundiales acompañada al piano por su tercer marido y último amor, Gérard Jouannest (fallecido en 2016), quien había sido amigo, pianista y letrista de Jacques Brel; son suyos los versos de la canción de culto “Ne me quitte pas” que siguen incluyendo en su repertorio todos los nuevos valores de la chanson: "Je ferai un domaine. Où l'amour sera roi, où l'amour sera loi. Où tu seras reine". Hay quien cree que es una canción que da suerte.

En 1984 Juliette Gréco recibe la Legión de Honor. Vuelve al Olympia dos veces más, en 1993 y en 2004. En la ceremonia de las Victorias de la música de 2007 recibe una « Victoria de Honor » por el conjunto de su carrera. Mientras tanto, comienza a interpretar composiciones de los cantautores más jóvenes como Abd Al Malick, Benjamin Biolay y Olivia Ruiz. En 2010 regresa al cine para hablar de ella misma en el documental « Je suis comme je suis », que dirige Brigitte Huault-Delannoy : « Tengo hambre de todo lo que no sé. Hay un montón de cosas que me he perdido… -dice- me iré con hambre, no me iré saciada”.

En 2012 publica el álbum « Ça se traverse », un himno «a los puentes de París, los de los poetas y los jóvenes con prisa, los puentes de los enamorados y de los suicidas », canciones a dúo con  Melody Gardot, Marc Lavoine y Féfé. En 2013 dedica un álbum a Jacques Brel

En la primavera de 2015 inicia una última « gira de adiós », durante la cual celebra su 89 cumpleaños, el 7 de febrero de 2016, en el escenario del Théâtre de la Ville de París, el mismo escenario donde, en 1968, alcanzó un éxito resonante con la canción "Déshabillez-moi" (Desnúdame).

 

 

"Song to Song", a pesar de lo que nos dijeron el amor no dura para siempre

 Yo creía que podíamos vivir de revolcones, de beso en beso, de canción en canción…”


“Song to Song”, protagonizada por Rooney Mara, Ryan Gosling, Michael Fassbender y Natalie Portman, y dirigida por Terrence Malik (“El árbol de la vida”, “Knight of Cups”) es una historia “de amor, obsesión y traición”, con la música como telón de fondo –los protagonistas van de una canción a otra-  en la que el espectador se ve sorprendido por los salpicados cameos de unas cuantas figuras emblemáticas del rock y el indie como, entre otros,  Patti Smith, dividida entre la existencia y el amor, Iggy Pop descansando en el camerino, Florence Welch, Flea o Lykke li.

Paisajes impresionantes y las habituales píldoras filosóficas de Terrence Malick en su novena película, un drama para milenials estrenado en 2017 que quiere ser romántico, en el « estilo elegíaco » a que nos tiene acostumbrados el realizador en esta especie de segunda etapa de su carrera de cineasta (plasmada en una serie de historias que se suceden desde “El árbol de la vida” y que parece se alimentan unas a otras: “Knight of Cups”, “Voyage of Time”… casi da igual el orden en que se vean, no altera el producto).

Amores difuntos y un montaje vertiginoso  en una auténtica tragedia sobre la visceral y  desordenada vida de músicos, cantantes y productores;  personajes que componen un mosaico de estados de ánimo y una oda melancólica mientras pasean por lujosos apartamentos, casas y paisajes vacacionales que, en conjunto, acaban por parecerse a una aburrida revista de decoración (no es mía la frase), por cuyas páginas desfilan   mujeres (Rooney Mara, Natalie Portman, Bérenice Marlohe, Cate Blanchett) y hombres (Michael Fassbender, Ryan Gosling) “cinco estrellas”, endiabladamente hermosos, presas de algo que oscila entre la ansiedad y la insatisfacción.

 

Con el público y la crítica divididos entre quienes creen que ha iniciado su declive artístico y quienes siguen adorándole, el realizador Terrence Malick continúa su saga de películas, yo creo que excesivamente formales,  centradas en una radicalidad que escribe su poesía con las imágenes más que con el relato. En este caso el poema, en bucle, habla de infelicidad, de provisionalidad, de indiferencia, de puras sensaciones

 

La entrega de los premios Nobel 2020 se hará en una ceremonia virtual

 

Medalla del Premio Nobel

Por primera vez desde la Segunda Guerra mundial, las ceremonias de entrega de los premios Nobel 2020, lo mismo que la del Nobel de la Paz, previstas para el próximo 10 de diciembre en Estocolmo y Oslo respectivamente, han sido anuladas a causa de la pandemia.

 

“Haremos llegar las medallas y los diplomas a los galardonados de forma segura, en sus respectivos países, muy probablemente a través de sus universidades o  de nuestras embajadas  en una ceremonia virtual”, ha explicado la Fundación Nobel en un comunicado, que podrá seguirse por televisión.  El Premio Nobel consiste en un diploma, una medalla de oro y nueve millones de coronas suecas (unos 865.000 euros).

Los premios Nobel tradicionalmente se entregan, desde 1901, en una ceremonia de gala presidida por el monarca sueco, en Estocolmo, el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de Alfred Nobel, el creador de los premios que van a parar a personalidades de la Medicina, la Química, la Física, la Literatura y, desde 1968, la Economía. El mismo día, en la capital noruega se entrega el Nobel de la Paz, elegido por un comité diferente.  La ceremonia de este año será virtual e incluirá “una invitación personal para el año que viene”, según ha explicado Olav Njolstad, director del Instituto Nobel de Noruega. 

 A pesar de que Suecia era un país neutral, la última vez que se suspendió  la ceremonia fue durante los años 1940,1941 y 1942, cuando los premios no fueron ni elegidos ni entregados; los de 1944 se entregaron de manera retroactiva en 1945.  

 

Barack Obama publica sus memorias

El matrimonio  Obama

El próximo 17 de noviembre de 2020 se pondrá a la venta el primer volumen de las memorias del ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama. “A Promised Land” (Una tierra prometida), que edita Crown, una de las marcas de la editorial Penguin Random House.

 

Historia de su vida y sus dos mandatos presidenciales (2009-2017), con especial atención a los pasos ascendentes en su carrera política, se trata –en palabras del propio Obama, de “un balance honesto”: “No hay un sentimiento mejor que el terminar de escribir un libro y estpy orgulloso de éste- He pasado estos últimos años reflexionando sobre mi presidencia y en el libro creo haber hecho un honesto balance de mi campaña presidencial y de mis mandatos”.

 

En el libro están las personas y los acontecimientos esenciales de esa época, las fuerzas políticas, económicas y culturales a las que tuvo que enfrentarse, y también “los errores cometidos”, así como “el viaje personal, con altos y bajos,  que Michelle y yo mismo efectuamos durante nuestra estancia en la Casa Blanca”.

 

A principios de 2017, el demócrata Barack Obama pasó el testigo de la presidencia de Estados Unidos al ultraconservador y xenófobo Donald Trump. Poco después, la pareja Barack-Michelle Obama firmó un contrato con la editorial Crown, para la publicación de varios libros, por la cantidad de 65 millones de dólares. “A promised Land” es el primer volumen de unas memorias que –seguramente no es casualidad- se va a publicar apenas dos semanas después de la elección presidencial, prevista para el próximo 3 de noviembre, en la que compiten el actual presidente con el candidato demócrata Joe Biden, ex vicepresidente de Barack Obama.

 

Alexei Navalny deja el hospital de Berlín tras pasar un mes ingresado

 

Alexei Navalny

Alexei Navalny, el líder de la oposición rusa que permanecía ingresado en un hospital de Berlín, tras sufrir un envenenamiento por Novitchok, ha recibido el alta en la tarde de este miércoles, 23 de septiembre de 2020, tras permanecer  32 días ingresado. Navalny, de 44 años,  ha publicado en Instagram y Facebook sendas fotografías , en las que se le ve saliendo por su pie del hospital y sentado en un banco de Berlín, y ha dedicado un mensaje de agradecimiento a los doctores del hospital La Caridad que le han estado cuidando.

Sobre este eventual regreso, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov ha dicho que Navalny « es libre, como cualquier ciudadano ruso de hacer lo que quiera en todo momento » según las distintas agencias rusas.  

Navalny podría regresar dentro de unos días a Rusia aunque de momento no es posible porque debe continuar el tratamiento. El mismo lo ha confirmado: « El plan es muy simple, tengo que ver a un fisioterapeuta todos los días. Quizá tenga que ir a un gimnasio de reeducación para tratar una pierna, recuperar completamente el control de mis dedos y aprender a mantener el equilibrio”,  ha escrito en Instagram. El comunicado del hospital recuerda que “las eventuales consecuencias a largo plazo de un envenenamiento grave solo se pueden ir evaluando después de finalizado el tratamiento”.

Navalny se sintió mal y sufrió un desvanecimiento el pasado 20 de agosto en el avión que le trasladaba de Siberia a Moscú, después de participar en un acto de campaña electoral. El avión tuvo que efectuar un aterrizaje de emergencia en la ciudad siberiana de Omsk, donde fue hospitalizado y donde los médicos no apreciaron ninguna señal de envenenamiento, atribuyendo su malestar a algún fallo del metabolismo. En la ciudad de Tomsk, Siberia, Navalny había grabado varios vídeos denunciando la corrupción de las autoridades locales y había apoyado a sus candidatos para las elecciones locales del 13 de septiembre.  

 En un primer tiempo todo parecía indicar que le habían suministrado el veneno en un té que tomó en el aeropuerto de Tomsk pero posteriormente unos laboratorios alemanes encontraron restos de Novitchok –una sustancia tóxica creada durante la guerra fría por el ejército ruso- en unos botellines de agua mineral que personas cercanas a Navlany encontraron en la papelera de la habitación que ocupó en un hotel de la localidad. Los médicos berlineses han dicho en un comunicado que, a juzgar por cómo ha evolucionado hasta ahora, su recuperación podrá ser “completa”.

Según el diario Le Monde, en  una conversación de Vladimir Putin con el presidente francés, Emmanuel Macron, que fue ampliamente reproducida en los medios occidentales, el dirigente ruso apuntó la tesis de que el envenenamiento pudiera ser obra del propio Navalny, El opositor, en el punto de mira del gobierno de Putin y de la inteligencia rusa por sus continuadas denuncias de la corrupción de las élites, respondió a esta teoría en su cuenta de Instagram: Si, eso, yo cocí el Novitchok en mi cocina, metí el contenido en un frasco que me tomé en el avión y me puse en coma. Mi astuto plan consistía en morir en un hospital de Omsk donde en la autopsia habrían escrito “Causa de la muerte: vivió demasiado tiempo”. 

 

 

miércoles, 23 de septiembre de 2020

Archivo Mundial del Ártico: salvar la cultura para la posteridad

Archivo Mundial del Ártico

La isla noruega de Spitzberg, en el archipiélago de Svalbard, donde ya se encuentra la Reserva Mundial de Semillas, contará dentro de poco con una Reserva Mundial de Datos, gracias al proyecto  «Archivo Mundial del Artico », que se ha marcado el objetivo de preservar durante 500 años todos los materiales digitales del mundo: cine, música, literatura y líneas de código, explica el periodista Antoine Hasday en un artículo en Korii, el suplemento de tecnología del digital francés Slate.

Se trata de poner la cultura mundial a salvo de catástrofes naturales o humanas, « y de todo lo que 2020 nos reserve todavía », añade no sin cierta ironía. Detrás del proyecto está la empresa noruega Piql, fundada en 2002 por el ingeniero  Rune Bjerkestrand con el nombre de Cinevation, porque en aquel momento lo que quería era conservar las películas  antiguas. Pero, cuando en 2008 se creó la Reserva Mundial de Semillas de Svalbard, Rune Bjerkestrand  penso que podía hacerse lo mismo con todos nuestros –míos, tuyos, de todos…- datos.

El ingeniero Bjerkestrand instaló su “reserva” en una antigua mina de carbón, cerca de la Reserva Mundial de Semillas, y en 2017 creó Piql, una empresa privada en la que tanto instituciones (gobiernos, museos, empresas) como particulares pueden, previo pago, poner a salvo sus datos. Piql se encarga de digitalizarlos, “luego ‘imprime’ el código binario en una película especial –el PiqlFilm-, en un formato similar a los códigos QR, ésto se enrolla en una bobina (como una película cinematográfica) y se encierra en una caja protectora, la PiqlBox”.

En teoría, las PiqjBox son casi indestructibles, resisten a las pulsaciones electromagnéticas, a las radiaciones nucleares y a una temperatura de hasta 197ºC, lo que garantiza su conservación durante al menos 500 años, aunque el autor del artículo añade que “incluso durante dos mil años y en teoría para siempre”.

El Arctic World Archive puede ser una solución frente a la amenaza de una « edad de tinieblas » digital que provocaría la pérdida de los datos y la imposibilidad « de leer ficheros con formatos obsoletos ». Aunque, y quizá esto sea lo más importante, es posible que la gente que quiera consultar estos archivos  dentro de quinientos o dos mil años no los entienda, o no los considere acertados.  El autor del artículo cita, como ejemplo y sin precisar lo que había, que « el contenido de una « cápsula temporal », cerrada en 1876 y abierta en 1976, fue considerado “poco interesante”.

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lunes, 21 de septiembre de 2020

Aviones llenos que no van a ninguna parte


La compañía aérea de Brunei, un pequeño estado situado en la isla de Borneo (Sudeste asiático), que comparte con Malasia e Indonesia -antiguo protectorado británico, uno de los cinco miembros de la Commonwealt que tiene su propio monarca, el sultán Hassanal Bolkoal- ofrece vuelos que despegan y aterrizan en el aeropuerto internacional del sultanato.

El objetivo es satisfacer las necesidades de personas acostumbradas a efectuar continuos viajes de trabajo, que se han visto privados de ellos a causa de la pandemia que restringe la entrada de extranjeros en muchos de los países del planeta. Es una información del digital francés Slate, que cita al canal estadounidense CNN.

Como el virus ha afectado poco al cerca de medio millón de habitante de Brunei, en esos extraños vuelos solo lleva mascarilla la tripulación, los pasajeros no están obligados a ponérsela. Para la compañía aérea, estos vuelos son una forma de seguir manteniendo la actividad ofreciendo a sus clientes “una experiencia nueva y satisfactoria” que, naturalmente, no todos pueden permitirse.

Pero la compañía de Brunei no es la única que ofrece este tipo de vuelos, también se pueden conseguir en las agencias de viajes de Taiwan, Japón y Australia, promocionados como  “vuelos panorámicos” o “vuelos a ninguna parte” e incluso, para hacerlos más atractivos, como  “dine and fly” (come y vuela),  para “volar y comer disfrutando de la belleza de las costas”

El periódico francés asegura que el pasado 15 de septiembre de 2020, la compañía de bajo coste australiana Qantas vendió en 10 minutos toda su oferta de  « vuelos a ninguna parte » de siete horas de duración en torno a Australia, por un precio de entre 500 y 2.300 euros, dependiendo de si se trataba de la tarifa económica o la premiun. Qantas también ofrece vuelos a la Antártida, que “no aterrizan pero permiten sobrevolar y admirar los glaciares”. En Taiwan, la compañía EVA agotó en minutos las 300 plazas de su vuelo “A380 Hello Kitty”, que tampoco iba a ninguna parte.

 

Al parecer, las redes sociales de los países donde existe esta oferta de vuelos están llenas de críticas que recuerdan que el avión es uno de los medios de transporte más contaminantes. Un ejemplo es el tuit de una tal Léa Antigny (@leaantigny): « Impaciente por contar a mis hijos que un día utilicé esta oportunidad de contribuir a empeorar el cambio climático” (excited to tell my kids one day we used this opportunity to actually make climate change worse).

 

 

Emy Awards 2020: la serie "Schitt's Creek" arrasa en una ceremonia “a domicilio”


 Sin alfombra roja, en el Microsoft Theater de Los Angeles vacío, y en una ceremonia virtual transmitida por el canal estadounidense ABC -para la que se han desplazado 130 cámaras a los domicilios de los nominados- la 72 ceremonia de los Premios Emy, presentada por el cómico Jimmy Kimmel el domingo 20 de septiembre de 2020 (madrugada en España), ha concedido a la serie canadiense “Schitt’s Creek” todos galardones  (equivalentes a los Oscar de la televisión) de la categoría “comedia”. 

 

“Schitt’s Creek”, de la que se está emitiendo la sexta y última temporada, ha conseguido el premio a la mejor serie cómica y sus cuatro protagonistas premios individuales: Eugene Levy  el de Mejor Actor en una serie de comedia; Catherine O’Hara Mejor Actriz y Daniel Levy y Annie Murphy los de mejores secundarios. Daniel Levy, que también es el realizador, ha conseguido además el Emy al Mejor Guión.

 

Comedia canadiense sobre una familia  venida a menos y obligada a vivir en un destartalado motel de la ciudad que da título a la serie, sus cuatro primeras temporadas apenas tuvieron eco pero se convirtió en un éxito mundial cuando la compró Netflix. Al contrario que los demás premiados -todos conectados y rivalizando en modelos de pijamas, según el infinito número de chistes que han circulado sobre la ceremonia en tiempos de pandemia-, el equipo de “Schitt’s Creek” estaba reunido en una fiesta privada en Toronto, después de que todos dieran negativo en la prueba del Covid-19.

 

 « Watchmen », que trata los temas del racismo y la violencia policial que en los últimos meses ocupan las portadas de la prensa estadounidense y  que partía como favorita con 26 nominaciones, se ha llevado el Emy a la mejor mini-serie. El equipo  ha dedicado el premio a las víctimas de la masacre racial de 1921 en Tulsa, Oklahoma, episodio central de la serie producida por la plataforma HBO que recuerda el asesinato de al menos 300 habitantes negros de un barrio de la ciudad, llevado a cabo por blancos con la complicidad de las autoridades locales. En su intervención de agradecimiento, la protagonista principal de la serie, Regina King, quien lucía una camiseta con la imagen de Breonna Taylor - afroamericana de 26 años muerta por disparos de la policía el 12 de marzo de 2020 en Louisville, Kentucky, y uno de los símbolos del movimiento  “Black Lives Matter”- pidió a los telespectadores que no dejen de votar en la elección presidencial del próximo 3 de noviembre.

El resto del palmarés de los premios Emy de este año son:

Mejor serie dramática: “Succession”

Mejor actriz de serie dramática: Zendaya en “Euphoria

Mejor actor de serie dramática: Jeremy Strong  en “Succession

Mejor actor de mini-serie: Mark Ruffalo  en “I Know This Much Is True”

Mejor secundario en serie dramática: Billy Crudup  en “The Morning Show”

Mejor secundaria  en serie dramática: Julia Garner  en “Ozark”

Mejor secundaria de mini-serie: Uzo Aduba  en “Mrs. America”

Mejor secundario de mini-série: Yahya Abdul-Mateen II  en “Watchmen″.

Otros premios subsidiarios, como los relativos a los logros técnicos o a los cameos por ejemplo, se conceden en la semana anterior  a la gran ceremonia. La anécdota de  esta edición tuvo lugar  el sábado 19: cuando se daba a conocer el Emy al mejo actor invitado, la voz en off  de un vídeo anunció  el nombre de Jason Bateman en lugar del auténtico vencedor que es Ron Cephas Jones, por su papel en “This is Us”. Tras un corte publicitario, un cartel anunció que se había cometido un error, reparado a los pocos minutos con otro cartel. A notar que su hija, Jasmine Cephas Jones, también ha sido premiada por una corta aparición en la serie dramática  “#Free Rayshawn”.

 

 

domingo, 20 de septiembre de 2020

Jimi Hendrix, 50 aniversario

 


La carrera discográfica de Jimi Hendrix, el afroamericano al que todavía nadie ha conseguido apear del sitial de mejor guitarrista de rock,  duró cinco años y cuatro álbumes. Su vida, 27 (noviembre 1942-septiembre 1970), la cifra mágica. También tenían 27 años cuando desaparecieron el guitarrista Robert Johnson (el Rey del blues del Delta), el fundador de los Rolling Stones Brian Jones, Janis Joplin, la mejor en el blues blanco, Jim Morrison (el « rey Lagarto »), cantante del grupo The Doors, Kurt Kobain, cantante, guitarrista y compositor de Nirvana, y Amy Winehouse.   Todos forman parte del “club de los 27”, todos fueron “los cadáveres exquisitos” de su tiempo.

Los que he citado son, digamos, los más cercanos para una generación como la mía que ya va de salida. Por absurdo que parezca imaginarlo a Hendrix, lo mismo que a Morrison, Jones y Joplin, les faltaría poco par cumplir 80 años; lo mismo que les falta a quienes entonces eran sus colegas, Mick Jagger y Keith Richards, las almas de los Rolling Stones que todavía siguen en activo.

Pero al “club de los 27” pertenecen, de pleno derecho, muchos otros músicos empezando por el compositor brasileño Alexandre Levy, y siguiendo con el virtuoso del ragtime Louis Chavin, el pianista de blues y jazz Nat Jaffe, el saxofonista Bob Gordon, el cantante de boleros Cheíto González; Alan Wilson, fundador del grupo Canned Heat, Ronald “Pigpern” McKernan, uno de los fundadores de la banda psicodélica Grateful Dead, la cantante Cecilia y un bastante largo etcétera.

 Este 18 de septiembre de 2020 se han cumplido cincuenta años de la muerte de Jimi Hendrix, el guitarrista zurdo que invertía el orden de las cuerdas porque tocaba en una guitarra para diestros, que a comienzos de la década de 1960 comenzó a tocar en grupos de  rhythm’n’blues y a acompañar a los artistas punteros de la época como  Ike Turner, Little Richard, Wilson Pickett, Jackie Wilson, o Sam Cooke. En 1965 formó su primer grupo con el nombre de Jimmy James et The Blue Flames, con el que recorrió los clubs neoyorquinos como el  Café Wha?, donde le descubrió Chas Chandler, ex bajista del grupo The Animals que se había convertido en productor y que, en septiembre de 1966, se lo llevó a Londres para que grabara su primer álbum.

En Londres Jimi formó el grupo The Experience, con Mit Mitvhell a la batería y Noel Redding al bajo,  que hizo su debut en octubre, en el Olympia parisino, como telonero del cantante Johnny Hallyday. Poco después editó su primer single, “Hey Joe”; el segundo, otro clásico, “Purple Haze”, y  pocas semanas después el álbum “Are You Experienced”, que durante semanas ocupó el segundo lugar en las listas británicas, detrás del “Sergent Pepper Lonely Hearts Club Band” de los Beatles.

En junio de 1967 la banda de Hendrix se presentó en Estados Unidos, en el Monterey Pop Festival, logrando un éxito atronador. Después  un segundo álbum, “Axis: Bold as Love”, y un tercero –« Lectric Ladyland”- cuya grabación se prolongó durante varios, publicado en 1968 cuando ya los miembros del grupo consumían grandes cantidades de droga. La carátula, con una fotografía de mujeres desnudas, fue censurada.

En agosto de 1969 Hendrix triunfó en  Woodstock con, entre otras, una versión del himno  de estados Unidos  « The Star-Spangled Banner » que sigue siendo histórica.  

En enero de 1970 Jimi Hendrix con  Buddy Miles y Billy Cox, graban un concierto con el nombre de Band of Gypsys. De nuevo con Mitchell y Cox actúa en el Centro Comunitario de Berkeley, en el Festival de la Isla de Wight y en Fehrman, en Alemania.  Y el 18 de septiembre de ese año Jimi Hendrix, quien “cambió radicalmente la manera de concebir el lugar de la guitarra en un grupo de rock”  (Belkacem Bahiouli, Rolling Stone), admirador de Bob Dylan y de los Beatles,  aparece muerto en el apartamento de su novia.

 

La suya es una muerte estúpida provocada por un exceso de barbitúricos. “La guitarra forma parte de él », había escrito el músico Mark Knopfler, fundador con su hermano en 1977 del grupo Dire Straits,   entonces periodista, en el  Yorkshire Evening Post. Fue “un alquimista del sonido” con una Stratocaster, la guitarra eléctrica del sonido cristalino por excelencia… jamás una guitarra había sonado así antes de él”,  (Jean-François Convert, France télévisions)

 

 

Freedom, una ciudad nueva y segura para ciudadanos negros


En Estados Unidos, tras las repetidas agresiones de policías a negros que hace unas semanas culminaron con la muerte por asfixia de George Floyd –convertido en símbolo de la reiterada violencia de una policía racista y odiosa, sobre todo en algunos estados, que ha dado lugar  al movimiento Black Lives Matter que está protagonizando decenas de manifestaciones de protesta y que sigue sumando para su causa a deportistas de distintas especialidades, del fútbol al patinaje artístico-, las afroamericanas Ashley Scott y Renee Walters, dos mujeres del estado de Georgia,  han tomado la iniciativa de reunir familias que quieran, como ellas, vivir en una ciudad nueva y segura, según la información difundida por el canal CNN (https://twitter.com/CNN/status/1304861241379377155).

 “Las dos tenemos maridos e hijos negros –ha dicho la señora Walters- Yo empiezo sentir ansiedad cada vez que mi marido sale de casa para ir a trabajar”.”

 Bautizaron el  proyecto como “Ensemble” (Juntos) y de entrada consiguieron que se sumaran a la iniciativa diecinueve familias. La idea era reunir el dinero necesario para comprar un terreno en el que levantar un pueblo. Finalmente, en el mes de agosto pasado compraron una parcela de 40 hectáreas en el condado de Wilkison destinada a convertirse en el futuro en Freedom, un ciudad completamente nueva en el estado de Georgia, y sobre todo segura para residentes negros. Lo primero de todo va a ser la creación de un lago artificial, inmediatamente  después darán comienzo las obras y si todo sale como está previsto, dentro de unos meses podrán empezar a instalarse los habitantes.

 

La ciudad será “pro-black” pero  también aceptará personas que no sean negras. En palabras de sus dos promotoras iniciales “no es un proyecto para excluir, sino para vivir juntos y en paz, en una comunidad tolerante y diversificada”

 

 

sábado, 19 de septiembre de 2020

Ai Weiwei: película sobre Wuhan y libro sobre los refugiados


El multifacético y comprometido artista chino Ai Weiwei, disidente y exiliado desde hace cinco años en Europa, primero en Alemania y ahora en el Reino Unido, ha realizado « Coronation », una película que explica « con crudeza la eficacia de la maquinaria china de lucha contra el Covid-19, al precio de una gran deshumanización », de acuerdo con la información publicada en la página web del organismo público  FranceTélevisions. Al mismo tiempo, acaba de publicar un libro, « En la piel de un extranjero » que es un alegato a favor de los refugiados.

 Ai Weiwei, el más internacional de los artistas chinos contemporáneos –pintor, escultor, arquitecto, fotógrafo, creador de videoarte…-, conocido por sus críticas al gobierno chino (que después de encargarle la construcción del Famoso estadio Nido de pájaro, construido para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, le tuvo encarcelado durante cuatro años y no le devolvió el pasaporte hasta 2015), ha explicado que cuando estalló la epidemia en Wuhan sintió la necesidad de dejar constancia de lo que estaba pasando «para la historia» porque no era cosa de que solo se supiera lo que decía «la propaganda del estado».

Para hacerlo echó mano de su agenda de conocidos: “artistas, activistas y otros voluntarios” y una docena de ellos respondieron afirmativamente comprometiéndose a enviarle grabaciones. “Todas las noches –ha explicado- descargábamos lo que nos enviaban”. En las imágenes, un paciente que dice que está curados pero no le dejan salir del hospital,  un obrero que vino a construir un hospital, no tiene dinero y no le dejan volver a su casa, familias que no pueden hacer los rituales para despedir a los difuntos…”Las autoridades chinas han utilizado medios inmensos y han impuesto reglas estrictas. El resultado: individuos aplastados, deshumanizados (…) No hay duda de que China ha dominado esta pandemia devastadora con una eficacia increíble en relación a otros países (…) pero también hay que preguntarse de qué sociedad se trata y que sacrificios han hecho para conseguirlo”

Ai Weiwei espera que su película – que se va a presentar en festivales como Venecia, Toronto y Nueva York, y después se  difundirá en las plataformas de vídeo- aclare “lo que es China”, que define como “una sociedad opaca, autoritaria, de estilo militar”, de la que no sabemos el número real de víctimas ni cuanta gente se encuentra detenida por haberlo denunciado. Lamenta que los dirigentes occidentales estén “tragando” con los valores chinos a cambio de formar parte de su inmenso mercado, que incluye también el terreno cultural (y recuerda que la Disney ha rodado la controvertida película “Mulan” en Xinjiang, cerca de los campos de reeducación donde están confinados entre varios cientos de miles y un millón prisioneros uigures, minoría musulmana reprimida, vigilada y perseguida por el gobierno de Pekín).


En cuanto  al libro « En la piel del extranjero », según la información de la televisión francesa, « mezcla elementos autobiográficos y reflexiones sobre el arte, pero ante todo quiere ser un manifiesto a favor de los hombres, mujeres y niños que sufren » rechazando la distinción entre migrantes económicos y refugiados políticos.  

 Y sabe que qué habla. Ai Weiwei, de 58 años, hijo del intelectual y poeta Ai Qing (1910-1966) denunciado en 1957, durante la revolución cultural, como “enemigo del pueblo” y enviado, junto con su mujer y sus hijos a un campo de trabajo y reeducación en Xinjiang, donde el joven artista vivió hasta los 17 años, es una de las 303 personas –intelectuales, juristas, militantes de los derechos humanos, profesores universitarios disidentes y también algunos pertenecientes al régimen- que el 9 de diciembre de de 2008 firmaron un documento (bautizado como Carta 08 en referencia a la famosa Carta 77 de los disidentes checoeslovacos) cuya publicación se retrasó unos días porque en esa misma fecha se produjo la detención del escritor Liu Xiaobo, uno de los primeros firmantes (posteriormente Premio Nobel de la Paz 2010, fallecido en 2017). En la Carta, las personalidades firmantes reclamaban una auténtica democracia para el país más poblado del mundo, cuyos dirigentes hacen malabarismos entre una férrea política comunista tipo estalinista y su incorporación al mercado global, capitalista y neoliberal, cuyas leyes aceptan sin rechistar.

 Ai estudió cine en Pekín y en 1979 fundó con otros artistas el grupo de vanguardia “Las estrellas”. En 1981 se trasladó a Estados Unidos donde  empezó a hacer arte conceptual, modificando objetos ready-made. En 1993 regresó a China y se instaló en Pekín. A partir de 1994, con el crítico de arte Feng Boyi, creó una colección de publicaciones underground tituladas “Los libros de la bandera roja”, que tuvieron gran influencia en los medios artísticos de Pekín. Después, Ai Weiwei descubre la arquitectura y el diseño. A partir de entonces empieza su declaración de abierta hostilidad hacia las autoridades chinas. Primero fue la exposición “Fuck On” (con la fotografía de su mano con el dedo corazón enhiesto sobre la Puerta de la Paz Celeste, situada en la Plaza de Tiananmen). Una idea que retomaría posteriormente en Estudios de Perspectiva, en los que su ya célebre dedo aparece levantado ante la Casa Blanca, la Torre Eiffel, la catedral de San Marcos de Venecia o la Opera de Sydney…

En “Paisajes Provisionales”, serie de fotos realizadas entre 2002 y 2005, presenta la realidad social y urbana de China, denunciando el “capitalismo anárquico que se desarrolla y las contradicciones de la modernidad. Las callejas del viejo Pekín han desaparecido para dar paso a nuevo edificios, sin respeto de la historia ni de la cultura”.

En 2003 crea el estudio de arquitectura FAKE Design, en el que trabajan 19 personas y donde se desarrollan proyectos como el Yiwu South Riverbank (Xinhua), las nueve Boxes-Taihe Complex (Pekín) o el Restaurante Gowhere, también en la capital.

En 2008 creó un blog en el portal oficial Sina y, tras el terremoto de Sichuán que mató a miles de personas, publicó en él los nombres de todos los niños desaparecidos en el seísmo, denunciando la mala construcción de las escuelas en el país. En 2009, cuando se conmemoraba (clandestinamente, claro) el veinte aniversario de la masacre de Tianamen, publicó un poema titulado “Olvidemos”, donde decía lo que pensaba de la censura, el Tíbet, la policía secreta, los sucesos de Tiananmen…. Las autoridades le cerraron las cuentas online, unos desconocidos le dieron una paliza y un grupo de sicarios destruyó el taller que acababa de inaugurar en Shanghai.

En 2010-2011 presentó su más famosa instalación, “Sunflower Seeds” (Pipas de girasol), en el museo Tate Modern de Londres. La escultura (denominación usada por el comisario de la exposición) está formada por millones de pequeñas pipas de girasol de porcelana -pintadas a mano una a una por 1600 artesanos y obreros de la ciudad de Jingdezhen, e instaladas en los 1000 metros cuadrados del hall del museo- alude a la célebre metáfora de Mao Zedong de que el pueblo chino debía girarse hacia él lo mismo que los girasoles se vuelven hacia el sol. En 2013, se pudieron ver obras de Ai Weiwei en el Monasterio de la Cartuja de Sevilla en la exposición “Resistencia y tradición”.

Ai Weiwei fue detenido por la policía en el aeropuerto internacional de Pekín en 2011, cuando se disponía a volar a Taipei, oficialmente por evasión fiscal, y puesto en libertad con fianza 81 días más tarde; durante ese tiempo permaneció encerrado en un lugar desconocido “y en condiciones degradantes”. Después le acusaron de pornografía, tras fotografiarse sentado en una silla tradicional china rodeado de cuatro mujeres desnudas. No pudo salir del país hasta julio de 2015, cuando devolvieron el pasaporte.

Desde que vive en Europa ha hecho exposiciones, algunas efímeras, entre otras para denunciar la situación de los refugiados en Lesbos , de los que huyen de la guerra en Siria, los estudiantes mexicanos desaparecidos en 2014 y un alegato a favor de la libertad de expresión, “Trace”, realizado en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Washington con un millón doscientas mil piezas de Lego, a base de 176 retratos, depositados en el suelo,  para denunciar la represión que padecen los disidentes políticos en distintos lugares del mundo.  

Ai Weiwei es miembro de Academia de las Artes de Berlín y, junto con la cantante estadounidense Joan Baez, recibió en 2015 el Premio Embajador de Conciencia que Amnistía Internacional entrega a las personas que mejor han defendido los derechos humanos a lo largo de su vida. Sus obras se han expuesto en Estados Unidos, Bélgica, Italia, Alemania, Francia, España, Australia, China, Corea y Japón. Sus trabajos han participado, entre otros,  en la 48 Bienal de Venecia (1999), la First Guangzhou Triennial (China), la Bienal de Sydney Zones of Contact (2006) y la Documenta 12 de Kassel.

 

 

Fallece Ruth Bader Ginsburg, decana del Tribunal Supremo de Estados Unidos

 
Feminista, defensora de las minorías y del medio ambiente, la juez decana del tribunal de Estados Unidos, Ruth Bader Ginsburg ha fallecido a los 87 años el 18 de septiembre de 2020, a consecuencia de un cáncer de páncreas.

Ruth Bader Ginsburg, conocida mundialmente como “RBG”, segunda mujer que consiguió entrar en el exclusivo reducto del Tribunal Supremo, era el escudo progresista de la institución desde que el ultraconsevador y xenófobo presidente Trump hizo uso de sus atribuciones y nombró a dos jueces para completar los nueve que componen el alto tribunal -que, entre otras cosas, decide sobre la constitucionalidad de las leyes en interviene en los grandes debates sociales, como la pea de muerte  o el aborto-, al que una vez designados y confirmados por el Senado pertenecen de por vida.

Su fórmula «I dissent» (disiento) –estrenada cuando la controvertida elección de George Bush para la presidencia, que los restantes miembros del tribunal dieron por buena- « un clásico entre los juristas que diseccionan sus opiniones, también ha dejado su huella en la cultura popular. En un país sacudido por el mandato de Trump, la expresión se ha convertido en sinónimo de audacia feminista, de valor y de combate. Icono de los progresistas desde hace una década, RBG es objeto de un auténtico, afectuoso y divertido, culto de la personalidad » (Le Monde).

El último deseo de esta mujer realmente única,  famosa por introducir la más increíble variedad de cuellos y adornos en la austera toga de jueza,  lo recogió su nieta Clara Spera  al dictado, pocos días antes de su muerte:”Mi mayor deseo es que no me reemplacen hasta que un nuevo presidente jure su cargo”. Un aviso porque Donald Trump ya había anunciado que piensa efectuar el nombramiento antes de la elección de noviembre, e incluso ha hecho pública una lista con sus preferencias entre los jueces más conservadores De Estados Unidos.

Nacida en Brooklin en una familia de inmigrantes judios rusos de Odesa, en la que nadie “tenía estudios”, Ruth Bader Ginsdburg ingresó en 1956 en la Universidad de Harvard, donde formó parte de las nueva pioneras que rompieron un tabú estudiando la carrera de Leyes junto a cerca de 500 alumnos del sexo masculino. La jueza Ginsburg hizo dos cosas en la universidad: obtuvo su licenciatura en Leyes y encontró al compañero de su vida, Marty, un brillante abogado fiscal y el hombre que ha compartido y estimulado todos sus objetivos y que se hizo a un lado cuando se trataba de impulsar avances en su carrera.

Terminados los cursos con la nota máxima encontró, sin embargo, muchos  problemas al intentar entrar algunos de los prestigiosos gabinetes de abogados de Nueva York porque “era judía, era mujer y, lo peor, tenía un hijo de cuatro años”.

 

 

Entonces volcó su carrera en la defensa de los derechos de las mujeres: “Entre 1972 y 1978 defendió ante el tribunal Supremo seis casos de discriminación por sexo, ganando cinco”. Quince años después, en 1993, Bill Clinton la eligió para ingresar en el alto tribunal; un nombramiento que el Senado ratificó con una mayoría aplastante.

 

En 2018, la película biográfica « Una cuestión de género » y el documental « RBG » acercaron su figura a un público más extenso, consiguiendo auténtica sintonía con amplios sectores de jóvenes y estudiantes que exhiben su efigie en tatuajes y camisetas. Un rostro que ha llegado también a las tiendas de souvenirs  e incluso a un surtido de bolas para el árbol navideño. “Tengo 85 años y todo el mundo se quiere retratar conmigo”, decía divertida comentando el eco que estaba teniendo del documental sobre su vida.

“RGB”, retrato fiel de una vida excepcional

Una vida extraordinaria que otras dos mujeres, Betsy West y Julie Cohen, descubrieron en la película documental, “RBG”–nominada a los Premios Oscar 2019 en la categoría de Mejor largometraje documental y especialmente recomendada por el ICAA (Instituto de la Cinematogrfía y las Artes Audiovisuales) para “el fomento de la igualdad de género”–, de quien ha sido “una de las mujeres más influyentes del mundo” y “el último escudo anti-Trump”.

“RBG” es el retrato de una mujer increíble que en más de medio siglo de ejercicio de la abogacía se ha batido, “pasito a pasito”, encadenando victorias en el Tribunal Supremo cuando todavía no formaba parte de él, y sin  mostrarse nunca enfadada como le recomendaba su madre, con una especie de rabia fría, por las libertades individuales, la igualdad de los sexos, las madres solteras, el derecho al aborto… Pero no solo, también creó jurisprudencia ganado algunas reivindicaciones masculinas, como el derecho a ayudas para los viudos con hijos, que hasta entonces solamente tenían las viudas.

«Una cuestión de género”, biopic de Ruth Bader Ginsburg, una mujer legendaria

 

Dirigida por Mimi Leder ,  “Una cuestión de género” está inspirada en la historia real de Ruth Bader Ginsburg, una joven abogada y madre de familia que junto  a su marido, el abogado Martin Ginsburg, cambió el curso de la historia con un singular caso sobre discriminación de género que abrió el camino para la igualdad en los Tribunales. A los 85 años y operada de un cáncer de pulmón, cuando se estrenó la película ya era la  decana del Tribunal Supremo de Estados Unidos.

Poco conocida en nuestro país, Ruth Bader Ginsburg, interpretada con convicción por la británica Felicity Jones, es una leyenda del feminismo made in USA. Idealista y apasionada, en los años 1970 se convirtió en una ferviente defensora de la igualdad entre hombres y mujeres.