Homenaje a un género en cierto modo
subversivo, “Verano del 84” (Summer of 84), la nueva película de los directores
de "Turbo Kid", los canadienses Anouk Whissell, François Simard y Yoann-Karl Whissell, también conocidos como KRSS., es un thriller nostálgico de
terror que protagonizan los adolescentes Graham Verchere (las
series de TV "The Good Doctor" , "Fargo"), Judah
Lewis ("The Babysitter", "Demolición")
y Caleb Emery ("Pesadillas"), entre otros, y
que nos devuelve a la década de los años 1980 y a la cultura de “The Goonies”,o
“The Lost Boys”, y otras películas de horror, tipo las de John Carpenter, que hicieron las delicias de los jóvenes,
aunque en este caso el asesino el asesino tiene un rostro humano (lo que le
diferencia de historias con payasos o humanoides homicidas).
Adolescente imaginativo como el que más y
adepto a la teoría del complot, Davey Armstrong (Graham Vechere) está
convencido de que su vecino, un policía soltero al que el barrio entero adora,
es un asesino en serie. De hecho, ayudándole a bajar algunas osas a su sótano,
el chico cree ver suficientes indicios como para relacionarle con la
desaparición de 13 muchachos en el
aparentemente tranquilo barrio que comparten en alguna parte de Oregón. Davey
convencerá a sus mejores amigos, el rebelde Eats (Judah Lewis) , Woody (Caleb
Emery) y el “gafitas” Curtis (Cory Gruter-Andrew), para que le ayuden a
desenmascarar al vecino. Aunque escépticos, los amigos se dedican a hacer
rondas de vigilancia, convencidos de que el chico se equivoca. El final sorprenderá a más de un espectador.
Quizá lo más conseguido de la película sea
el contexto: un ambiente retro en un barrio residencial tranquilo en apariencia, en plenas vacaciones
escolares, es un terreno ideal para proporcionar el misterio que necesita una
historia de intriga. Los protagonistas son simpáticos, como la mayoría de adolescentes
tienen una fijación con el sexo y la identidad del asesino es convincente. Las
familias sin excesivos problemas, con jardines cuidados y cenas de barbacoa,
tienen que enfrentarse a la violencia, la perversidad y el miedo. En suma, un
filme que gustará a los fans del “revival ‘80” (que no son pocos en la
actualidad), y que también pude gustar a un público más amplio que busca
emociones fuertes.