miércoles, 23 de enero de 2019

Arthur Brand localiza dos valiosas piedras robadas en una iglesia española hace quince años

Los actuales propietarios querían deshacerse de ellas al saber que eran robadas


Aethur Brand con las piedras devueltas

Arthur Brand, un experto holandés en encontrar obras de arte desaparecidas, conocido como “el Indiana Jones del mundo del arte”, ha entregado en la embajada española en Londres dos piedras grabadas que tienen al menos mil años y un valor inestimable, y fueron robadas hace quince años en una antigua iglesia española. Las piedras, que pesan 50 kilos, han sido localizadas  localizadas en el jardín de un aristócrata inglés, informa Culturebox, el digital diario cultural del canal internacional France 24.

La restitución es el final de una « larga caza al tesoro digna de una novela policíaca”, que comenzó en 2010.  Las piedras, una de las cuales representa a San Juan  Evangelista, se las llevaron en 2004 “ladrones profesionales” de la iglesia probablemente visigótica de Sata María de Lara, cerca de Burgos, declarada monumento nacional en 1929. A finales de 2018 fueron encontradas, recubiertas de lodo y hojarasca, en un jardín al norte de Londres, propiedad de una familia aristocrática, que ignoraba su origen.

“Encontrarlas en un jardín, tras ocho años de búsqueda, es simplemente increíble”, ha declarado a la Agencia France-Presse el cazador de tesoros Arthur Brand, quien también ha explicado que  ha faltado poco para que  las obras de arte “terminaran en un riachuelo londinense, ya que los propietarios querían deshacerse de ellas al saber que eran robadas”. Al parecer, las piedras fueron llevadas a Londres por u marchante francés, que las vendió como ornamentos para jardín al precio de 55.000 euros  cada una.

Arthur Brand adquirió renombre mundial en 2015 cuando devolvió al estado alemán dos caballos en bronce, realizados por el escultor oficial del III Reich Josef Thorak, que Hitler colocó a la entrada de su cancillería y que desaparecieron tras la caída del Muro de Berlín. Un año más tarde, ayudó a que Holanda recuperara cinco cuados de pintores flamencos de los siglos  XVII y XVIII, robados por una organización delictiva ucraniana. Y en noviembre pasado, un trabajo de varios años permitió que las autoridades chipriotas recuperaran un mosaico bizantino, perteneciente a un fresco robado en una iglesia tras la invasión turca de 1974.

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