viernes, 30 de mayo de 2014

Todos somos Farzana Parveen, embarazada de 25 años lapidada por su familia



Protestas en Pakistán por los "crímenes de honor"

Se llamaba Farzana Parveen, tenía 25 años, estaba embarazada de su primer hijo y murió el martes 27 de mayo de 2014 lapidada por unos cuantos varones de su familia que estuvieron arrojándole ladrillos hasta que exhaló el último aliento, en la entrada del tribunal de Lahore.

Da escalofríos pensar que en pleno día, en una calle muy frecuentada, en la puerta de un edificio oficial y en una ciudad que es una megalópolis de más de diez millones de habitantes (segunda ciudad de Pakistán, capital de la provincia de Punjab), una treintena de hombres hayan sido capaces de reunir la suficiente cobardía como para asesinar a sangre fría, y a ladrillazos ante decenas de testigos (que no han movido un dedo), a la joven que se había atrevido a desafiarles casándose con el hombre del que estaba enamorada. A este homicidio repulsivo en Pakistán lo llaman “crimen de honor”, un delito tipificado que  la justicia oficial tiene la costumbre de ignorar y dejar impune.

Farzana iba camino del tribunal, acompañada de su marido Muhammad Iqbal, a declarar contra la familia que llevaba varios meses amenazándoles y a favor de su esposo, al que acusaban de haberla raptado: “Un grupo numeroso de personas, entre las que se encontraban el padre de Farzana y algunos de sus hermanos y primos, nos atacaron. El pasado 12 de mayo habíamos conseguir escapar de otro ataque similar”. La policía ha detenido al padre, un parricida llamado Muhammad Azeem, y está buscando a dos de los hermanos y a tres primos que huyeron después de participar en el asesinato.

La muerte cruel de Farzana Parveen no es más que una, entre las más de mil de mujeres y adolescentes que tienen lugar cada año en Pakistán, por “deshonrar” a sus familias; lo que en román paladino significa que eligen con quien quieren casarse y se niegan a los matrimonios de conveniencia arreglados por casamenteras y familiares. Un derecho que la ley establece para todos los ciudadanos adultos del país; la misma ley que prohíbe los “matrimonios forzosos” y los “crímenes de honor” y que siguen ignorando la policía, incapaz de proteger a las mujeres de los abusos y la violencia, la justicia, que no castiga a los autores, y todos cuantos, en palabras de la militante por los derechos de las mujeres paquistaníes Tahira Abdullah, están contribuyendo a que “el país se deslice cada vez más hacia el extremismo de un Islam talibanizado”.

Pakistán: una joven embarazada lapidada por su familia



Farzana Parveen, joven paquistaní embarazada de 25 años, murió el martes 27 de mayo de 2014 a consecuencia de la lapidación con ladrillos llevada a cabo por una treintena de miembros de su familia en la entrada del tribunal de Lahore, ciudad de más de diez millones de habitantes en el este del país, según la información publicada por el digital aufait.com recogiendo noticias de agencias internacionales.

La joven fue lapidada cuando acudía al tribunal a declarar contra su familia que había acusado al marido de haberla "raptado", cuando lo sucedido era que Farzana había contraído un matrimonio por amor, en contra de la opinión de sus padres y del resto de familiares cercanos.

“Nos dirigíamos al tribunal cuando un grupo numeroso de personas, entre las que se encontraban el padre de Farzana, sus hermanos y algunos primos, nos atacaron. Llevaban amenazándonos desde que nos casamos. Ya habíamos conseguido escapar a un ataque similar el pasado 12 de mayo", ha declarado Muhammad Iqbal, el marido de 45 años.

La policía de Lahore ha detenido al padre de la joven, Muhammad Azeem, y ahora busca a dos de sus hermanos y tres primos que se dieron a la fuga después de cometer el asesinato.

El año pasado asesinaron en Pakistán a cerca de mil mujeres y adolescentes por haber "deshonrado" a sus familias, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que denuncia la "impunidad" que disfrutan los autores de este tipo de crímenes. “La gente tiene miedo de hablar, temen que les acusen de blasfemia», ha dicho la militante feminista Samina Rehman, “Su único crimen es elegir con quien quieren casarse, un derecho que la ley establece para todos los ciudadanos adultos. El estado no consigue protegerles de los abusos y la violencia”.

A pesar de que desde el año 2000 en Pakistán están prohibidos los matrimonios forzosos y los "crímenes de honor", se siguen repitiendo situaciones como la que el martes acabó con la vida de Farzana parveen. “Como en tantos casos precedentes, la policía ha sido incapaz de proteger a la víctima –ha dicho Tahira Abdullah, quien milita por los derechos de las mujeres. El país se desliza cada vez más hacia el extremismo de un Islam talibanizado".

Post Tenebras Lux: la utopía tiene un precio



En México, Juan (Adolfo Jiménez Castro) es un rico industrial que ha decidido marcharse de la ciudad, con su esposa y sus dos hijos, para ir a vivir al campo. En ese solitario e idílico lugar parece que podrán encontrar un poco de paz en sus vidas. El matrimonio de Juan con Natalia (Nathalia Acevedo) se ve afectado por el hastío sexual, los problemas de criar a dos niños pequeños y el hecho de vivir en una comunidad en la que se siente un extraño. Lo que estaba pensado como un remanso de felicidad se ve afectado por el mundo exterior y también por las tensiones internas. Juan se pregunta si los dos mundos que conoce son complementarios o si inconscientemente se enfrentan para eliminarse mutuamente.

Esta fascinante, caleidoscópica y alegórica obra de Carlos Reygadas (Japón, Luz silenciosa, Premio del Jurado de Cannes 2007) indaga en temas como el amor matrimonial, la fragilidad de la infancia, la pobreza, las clases sociales, la violencia, el sexo, la soledad, nuestro lugar en la naturaleza o el mal, prerrogativa tan natural en el ser humano y su mundo como su antagonista el bien.

Película formalista y ecléctica, curiosidad estética y obra muy personal –premiada por su puesta en escena en el Festival de Cannes 2012 (mejor director), y con diversos premios en los festivales de manila, Lima, Mar del Plata y Cuba de ese mismo año- con algunos momentos de enorme belleza (como los primeros veinte minutos en los que la naturaleza se muestra en toda su grandeza) pero también desigual y sobre todo oscura en cuanto al sentido de todo lo que podría parecer un puzle de instantes inconexos: la niña que corre entre caballos y vacas por un campo iluminado solo por los relámpagos anaranjados de una tormenta, el diablo que invade la vivienda armado con una caja de herramientas, los adultos que hablan de Tolstoi, una autodecapitación, el precalentamiento de un partido de rugby…

Fuera del tiempo, de los convencionalismos, del combate entre las tinieblas y la luz, de la vida “entendida como un vasto desorden violento” (Jacques Morice, Télérama), de la metáfora de un país –México- gangrenado por la corrupción y la violencia, el espectador sale con la cabeza llena de interrogantes.

Post tenebras lux se estrena el 30 de mayo de 2014.