sábado, 17 de mayo de 2014

Un tribunal ruso obliga a cerrar una importante ONG de defensa de los derechos humanos



El 8 de abril de 2014, el tribunal municipal de San Petersburgo sentenció en apelación que el centro Antidiscriminación Memorial (ADC Memorial) debía poner fin a sus actividades en Rusia y figurar a partir de entonces en el registro de «agentes del extranjero». Para Amnistía Internacional (AI), la decisión judicial representa un ataque contra toda la sociedad civil rusa.

Le ADC Memorial, que defiende los derechos humanos de las víctimas del racismo y la xenofobia en Rusia, ha decidido dejar de actuar en el país, para evitar que sus miembros sean objeto de persecución y hostigamiento continuado.

“El tribunal podía optar entre dos soluciones y está claro que no ha elegido la justicia y los derechos humanos. La lamentable decisión que ha tomado se corresponde con la tendencia dominante, promovida por el gobierno ruso, que quiere dejar su impronta en todas las actividades de la sociedad civil. Esta sentencia crea un peligroso precedente, que podría utilizarse en el futuro contra otras ONG’s. Las autoridades rusas privan deliberadamente a la sociedad rusa de cualquier voz diferente y atacan a cualquiera que ose criticarlas”, ha manifestado Serguei Nikitine, director de la oficina en Moscú de Amnistía Internacional.

La persecución a ADC Memorial ha durado más de un año, desde que, en noviembre de 2012, los servicios de la fiscalía rusa aseguraron que el informe presentado por la organización ante el Comité de Naciones Unidas contra la tortura, relatando la violencia policial habitual contra los roms (gitanos), migrantes y militantes de distintos organismos, demostraba que la organización estaba implicada en “actividades políticas” y contravenía la reciente ley al no registrarse como “agente del extranjero”. La organización había ganado dos denuncias presentadas por la fiscalía en julio de 2013. Sin embargo, en diciembre de 2013, un tribunal de San Petersburgo aceptó una nueva acusación, por estimar que todas las actividades de ADC Memorial era “políticas” y la asociación debía figurar en entre los “agentes del extranjero”.

“El procedimiento no ha sido imparcial. No han escuchado nuestros argumentos. A nuestros abogados, les interrumpían si cesar mientras que el fiscal podía expresarse con toda libertad, y sin límite de tiempo”, ha declarado la directora de ADC Memorial, Stefania Koulaeva, al conocer la sentencia del 8 de abril. 

La ley de «agentes del extranjero», un auténtico galimatías jurídico aprobado en 2013, impone multas y sanciones administrativas a las organizaciones que reciban subvenciones del extranjero y lleven a cabo «actividades políticas», definidas según criterios imprecisos y el humor de los jueces, sin haberse declarado «organizaciones que cumplen funciones de agentes del extranjero».

Varias asociaciones y colectivos cívicos ha n protestado en distintas ocasiones por la existencia de una ley que viola los derechos de libertad de asociación y de expresión que, sin embargo, figuran como protegidos en la Constitución del país.

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