Para evitar conmemoraciones, están
deteniendo a activistas democráticos
En
plena campaña de represión para evitar movilizaciones el próximo 4 de junio de
2014, fecha en que se conmemorará el veinticinco aniversario de la masacre
llevada a cabo contra los manifestantes pro-democráticos en la Plaza de
Tiananmen, las autoridades chinas llevan varias semanas deteniendo, y
“alejando” de la capital, a miembros de la oposición. Y entre ellos, el último
conocido es el abogado defensor de los derechos humanos Pu Zhiqiang, al que han
arrestado acusándole de “alteración del orden público”.
Según
la organización Global Voices Online,
que recoge la información publicada por el diario anglófono de Hong Kong South China Morning Post, la policía de Pekín
ha detenido a Pu después de participar en un seminario organizado en memoria de
la represión del movimiento de 1989, en la que se estudiaron “las consecuencias
de aquella represión y se exigió que se efectúe una investigación para que se
conozca la verdad sobre los acontecimientos del 4 de junio de aquel año”. Pu,
que en 1989 era todavía estudiante, participó en las manifestaciones de
Tiananmen.
Siempre
según las mismas fuentes, a la jornada de estudios celebrada el 3 de mayo de
2014 en un domicilio privado de Pekín, asistieron al menos 15 personas
(intelectuales, militantes y personas cercanas a los muertos durante la masacre
de Tinanamen). De ellas, otras cuatro fueron igualmente detenidas al final de
la reunión; según Amnistía Internacional se trata de los activistas Xu
Youyu, Liu Di, Hao Jian y Hu Shigen. De acuerdo con la legislación china, la
policía puede mantenerles detenidos provisionalmente hasta una fecha posterior
al 4 de junio.
“Veinticinco
años después, las autoridades eligen de nuevo la vía de la represión en lugar
de reconocer la necesidad de un debate abierto sobre los acontecimientos de
1989”, ha declarado Anu Kultalahti, investigadora de Amnistía Internacional (AI) al hacerse pública la detención de Pu
Zhiqiang.
El
abogado Pu Zhiqiang es un conocido miembro del Movimiento de Weiquan (Movimiento a favor de los derechos cívicos,
integrado por juristas) que ha defendido a autores y periodistas en procesos
muy mediatizados, entre ellos el del artista y activista Ai Weiwei, acusado de
fraude fiscal por las autoridades chinas, que le mantienen en libertad condicional
desde 2011 impidiéndole salir del país mientras en occidente se multiplican las
exposiciones de su obra y los homenajes a su persona. Pu es también conocido
por sus campañas contra los campos de reeducación por el trabajo, que han
llegado a albergar hasta diez millones de ciudadanos chinos, presuntos
delincuentes, una mano de obra gratuita que ha contribuido y mucho al despegue
económico del país, y cuya supresión anunció el gobierno en 2013.
Por
su continua crítica a la política oficial, el abogado Pu ha estado siempre
vigilado de cerca por la policía, que le ha detenido en varias ocasiones. Como
las autoridades chinas controlan estrechamente Internet, para lo que cuentan
con un ejército de 10.000 ciberpolicías, en muchas ocasiones con la colaboración
directa de compañías occidentales, principalmente estadounidenses, como Yahoo,
Google, o Cisco Systems (las tres denunciadas internacionalmente y multadas en
su país por esa participación en la censura y represión de ciudadanos chinos),
en 2013 se prohibió la participación de Pu en todas las plataformas de blogs,
después de que criticara públicamente a Zhou Yongkang, un dirigente del Partido
Comunista chino, hoy en desgracia.
Veinticinco
años después, las autoridades chinas siguen empeñadas en negar la existencia de
aquella masacre y continúan censurando cualquier información relacionada con
aquellos acontecimientos. No solo intentan evitar a cualquier precio que se
organicen actos en memoria de aquella masacre, sino que todavía, en la página
de Sina Weibo, la red social más importante del país, al escribir la palabra
Tiananmen aparece un mensaje indicando que, de acuerdos con las leyes y
reglamentos en vigor, no se pueden facilitar los resultados.
En
esa misma red, muchos abogados han manifestado su preocupación por la suerte
que puede correr Pu Zhiqiang y le han dirigido mensajes de apoyo, la mayoría de
los cuales han sido suprimidos, como el del abogado de Pekín Deng Shulin: “Pu
Shiqiang debe ser puesto en libertad. Detener a los abogados: ¿se trata de una
nueva directriz emanada de la reforma judicial?”. También en Weibo, la actriz
de cine Zhang Ziyi aconseja a sus seguidores que vean la película El consejero, “la historia –escribe-
de un respetable abogado que se bate por la democracia, el respeto al
derecho y la justicia. El film se inspira en la historia del ex presidente
coreano Roh Moo-Hyun. Inútil repetir aquí que recuerda esa película, lo mejor
es que vayáis a verla”.
Por
su parte, Maya Wang, de la organización Human
Rights Watch ha comentado en Twitter: “la detención de Pu y otras personas
es la mejor publicidad para el 25 aniversario y permite atraer la atención que
las autoridades quieren evitar”. La periodista Sui-Lee Wee recomienda un
artículo: “Este es un buen momento para leer el artículo de Pu Zhiqiang sobre
el 4 de junio. Si todos olvidan ¿no estaremos abriendo la puerta a futuras
masacres?”.
Según
AI, los medios de comunicación chinos informaban el 8 de mayo de 2014 de la
detención de Gao Yu, conocida periodista de 70 años de la que no se sabía nada
desde el 24 de abril, que en 1989 escribió mucho sobre los acontecimientos de
Tiananmen y ahora está acusada de compartir un documento “secreto” con
redactores de una publicación digital extranjera, en agosto de 2013. “Gao es la
última víctima de la imprecisa y arbitraria legislación china sobre secretos de
Estado, que las autoridades utilizan reiteradamente como cortina de humo para
atacar a los activistas”, ha explicado Anu Kultalahti, investigadora de
Amnistía Internacional sobre China. “El momento en que Gao ha sido detenida es
muy sospechoso y hace que se planteen serias dudas con respecto a los
verdaderos motivos de las autoridades”.
Según
esas fuentes, Gao está acusada de compartir un documento ideológico del Partido
Comunista, conocido como “Documento núm. 9”, en el que se atenta gravemente
contra la libertad de prensa y la libertad de pensamiento. “La información del
Documento núm. 9 no merece en absoluto ser clasificada como secreto de Estado.
Si Gao se encuentra recluida por difundir este documento, debe ser puesta en
libertar de inmediato”, ha señalado Kultalahti.
En
la mejor tradición de los grandes procesos estalinistas, el mismo día 8 por la
mañana, la televisión estatal china CCTV emitió una confesión de Gao, en la que
aparecía con el rostro borroso. Desde el 24 de abril no se sabe nada de su hijo
Zhao Meng; sus amistades piensan que podrían haberle detenido, para
presionarla:“La confesión televisada no prueba nada, y es probable que la
hiciera bajo coacción. Este tipo de confesiones eliminan toda posibilidad de
juicio justo”, ha aclarado Kultalahti.
AI
informa también de que la policía china está interrogando a muchos militantes
de los derechos humanos, para intentar coaccionarles e impedir que se expresen
en relación con la fecha del 4 de junio. Entre los indagados se encuentran
la señora Zhan Xianling –cuyo hijo, Wang Nan, fue asesinado en Tiananmen
en 1989-, así como otras Madres de
Tiananmen que llevan más de dos décadas intentando que se haga justicia con
las víctimas de aquella masacre llevada a cabo por la policía y el ejército
chinos, en el que resultaron muertos y heridos cientos de manifestantes: la
cifra exacta es uno de los secretos mejor guardados.
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