sábado, 31 de diciembre de 2022

"Hunt, caza al espía" de Lee Jung-Jae, un trozo de historia cargada de violencia


 “Hunt, caza al espía” ("Heon-teu"), el nuevo thriller escrito, dirigido y protagonizado por Lee Jung-jae -famoso  por su papel protagonista en la serie de Netflix “El juego del calamar-,  me ha parecido una película fría, incomprensible y muy confusa; en algunos momentos me resultaba imposible distinguir entre los varios personajes.

 

El actor surcoreano – quien fue un ídolo en los años 1990 y al que hemos visto protagonizando el melodrama “Il mare” y los thrillers “Los ladrones”, “New World” y “Deliver US from Evil” – debuta en la dirección de largometrajes  con un género muy apreciado por los espectadores surcoreanos –el thriller con tintes políticos- acompañado en el reparto por  Jung Woo-sung ("El bueno, el malo y el raro"), Jeon Hye-jin y Heo Sung-tae.

 

Su actual fama explica sin duda  por qué “Hunt, caza al espía”  se ha presentado en los festivales de Cannes, Toronto y Sitges por lo que, como explica muy acertadamente el crítico del diario británico The Guardian, va a ser vista por un público que probablemente no conoce el contexto histórico en que está situada: “Vale la pena echar una ojeada a Corea del Sur en 1983 (fecha en la que suceden los acontecimientos que se narran), cuando el régimen era profundamente represivo (se decía que había tantos verdugos como policías),  y el país estaba desgarrado en protestas internas mientras que las tensiones con Corea del Norte eran literalmente explosivas”.

 

 “Hunt, caza al espía” (1)  transcurre en Corea del Sur, en los años ’80, y se nutre de complots, corredores y estancias siniestras donde se practica la tortura más descarnada, y puñetazos, muchos puñetazos y muchos gritos. Da la impresión de que en ese país  hasta los funcionarios más distinguidos resuelven sus diferencias a golpes.

 Después de que unos miembros de la agencia coreana de inteligencia montaran un complot para asesinar al  presidente Park, el ejército vuelve a hacerse con el poder. Corea del Norte lo ve como una oportunidad para una invasión futura y decide infiltrar  a uno de sus espías. Dos altos responsables de la seguridad surcoreana tienen la misión de perseguir al topo. Así comienza una terrible carrera contrarreloj que acaba con docenas de automóviles destrozados, una masacre brutal y la pantalla sembrada de muertos y salpicada con distintas sangres.

 

LeeJung-jae interpreta a Park Pyong-ho –Park parece ser un no0mbre muy corriente en la península asíatica-,  el jefe de la unidad extranjera de la Agencia central de inteligencia coreana (KCIA), que está empeñado en una lucha de poder con su homólogo Kim Jung-do, de la unidad nacional del mismo departamento. Tras el asesinato del presidente por la KCIA se confirma que hay un espía norcoreano infiltrado en la agencia. Park y Kim se encargan de dirigir dos equipos que compiten por ser el primero en descubrir de quien se trata.  “Hunt…” es, por tanto, una película de espías, un relato de política ficción y una revisión histórica.

(1) “Hunt, caza al espía” se estrena en los cines madrileños el miércoles 4 de enero de 2023.


 



 


miércoles, 28 de diciembre de 2022

“La novelista y su película” de Hong Sang-soo, una historia simple sobre la emoción de los encuentros y la vida cotidiana

Un estudio, a la manera de Chejov, de pequeños momentos y encuentros fortuitos, es decir un estudio del ser humano tal y como vive realmente: ambiguo, espontáneo y sin orden, motivos o resoluciones ». (Austin Considine, The New York Times).


Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín 2022, « La novelista y su película » es una largometraje con encanto  que coloca a las mujeres en primer plano y una crítica a los egos de personajes que se pretenden más populares y respetados de lo que en realidad lo son.  Se trata de seguir a una escritora en su deambular por las afueras de Séul, donde se va encontrando amigos, conocidos y extraños, a los que intenta involucrar en sus proyectos. Interpretan los principales papeles Lee Hye-yeongKim Min-heeSeo Young-hwaKwon Hae-hyoGi Ju-bong

La conocida novelista  Junhee (Lee Hye-young, “Los chicos son mejores que las flores”, “Mother”, “Feliz año nuevo”) visita en un suburbio de Séul a una amiga a la que hace tiempo que no ha visto. La amiga, que también fue escritor tiempo atrás, ha abierto una librería en la que organiza charlas y encuentros con autores. Toman un café mientras hablan sobre el último libro de Junhee, la retirada voluntaria de la librera y la experiencia como actriz de una joven vecina que le ayuda en la tienda. Más tarde, paseando por el barrio, Junhee se cruza con un realizador que hace años quiso llevar una novela suya al cine sin conseguirlo,  y su esposa. Un encuentro lleva a otro y aparece en escena Kilsoo, una actriz que ha abandonado definitivamente las tablas, a la que la novelista le propone que hagan una película juntas…

« La novelista y su película »(1), del realizador coreano Hong Sang-soo (“Mujer en la playa”, ·Noche y día”, “Lo tuyo y tu”, “En la playa sola de noche”, “In front of your face”), también productor, guionista, director de fotografía, montador y creador de la banda sonora,  sitúa como en sus obras anteriores a los personajes charlando en torno a una taza de café (otras veces se trata de beber saké), discutiendo sobre asuntos de pareja y sobre el cine y la naturaleza de las películas.  En esta historia se repiten algunos gestos en otros encuentros de la protagonista, todos tienen lugar lejos de la capital, en los que se abordan temas amistosos y profesionales y se reflexiona sobre la hipocresía que impera en los medios artísticos, en un relato que recorre varios escenarios: la librería, un museo, un parque, un restaurante, una sala de proyección, sin que en ningún momento lleguemos a saber qué miran, qué piensan, que sienten los personajes. “Todo lo que distinguimos es un no man’s land de un blanco espeso, como si los personajes estuvieran en algún lugar por encima del mundo (…) Escondidos  tras sus máscaras, ¿Cómo van a conseguir hacerse entender?” (lepolyester. com).

Las andanzas de esta novelista surcoreana se convierten, dirigidas por la experta mano del realizador Hong Sang-soo en una comedia dramática llena de sensibilidad que esconde toda una disertación sobre la incomunicabilidad (un asunto tratado de forma magistral por el Antonioni de los años 60/70).  De hecho, salimos del cine con la impresión de que los personajes han estado todo el tiempo intentando entenderse; no en vano, la protagonista demuestra un enorme interés por el hecho de que la joven aspirante a actriz, que echa una mano a la librera,  está estudiando la lengua de signos.

“¿Por qué escribir? ¿Por qué filmar ?¿Como encontrar en uno mismo los recursos y la energía ? ‘Cuando bebo un poco, escribo un poco. Cuando bebo mucho, escribo mucho’, reconoce uno de los personajes. Corred a ver “La novelista y su película”. (Olivia Leboyer, politóloga, toutelaculture.com).  

 

 

 

(1) “La novelista y su película” llega a la cartelera madrileña este miércoles 28 de diciembre 2022.

 

martes, 20 de diciembre de 2022

"Eugénie Grandet” de Marc Dugain, el clásico de Balzac con un toque de actualidad


Escrita y dirigida por el novelista y realizador francés Marc Dugain (El pabellón de los oficiales, Cambio de reinas), la película «Eugénie Grandet», sexta adaptación cinematográfica de la novela homónima del clásico Honoré de Balzac, está protagonizada por Joséphine Japy (Las fantasías, Amor a segunda vista), Olivier Goumet (Cartas a Roxane, Dos mujeres), Valérie Bonneton (Pequeñas mentiras sin importancia) y César Domboy (Sin aliento).

Pese a la meritoria fidelidad en la elección y reconstrucción de ambientes, decorados casi todos naturales y vestuario, y al peso específico de unos actores ajustados y sobrios, lo cierto es que Eugénie Grandet es un filme muy respetable pero aburrido; valoración que comparto con la crítica publicada en la prestigiosa revista especializada Cahiers du cinéma: Hay que reconocerle a Dugain que el aburrimiento que destila su adaptación ….

Avaro hasta la obsesión, Félix Grandet es el mediocre y autoritario amo del hogar de Saumur, en el que su mujer y su hija Eugénie, joven provinciana idealista, llevan una existencia espartana, austera y rutinaria, en la que no cabe distracción alguna. Mientras el padre, poseedor de una fortuna en propiedades que mantiene escondida, desprecia a todos los pretendientes de la joven temiendo que vayan a despojarle de sus riquezas, aparece en escena su sobrino Charles, un atractivo dandy parisino arruinado que da un vuelco a la vida de la enamorada  y seducida Eugénie.

Sátira sobre el patriarcado en la Francia de la Restauración, y reflexión en torno a la emancipación femenina antes de la revolución industrial, a esta «Eugénie Grandet[1]» le falta emoción pero en cambio presenta una lectura moderna y feminista del desenlace de la novela, creando una protagonista, hasta entonces víctima de la dominación masculina, que aprovecha la muerte del padre Grandet para abandonar la mediocridad del hogar donde creció y, se supone, emprender una nueva vida en París, y quién sabe si más allá.

 



 

domingo, 18 de diciembre de 2022

“Dilo alto y fuerte” de Nabil Ayouch, un alegato sobre la liberación a través de la cultura


Mezcla de documental  y ficción, el largometraje « Dilo alto y fuerte » (« Haut et forte / Casablanca Beats », del parisino de origen marroquí Nabil Ayouch (“Mektoub”, “Los caballos de Dios”, “Mutch Love”), es todo un alegato sobre la emancipación cultural, política y social , a  través del rap, de un grupo de adolescentes marroquíes,  interpretado con valor y energía por un puñado de actores no profesionales.

 Anas (Anas Basboubi), un antiguo rapero, empieza a dar clases en el centro cultural de un barrio popular de Casablanca, donde se mezclan las perspectivas de un futuro económico mejor para un país –que se debate entre el radicalismo religioso y la tentación de la modernidad-  con sectores miserables que acogen a los desheredados. Animados por el nuevo profesor, los jóvenes, procedentes de familias pobres, empiezan a dejar atrás el peso de algunas tradiciones marroquíes para aprender a expresar sus pasiones y sus rencores a través de la música del  hip hop. El rap que Anas enseña a sus alumnos predica sobre todo la libertad de pensamiento, provoca debates entre los jóvenes y les impulsa a crecer, encontrar su verdad y su lugar en el mundo.

“Dilo alto y fuerte” (1) es una película de fuerte contenido social que defiende la necesidad de que –en España como en Francia y en otros lugares- los poderes públicos destinen una parte, por pequeña que sea, de los presupuestos a la creación de centros culturales  que, mediante el aprendizaje de distintas artes,   ayuden a los adolescentes más desfavorecidos a encontrarse y crear un pensamiento crítico que pueda ayudarles a remontar sus condiciones de vida y huir del radicalismo religioso y las tradiciones más perniciosas. 

Para Nabil Ayouch, que en 2014 fue uno de los creadores del centro cultural Sidi Moumen de Casablanca donde transcurre esta película,  “el cine es un formidable instrumento de esperanza y de reconquista de la libertad de conciencia. Se le podría reprochar que la experiencia (que cuenta en la película) es un dulce sueño despierto. Pero los sueños reinventan el mundo, sobre todo cuando están encarnados en actores tan generosos, y también vigorosos, en cuyos ojos se lee la esperanza de días más brillantes en el Norte de Africa” (aVoir-aLire.com).

Película coral que no peca de exceso de originalidad pero cumple con el cometido pensado por su realizador, en “Dilo alto y fuerte” encontramos  algunas poderosas escenas del grupo de jóvenes durante sus ensayos, y auténtica determinación en los rostros de algunas de las jóvenes asistentes a los cursos.

(1) “Dilo alto y fuerte” se estrena en Madrid el miércoles 21 de diciembre de 2022.

 

miércoles, 14 de diciembre de 2022

“EO” de Jerzy Skolimowski, el mundo cruel de los humanos visto a través de los ojos de un asno

 


 

« Es una de las más puras e inocentes historias de amor jamás contadas en el cine. La odisea de un asno sentimental siguiendo los pasos de Bresson, de Stevenson, de la Condesa de Ségur y de Gainsbourg.  Un Skolimowski fantástico”. (bande-a-part.fr)

 


A los 84 años, el guionista, dramaturgo, actor, pintor y  realizador polaco Jerzy Skolimowski (“La partida”, Oso de Oro en la Berlinale 1967, “Essential Killing”, Gran Premio del Jurado en la Mostra di Venezia 2010, “Trabajo clandestino”)  sorprende con su última propuesta: una oda a “Eo” –Eo, Ao, Io, Hi-han, Yo- , un asno sentimental que recorre Europa, de Polonia a Italia, contemplando con el estoicismo propio de su raza el mundo de los humanos.

 

“Eo” ha sido Premio del Jurado en el último Festival de Cannes, Premio al Mejor Director en la Seminci, y la candidata de Polonia a la Mejor Película Internacional en los próximos premios Oscar. A modo de referentes, en “Eo”, disfrutan de escasos minutos de gloria Isabelle Huppert (“Elle”, “8 mujeres”, “La pianista”), Sandra Dryzmaiska (“Sole”) y Lorenzo Zurzolo (“Morrison”, “Weekend”), personajes que se cruzan brevemente en el camino del burro.

 

“Eo » es un asno que hace un número de circo, con su domadora,  en Polonia. Unos militantes de la causa animal le liberan, en cumplimiento de una orden municipal. Solo, sensible e incomprendido,  Eo escapa y recorre Europa buscando a su protectora.  

Visto a través de  los enormes y melancólicos ojos del animal, el mundo es un lugar misterioso, absurdo y alienado.

En su cruel periplo incesante –del circo provinciano a la inauguración de un enorme hangar, de la fiesta de unos brutales hoolingans celebrando que su equipo ha ganado al encierro en un camión de transporte de ganado, de acompañante en una sesión de fotos de moda al jardín de una villa en la Riviera italiana- la vida de este asno gris  ceniza es un relato de su origen subalterno –no es un caballo-, siempre sometido a la voluntad de sus amos sucesivos, siempre explotado, impotente.

 

Acompañar a Eo –el asno enamorado de la joven domadora Kasandra que en el circo polaco le acariciaba con ternura- en su periplo al encuentro de un mundo caótico es hacer un viaje extraordinario, vivir una odisea surrealista poética, fantástica, melancólica,  trágica y sentimental, plagada de obstáculos que evidencian la crueldad de los hombres que se cruzan en su camino.

 

Actor y espectador a la vez, el drama silencioso  de “Eo” (1) es una película emocionante y loca con  imágenes y sonidos  bellísimos, una experiencia estética única  y una visión fascinante y  amarga del mundo: “Ese ojo errante se convierte en una cámara que sondea la crueldad humana. Porque el ojo del asno es también, sin duda, nuestro espejo (…) Nuestro mundo está falto de asnos y de razón”” (Les Echos)

 

(1) « Eo » llega a la cartelera madrileña el viernes 16 de diciembre de 2022

martes, 13 de diciembre de 2022

“El techo amarillo” de Isabel Coixet: el caso de los abusos sexuales en el Aula de Teatre de Lleida


A partir del “caso Weinstein” -Harvey Weinstein,  productor judío ganador de un Oscar por la película “Shakespeare in love” que durante años fue el amo de Hollywood, violador confeso condenado en 2020 a 23 años de cárcel por dos agresiones quien, con la salud muy quebrada actualmente espera en la cárcel la celebración de otro juicio- y  de la aparición en Estados Unidos del  movimiento #MeToo (Yo también), mujeres de diferentes países empezaron a organizarse y a presentar denuncias por agresiones, abusos y violaciones, que han acabado en graves condenas para los hombres que los cometieron, dictadas prácticamente a diario.

Evidentemente, ni el movimiento feminista ni las graves condenas han conseguido terminar con las agresiones y los crímenes machistas. La casuística ha demostrado que este tipo de conductas responden siempre a situaciones donde se dan relaciones de poder: productores de cine, directivos de empresas, jefes de secciones, de plantillas y de todo tipo de trabajos, manipulan y presionan a las mujeres que dependen de ellos, amenazando con expulsarlas o impedir su promoción si no se pliegan a sus inconfesables deseos mientras que, por el contrario, encontrarán su apoyo durante, al menos, el tiempo en que sean “favoritas”.

Estos hombres despreciables destruyen con su comportamiento  carreras y  familias, sin el más mínimo escrúpulo. Y también sin el menor respeto someten a las mujeres de sus entornos consiguiendo, en muchos casos, que nadie –ni familiares, ni la policía ni los jueces- reconozcan su situación de víctimas..

Ovacionado al grito de “Yo sí te creo” en el último Festival de San Sebastián, el documental “El techo amarillo” (El sostre groc), dirigido por la catalana Isabel Coixet, se centra en las denuncias de abusos sexuales que en 2018 presentaron más de veinte mujeres por los “abusos sexuales continuados” cometidos entre 2001 y 2008 por dos profesores de interpretación, uno de ellos también director de nombre Antonio Gómez, en la prestigiosa institución Aula de Teatre de Lleida. Algunas de las denunciantes eran menores.

El caso terminó archivado pero ahora, gracias a los testimonio recogidos en el documental, “El techo amarillo” (1) se ha convertido en una prueba fundamental para intentar que el caso tenga recorrido judicial.

Escalofriantes los relatos de las alumnas víctimas, entre las que también se encuentra al menos una profesora, y escalofriante la desfachatez con que el mencionado director manipula a sus víctimas convenciéndolas de que el teatro necesita oscuridad, que las gentes se desnuden, se toquen, se besen, incluso se enamoren de quien no es más que un depredador sexual que, desde el poder que le da ser el profesor, convierte los abusos en algo así como lecciones magistrales.

“El techo amarillo” es una película imprescindible para comprender como funciona el mecanismo de la seducción pensada para llegar al abuso y la violación. Viéndola he pensado en todos los miles de niños y adolescentes abusados en relaciones tóxicas, del norte al sur del mapa del mundo, por maestros, religiosos,  jefecillos de campamentos y seminarios, y también familiares, que les atemorizan y les convencen de que ellos son los culpables. Nadie, nunca, podrá devolverles ese tiempo.

 

(1) “El techo amarillo” se estrena en los cines madrileños el viernes 16 de diciembre de 2022.

 

 

jueves, 8 de diciembre de 2022

“Nostalgia” de Mario Martone: viaje por los meandros de la memoria napolitana

“El conocimiento está en la nostalgia. Quien no se ha perdido no posee”



Con estos versos de “Poesías en forma de rosa”, de Pasolini, comienza “Nostalgia”, la de momento última película ambientada en Nápoles del italiano Mario Martone  (“Il sindaco del rione Sanità”, “Muerte de un matemático napolitano”, “Aquí me río yo”) , que cuenta la historia de Felice Lasco, un joven que escapó del país a los quince años para evitar pagar las consecuencias de un crimen. Cuarenta años después, transcurridos  en Africa y Oriente Medio, donde ha hecho fortuna y donde hay una mujer que le espera, Felice regresa a su casa, en el barrio Sanità, donde le reciben como a un extranjero, lo que avalan el acento que ha adquirido con el tiempo, la dificultad para recordar algunas palabras en italiano y algunas actitudes que pertenecen a la religión musulmana (no bebe alcohol y dice sus oraciones sobre una alfombra).

Tras media vida transcurrida entre Líbano y Egipto, el empresario Felice Lasco (Pierfrancesco Favino, “Romanzo criminale”, “Il grande sogno”, “Suburra”, “El traidor”, Mejor actor en los Premios del Cine Europeo) regresa a Nápoles, donde se encuentra con su anciana madre, que se está muriendo y con Don Luigi, un cura que combate a la camorra intentando buscar un futuro mejor para los jóvenes de su parroquia. Felice busca a su viejo amigo Oreste Spasiano (Tommaso Ragno, “Tu y yo”, “Un ragazzo d’oro”, “E cosi sia”, “Hotel Gagarin”), apodado “el Malomo”, quien con los años se ha convertido en uno de los jefes de la mafia local, temido por toda la población.

Paseando entre las piedras de las casas y los callejones del barrio de Sanità, Felice evoca recuerdos, felices y dolorosos,  de la vida junto a Oreste, su mejor amigo de infancia, con quien comparte el secreto que forzó su huida y presidió sus años de fugitivo, y se siente atrapado “por la fuerza invencible de la nostalgia”.  

Cuando la madre muere, y ya nada parece retenerle, Felice se queda, tiene que encontrar a Oreste. El enfrentamiento entre ambos transforma poco a poco la película en un drama “a medias entre la tragedia griega y el western…la larga, increíble secuencia en que Felice y Don Luigi entran en los callejones prohibidos de la Santità, hacia el refugio de Oreste, observados por ojos invisibles y omnipresentes, parece el viaje de John Wayne hacia el campamento de Cochise, en “Fort Apache” (mymovies.it)  

Hermosísima película, “Nostalgia” (1), adaptación de la novela homónima de Ermanno Rea, es un interminable deambular por la ciudad peligrosa  y la memoria, un  viaje onírico en el que la camorra sirve de fondo a la búsqueda que el protagonista hace de su pasado, escindido entre dos identidades y dos temporalidades; “un paseo melancólico que preludia el misterio y la tensión” (Anthony Jammot, France Télévisions).  Un drama en el que imperan los fantasmas de otro tiempo, una inmersión en la Nápoles ancestral, la ciudad que no es como  ninguna otra.

(1) “Nostalgia” se estrena en los cines madrileños el viernes 9 de diciembre de 2022.

miércoles, 7 de diciembre de 2022

« Simone la mujer del siglo », un biopic histórico para no olvidar

« Bello, inspirador y necesario » (Le Journal du dimanche)

 


Con un título ligeramente modificado del original « Simone, la mujer del siglo » (« Simone, le voyage du siècle ») es un biopic realista y bastante novelesco sobre Simone Veil, una mujer imprescindible en la política francesa del siglo XX, autora de la ley que el 17 de enero de 1975 despenalizó la interrupción voluntaria del embarazo. También se interesó por las condiciones de los detenidos en las cárceles francesas y, desde el Parlamento Europeo, por la construcción de la nueva Europa.

 

lunes, 5 de diciembre de 2022

“Pequeña flor” de Santiago Mitre, variaciones de un día que se repite

« El propósito de ‘Petite fleur’ es transparente : la libido, fermento tanto del amor como de la creación artística, no puede sobrevivir sin acarrear con ella una parte de violencia. El objetivo (de la película) no es demostrarlo sino más bien extraer una experiencia catártica… » (Cahiers du cinéma).



“Pequeña flor”, película del argentino Santiago Mitre (“La cordillera”, “El presidente”) rodada en Francia y en francés, es una comedia negra de género fantástico, basada en la novela homónima de su compatriota Iosi Havilio, que comienza como un film de los hermanos Cohen  y presagia una sucesión de catástrofes para después  tomar el camino de la comedia surrealista. También es una historia de amor que protagonizan Daniel Hendler (El abrazo partido, El sistema Keops), Vimala Pons (Elle, The Wild Boys),  Melvil Poupaud (Los jóvenes amantes, Laurence Anyways), Sergi López (El laberinto del fauno) y Françoise Lebrun (Vortex, La mamá y la puta).


José es un dibujante de comics argentino que vive en una ciudad de provincias francesa junto a su mujer y su hija. La pérdida de su trabajo, la crisis de pareja que llega con la recién nacida y el encuentro con un extraño vecino refinado y dandy bastante pasado, amante del vino y del jazz, le harán descubrir una serie de destrezas desconocidas: cuidar del bebé, salvar su pareja y asesinar a su vecino… una y otra vez todos los jueves mientras ambos  escuchan la célebre grabación del standard Sidney Bechet. La ventaja de estos asesinatos repetidos es que no tienen consecuencias. El muerto sigue siempre vivo.

Película de realismo mágico, del absurdo cotidiano, de la realidad imperfecta, de universos que conectan –a medio siglo de distancia- con los cuentos de un Borges o un Cortázar, “Pequeña flor” (1) habla de una pareja en crisis y un tipo desarraigado que no consigue encontrar su hueco en el país de adopción. Y el plus de asistir al concierto de una vieja gloria: Hervé Vilard, sobrado de kilos y años, interpretando el indestructible “Capri c’est fini” que triunfaba el verano de 1966.

(1) “Pequeña flor” se estrena en los cines madrileños el vienres 9 de diciembre de 2022

jueves, 1 de diciembre de 2022

“Donde acaba la memoria”, biografía del biógrafo Ian Gibson

“En un momento clave en la historia de nuestro país, ‘Donde acaba la memoria’ pretende contribuir a reabrir el debate sobre la memoria histórica y a atacar la amnesia de un país que sigue sin enfrentarse a su pasado más reciente y sin cuidar a figuras como Ian, cuyo trabajo nos recuerda, como lo hizo también Buñuel en sus memorias, que, si olvidamos, no somos”. (Cinemagavia)

 


“No tengo ganas de que nadie hurgue en mi pasado. Y, desde luego, si yo escribiera una autobiografía me callaría bastantes cosas. Yo sé, por experiencia, que nadie cuenta la verdad cuando hace una autobiografía”. Con esta sincera declaración comienza el documental de Pablo Romero Fresco sobre la parte más interesante de la vida y milagros de Ian Gibson (Dublín 1941), Hispanista con mayúsculas iralndés que ha dedicado 50 años a recuperar la memoria de nuestro país a través de las biografías de tres protagonistas imprescindibles: Lorca, Dalí y Buñuel.

 

En 1933 Luis Buñuel viajó a Las Hurdes, una región pobre y abandonada de Extremadura, para rodar el documental “Tierra sin pan”. 85 años más tarde, el hispanista Ian Gibson hizo el mismo viaje para completar el trabajo de una vida.

 

El documental “Donde acaba la memoria”(1) se centra en dos lugares emblemáticos,  Las Hurdes y la madrileña Residencia de Estudiantes, para construir el retrato de Ian Gibson. El viaje finaliza en Granada, donde, tras una búsqueda de me4dio siglo, Gibson está más cerca que nunca de encontrar los restos de Lorca como símbolo de reconciliación de un país que se resiste a hacer las paces con su pasado. Las aportaciones a la película del documentalista inglés Mike Dibb (The Miles Davis Story, Keith Jarrett. The Art of Improvisation, The Fame and Shame of Salvador Dalí), el cineasta Carlos Saura (Cria Cuervos, Bodas de sangre, Buñuel y la mesa del rey Salomón) y el escritor y catedrático de comunicación audiovisual de la Autónoma de Barcelona Román Gubern (Historia del cine, La censura, La caza de brujas en Hollywood, Los años rojos de Luis Buñuel), son un plus que los espectadores van a valorar.

 

El trabajo promocional de este documental nos recuerda que en 2015, cuando Ian Gibson trabajaba en la biografía de Buñuel, con la que esperaba cerrar su trilogía, el gobierno de Aragón le retiró la financiación prometida. Ian vendió parte de su piso, en el madrileño barrio de Lavapiés, para financiar el resto del trabajo pero se quedó a medias: “Yo he escrito el primer tomo de la biografía de Buñuel, pero no voy a escribir el segundo. Tendrá que hacerlo otra persona”.

 

El realizador, Pablo Romero Fresco, recuerda que en 1933 tampoco Buñuel tenía dinero para llevar a cabo su proyecto de “Tierra sin pan”, y que finalmente pudo hacerlo gracias a la ayuda de Ramón Ancín, un amigo al que había tocado la lotería. Él mismo ha explicado el origen del documental y el final de los ocho años que ha durado este último viaje de Ian Gibson.:

 

En 2015, también sin medios y ante la falta de interés institucional, pedí una ayuda en la University of Roehampton (Londres), donde daba clase de cine y traducción y me fui, junto con Ian y Mike Dibb, a Las Hurdes (…)Me hice cargo de la dirección del proyecto (…)

Nuestro viaje nos llevó a las Hurdes, pero también a La Alberca, La Peña de Francia, Sitges (…) y al piso de Lavapiés donde vive Ian y donde lo entrevistamos durante 7 horas, la primera vez que Ian concede una entrevista en detalle sobre su vida. Desafortunadamente, en 2016, cuando las 50 horas de rodaje estaban ya casi montadas en un corte de 80 minutos, entraron a robar en mi despacho de la Universidad de Roehampton y se llevaron las dos copias del montaje que teníamos en ese momento. El proyecto estuvo parado durante dos años, hasta que a principios de 2018, con una pequeña ayuda de una productora española, conseguimos financiación para acabar el rodaje. Hablé con Ian y me contó que estaba a punto de presentar la última edición de su primer libro, sobre el asesinato de Lorca, y que tenía datos nuevos sobre el posible paradero de sus restos en Granada. Se hizo evidente entonces que la forma de acabar esta película sobre Ian era precisamente allí, en Granada, donde todo empezó para él y donde ahora está más cerca que nunca de encontrar lo que lleva tanto tiempo buscando.

En Granada, grabamos un programa especial de Hoy por Hoy (Cadena Ser) con Ian sobre los restos de Lorca y su memoria y filmamos con él en el barranco de Viznar y en otras fosas comunes donde se encuentran los restos de cientos de personas asesinadas durante la España franquista. Además, accedimos por primera vez a su archivo de Fuente Vaqueros, al que Ian se refiere como su tumba, esta sí, abierta y accesible, donde reúne la investigación de toda su vida y la pone a disposición del que quiera saber más sobre nuestro país. En este archivo encontramos la grabación original de 1965 (inédita hasta ahora, ya que forma parte del documental) en la que Ian entrevistó al hombre que enterró a Lorca y que le dice exactamente dónde y cómo lo hizo”.

“Así, con esta última visita al lugar donde empezó todo, lo que comenzó siendo una revisión de Tierra sin pan y una reflexión sobre Buñuel y cómo Las Hurdes (y España) han cambiado desde entonces, acabó convirtiéndose en un retrato de Ian Gibson”

(1) “Donde acaba la memoria se estrena en el madrileño cine Doré este jueves, 1 de diciembre de 2022, y en el resto de cines el viernes, 2 de diciembre.  

 

(Querido Ian Gibson, compañero en los afanes de “Triunfo”, aquella publicación donde nos curtimos varias generaciones de periodistas cuando el oficio era todavía una vocación; afán que intentamos de alguna manera recuperar hace unos pocos  años y que terminó en la melancolía, con la desaparición de su alma mater, José Angel Ezcurra, el valenciano que primero se descubrió enamorado del cine –y de las estrellas- y terminó dirigiendo la revista-refugio del rojerío en el tardofranquismo. Querido Ian Gibson, gracias por tu tesón y tus investigaciones, gracias por tus retratos de Lorca y de Dalí y por esta última fotografía de Buñuel).