martes, 30 de enero de 2024

"Sala de profesores", un thriller pedagógico que denuncias las carencias del sistema escolar

 


Presentada en el último Festival de Berlín, donde ganó el Premio Europa Cinemas Label, y elegido para representar a Alemania en la carrera por el Premio a la Mejor Película Extranjera en los próximos Premios Oscar, la película “Sala de profesores” (“The Teachers Lounge”), dirigida por el alemán de padres turcos Ilker Çatak (“Once Upon a Time... Indianerland”, “I Was, I Am, I Will Be”, “Stambul Garden”), es un drama escolar protagonizado por Leonie Benesch (“La cinta blanca”, serie The Crown), Eva Lobau (“Malditos bastardos”) y Leonard Stettnish, que se detiene un momento en la historia de Carla Nowak, una profesora de matemáticas y deportes de origen polaco que encuentra su primer trabajo en una escuela alemana de secundaria.

Basada en hechos reales, “Sala de profesores”, entre thriller y parábola social,  parte de una serie de robos en la escuela que provocan una paranoia generalizada. Como se sospecha de uno de sus alumnos, que casualmente es árabe hijo de inmigrantes,  Carla  (Leonie Benesch, excelente) intenta llegar al fondo del asunto por su cuenta, pretendiendo mediar entre padres indignados, colegas obstinados, estudiantes agresivos y una dirección que no sabe gestionar la crisis, sin tener en cuenta que sus ideales y sus intenciones fracasarán ante la rígida estructura del sistema escolar.

Para su cuarto largometraje, el realizador Ilker Çatak ha elegido un interesante thiller pedagógico que, analizando algunos de los muchos problemas que aquejan a los sistemas escolares en casi todos los países,  consigue mantener un cierto suspense y el interés del espectador con su efecto de “bola de nieve” que crece a medida que se acumulan las complicaciones, que se incorporan nuevos personajes a la trama: profesores que incitan a la delación, alumnos chivatos, padres preocupados, la maquinaria de los rumores funcionando a toda velocidad… víctimas y verdugos intentando encontrar al responsable de los robos, todos buscando un chivo expiatorio…Y entre todos, Oskar -un alumno que intenta proteger a su madre trabajadora en la oficina de la escuela y sospechosa de los robos-, un personaje que parece hecho a la medida del adolescente Leonard Stettnish.

 

En “Sala de profesores” (1) l realizador Ilke Çatak ha puesto de manifiesto algunas de las cuestiones “que atraviesan las fronteras y las culturas sobre el sistema de educación, la pérdida de fe de los profesores, el racismo sistémico, el niño-rey, la crisis de los medios de comunicación y, últimamente, el declive de las democracias”. (Anne-Frédérique Hébert-Dolbec, Le Devoir).

 

lunes, 29 de enero de 2024

“Misántropo”, una mujer a la caza de un asesino en serie

 

 

« Encuentro de dos desesperados, reflexión sobre las fronteras del bien y del mal, « Misántropo » es el género de suspense sin pretensiones  pero eficaz, que funciona durante durante las dos horas que dura » (Les echos) 

 


Mezcla de investigación policial e intriga, el thriller “Misántropo”, debut en Hollywood del argentino Damián Szifron (“Relatos salvajes”, “Tiempo de valientes”) e interpretada por Shailene Woodley (“Divergente”, “Ferrari”), Ben Mendelsohn (“The outsider”, “Invasión secreta”, “Animal Kingdom”),  Jovan Adepo (“Babyon”, “Welcome to Derry”), Ralph Ineson (“The Creator”, “The Boy: la maldición”), Richard Zeman (“Testigo a la fuga”), Dusan Dukic (“Amnesia. El enigma”) o Jason Cavalier (“Guardianes de la Galaxia”)., trata sobre un asesino en serie con la originalidad de ofrecer los puntos de vista de la policía que le busca y del criminal que se le escurre en la ciudad de Baltinore.  

Un thriller con un sólido guión, que es también una sátira del mundo contemporáneo, en el que un equipo poco entrenado, a las órdenes de un ambicioso jefe del FBI, intenta dar caza a un asesino loco que dispara sin motivos a la multitud, en el que algunos críticos han encontrado reminiscencias de películas tan celebradas como “El silencio de los corderos” o “Seven”.


 Eleanor (Shailene Woodley) una joven investigadora policial, ex toxicómana que lucha contra los demonios de su pasado, es reclutada por el investigador jefe del FBI (Ben Mendelsohn) para ayudar a perfilar y rastrear el trabajo de un individuo perturbado. A medida que la policía y el FBI inician una persecución por todo el país, se ven frustrados a cada paso por el comportamiento sin precedentes del homicida. Dada su torturada psique, Eleanor puede ser la única persona capaz de comprender la mente de su agresor y llevar ante la justicia a un asesino verdaderamente singular que cuenta sus víctimas por decenas. La película no se centra en la identidad del psicópata, sino en su persecución, lo que sirve de pretexto al realizador para dibujar el retrato de una mujer de nuestros días.  

 

(1) “Misántropo” llegará a la cartelera madrileña el próximo viernes 2 de febrero de 2024.

 

jueves, 25 de enero de 2024

“Rodeo”, película sobre una juventud desesperada que busca salidas en la velocidad

« En la herencia de las grandes películas sobre la desesperación de la juventud, Lola Quivoron reinventa los códigos del género y de la puesta en escena en un primer largometraje de espectacular maestría». (Bruno Deruisseau, Les Inrocks)




Premio « Coup de cœur » en la sección Un certain Regard del Festival de Cannes y Premio a la Mejor Actriz para su protagonista, Julie Ledru que debuta en el cine, “Rodeo”, primer largometraje de la realizadora  francesa Lola Quivorón narra la integración de una joven aficionada a las motos en una banda clandestina de adeptos al motocross urbano, una práctica que consiste en conducir, habitualmente sin casco,  sobre asfalto a toda velocidad y realizar figuras acrobáticas, también conocida como “rodeo urbano” o “Rodeo salvaje”, una práctica marginal y peligrosa que se lleva a cabo en la vía pública y entre peatones y coches.

Se trata de una película que ha sido objeto de viva polémica en Francia, donde una frase de la realizadora que, sacada de contexto, daba a entender que había dicho que la policía es la responsable de la mayoría de los accidentes que ocurren en los “rodeos” que habitualmente tienen lugar en los barrios-dormitorio de los suburbios parisinos. Unas prácticas que con frecuencia aparecen en las páginas de sucesos de la prensa, pero no es este el aspecto tratado en la película “Rodeo” , que sigue a los partidarios de “una disciplina medio deportiva medio artística”, esencialmente muy peligrosa aunque practicada en ciertos ambientes”.

La cineasta se ha defendido asegurado que en absoluto ha hecho apología del rodeo salvaje, que ninguna de las escenas de la película se ha rodado en el asfalto ciudadano, que ella solo ha filmado a los moteros en extensión de campo abierto, sin pasos de peatones ni coches en las cercanías, y que la intención de la película nada tiene que ver con lo que se ha publicado: « Yo soy realizadora de películas. No soy ni periodista de investigación, ni cronista, ni tampoco una personalidad política. No estoy acostumbrada a la exposición mediática. Lo que me enseña la polémica provocada en el Festival de Cannes (…) es que cada palabra pronunciada en un marco mediático lleva aparejada una responsabilidad innegable (…) Una frase sacada de contexto ha generado mucha incomprensión y violencia (…) por la policía que se ha sentido señalada (…) por las familias de las víctimas causadas por accidentes en la vía pública. Violencia que o misma he recibido a través de andanadas de insultos diarios . Las redes se han saturado con mensajes y comentarios sexistas y racistas instrumentalizando mi película (…) Si, hay accidentes, pero yo no generalizzo imputándolos exclusivamente a la policía. Solo sé que en esos rodeos urbanos, de los que se habla, algunos moteros resultan heridos o han encontrado la muerte mientras eran perseguidos por la policía”.

En “Rodeo” (1), espléndida película violenta y terrible “con aires de epopeya salvaje” sobre una juventud desesperada que se desahoga corriendo y haciendo cabriolas sobre una moto,  Julia, una joven de la que no se ocupa nadie, que vive de pequeños trabajos y trapicheos, siente auténtica  pasión por las motos. Un día conoce a una pandilla de moteros dedicados al motocross urbano y se infiltra en ese medio clandestino, constituido por jóvenes de su edad, que también se dedican a robar motos, cambiarles los números de serie  y revenderlas, dirigidos por un delincuente adulto que dicta las órdenes desde su celda de la cárcel. Hasta que un accidente cuestiona la posición de Julia en  la banda...

 

Todo el peso de la película descansa en la magnífica interpretación de Julie Ledru, apasionada de las motos desde los 10 años, ha frecuentado los lugares elegidos para  las carreras y asegura que a los moteros no les hace ninguna gracia ver a una chica entre ellos. Su historia inspiró a la realizadora, quien inicialmente había pensado en un chico como protagonista. Con su aspecto desafiante y su irreverente lenguaje, el personaje de Julia consigue entrar en ese universo masculino y hacerse un lugar entre ellos.  



(1) “Rodeo” se puede ver en los cines de Madrid a partir de este viernes 26 de enero de 2024.

 

miércoles, 24 de enero de 2024

“Faro”: drama familiar con la enfermedad mental como leitmotiv


Definida como “un thriller de terror íntimo con una visión femenina”, la coproducción hispano-argentina “Faro”, segundo largometraje de la realizadora Angeles Hernández (“Isaac”), es un drama familiar protagonizado por Hugo Silva (“Los hombres de Paco”, “El cuerpo”, “Un amor”), Zoe Arnao (“Las niñas”), Sergio Castellanos (“Malasaña 32”) e Irene Montalá (“Insensibles”, “Nubes de verano”).

Tragedia con tintes oníricos sobre la depresión, “Faro” (1) es la historia de la relación entre un padre y su hija adolescente tras la muerte de la madre en un accidente mientras se bañaba en el mar. Sobre el fondo de hermosos y abruptos paisajes menorquinos, y jugando con las luces y sombras del faro, la película reflexiona sobre la familia y sobre los sentimientos de dolor,  ausencia y culpa.

Lidia y su padre, Pablo, regresan  al faro familiar tras pasar por el amargo trago de asistir a la muerte de la  madre mientras la familia disfrutaba de una jornada en velero en alta mar. En el pueblo viven una prima de la difunta, que es una mujer maltratada por su compañero, y su hijo, un joven complicado que se desahoga subido en la moto.  Pablo está muy preocupado por su hija: Lidia ha quedado muy afectada tras el accidente, está desequilibrada emocionalmente e incluso ha protagonizado un intento de suicidio. En un ambiente de mutua desconfianza –Lidia soporta muy mal la vigilancia a que le somete su padre y Pablo teme que en cualquier momento la niña, que llena sus cuadernos de dibujos extraños, reincida-,  Lidia cree que en el faro están pasando cosas extrañas y que hay un peligro acechándoles. La adolescente tendrá que enfrentarse a sus mayores miedos y hacer frente a la amenaza y los monstruos que se ciernen sobre ella, sobre su padre y sobre el Faro antes de que sea demasiado tarde.

(1) “Faro” podrá verse en los cines de Madrid a partr del viernes 26 de enero de 2024.

martes, 23 de enero de 2024

“Milady”. Los tres mosqueteros”, intriga en palacio con las espadas más famosas de la literatura

 


El drama histórico “Milady. Los tres mosqueteros
 sigue la apasionante aventura de los mosqueteros completando la  adaptación de la novela francesa de aventuras más célebre de todos los tiempos, escrita por Alejandro Dumas

 

Como su predecesora “Los tres mosqueteros. D’Artagnan”, “Milady”(1)  es una conseguida adaptación  de la histórica novela  que ha dirigido el cineasta francés Martin Bourboulon (“Eiffel “, “Papá o mamá”)  y está interpretada por un casting de lujo empezando por Eva Green (“Casino Royale”, “Sombras tenebrosas”), en el papel de la intrigante y provocadora Milady de Winter, y siguiendo con  Vincent Cassel (“Promesas del este”), Romain Duris (“El albergue español”, “L?arnarcoeir”), Pio Marmaï (“Zoe”,Tempestad”) y “François Civil” (“Nuestra vida en la Borgoña”) como los emblemáticos mosqueteros de Dumas.

 

Repiten en sus respectivos roles como rey y reina de Francia el actor y cineasta Louis Garrel (“Mujercitas”) y la luxemburguesa y ganadora del European Film Award a la mejor actriz de 2022 Vicky Krieps (“El hilo invisible”, “Viaje hacia el desierto” - https://aqui.madrid/viaje-hacia-el-desierto-biopic-sobre-la-escritora-ingeborg-bachmann-un-mito-austriaco/). Y nos reencontramos también con Lyna Khoudri (“La crónica francesa”), que interpreta a Constance Bonacieux , la compañera de D’Artagnan, y con Eric Ruf (“El oficial y el espía”), como el poderoso y manipulador cardenal Richelieu.

 

Desde el museo del Louvre al Palacio de Buckingham, pasando por las alcantarillas de París y el asedio de La Rochelle... En un reino dividido por guerras religiosas y bajo la amenaza constante de la invasión británica, un grupo de hombres y mujeres decidirán empuñar sus espadas y unir  su destino al de Francia.

 

Me confieso una inveterada seguidora de las coloridas aventuras de los tres mosqueteros desde mi infancia en un país del color gris de las dictaduras. Mientras la guerra de religión divide a Francia, las intrigas de palacio y el espionaje están a la orden del día cuando los mosqueteros Athos, Porthos, Aramis y D’Artagnan –en este caso con espada pero sin capa- intentan llevar a cabo una misión en Londres para prevenir la invasión, en el mismo momento en que el enemigo tiene asediada La Rochelle . Milady –agente doble o triple, que empieza donde termina D’Artagnan-, seductora, amorosa y traidora, une a su encanto los preparativos de una venganza personal iba a hacer temblar al reino.

 

La película “espectacular pero también divertida y conmovedora “(Closer),  magnífica en los duelos que son auténticas coreografías,  sigue las peripecias guerreras de los mosqueteros pero también se detiene en detalles de sus vidas privadas

 

Desde su publicación, hace 178 años, “Los Tres Mosqueteros” sigue siendo una de las novelas de aventuras más famosas y apreciadas del mundo. A través de sus emblemáticos personajes, desde D’Artagnan, Athos, Aramis y Porthos hasta el Cardenal Richelieu y su espía Milady de Winter, la novela ha impregnado la cultura popular. Los valores de lealtad y compañerismo encarnados por los héroes de esta historia han contribuido a la divulgación de la obra a través de las sucesivas épocas y generaciones. 

 

(1) “Milady. Los tres mosqueteros” se puede ver en los cines de Madrid a partir del viernes 26 de enero de 2024

 

 

 

 

 

 

lunes, 22 de enero de 2024

'Little Richard: I Am Everything”: éxitos y demonios del auténtico rey del rock’n’roll

 


 




Little  Richard, fallecido a los 87 años
 en 2020,  presumía de haber inventado el rock’n’roll: “No fue Elvis, fui yo” repetía en las emisoras y los platós. Nació el 4 de diciembre de 1932 en Macon, Georgia, un lugar en el que los negros cantaban blues por las esquinas. Su padre, Charles (“Bud”) era un diácono adventista que tenía un club nocturno y una destilería clandestina de alcohol; y regañaba a Richard porque cantaba la misa a gritos. Su madre tuvo doce hijos, lavaba la ropa en una tabla de madera  y todos los días guisaba una olla de alubias y otra de arroz con acelgas. Su abuelo tenía un piano, que el niño –cuyos pies no llegaban al suelo- machacaba para desgracia de los vecinos. De pequeño, él también quería ser pastor. Los domingos asistía a dos iglesias, en la de su madre estaba quieto, en la del padre cantaba en el coro y a veces se desgañitaba.

 

Nació con una pierna más corta que otra. Era queer, diferente, excéntrico, extravagante,  y de vez en cuando drag queen con el pseudónimo de Princess LaVonne. En una entrevista en televisión dijo que había salido del armario muy pronto. Se ponía los abalorios de su madre en las chaquetas y las camisas. Se maquillaba, era muy afeminado y eso sacaba de quicio a su padre, que acabó echándole de casa. Empezó cantando en un club gay clandestino de su ciudad, luego recorrió el sur en un  periplo itinerante cantando la única canción que se sabía, en grupos que hacían números de transformismo  y en los que a veces la música era una excusa para vender extraños productos (como aceite de serpiente) a una clientela que creía en la magia y la reencarnación. Grabó su primer disco en el vestíbulo de una productora.

 

Su padre le perdonó cuando empezó a vender discos, le hizo regresar a la casa familiar y ponía sus canciones en el club. Después, un viernes el padre murió (asesinado, dicen, por un amigo) y, para contribuir a los gastos familiares, Richard empezó a trabajar en un restaurante –donde no le dejaban ni comer ni ir al baño- lavando los platos.

 

Cuando en 1955 grabó “Tutti Fruti, Good Booty” – una canción que iba de sexo anal a la que una letrista, Dorothy La Bostrie, cambió las palabras sobre la marcha para que pudiera interpretarla en un escenario- se consideró una canción de negros de las que no se escuchaban en las emisoras de los blancos. Su salvación fue la llegada de los primeros DJ independientes a las emisoras: los chicos blancos iban en sus coches escuchando la música negra que ponían los DJ blancos, y en especial el mítico Alan Freed, en sus programas de radio, primero en Cleveland y luego en Nueva York.  Ellos fueron quienes popularizaron el término rock and roll, mientras Little Richard iba encadenando éxitos : “Long Tall Sally”, “Rip It Up”, “Baby face” y todos los demás.  

 

Little Richard fue el icono de la primera generación de jóvenes estadounidenses que aceptaron llamarse “teenagers”, aunque su gran éxito lo popularizaron dos cantantes blancos, Elvis Presley y Pat Boone, que vendieron millones de copias y ganaron discos de oro: él cobraba medio centavo por cada copia que vendían. Pero entonces los chicos blancos empezaron a ir como espectadores a los conciertos de los negros. “Mi música rompió las barreras de la segregación” decía.

 

Compró su primera casa en California con el adelanto de una productora, y llevó a vivir allí a su madre y todos sus hermanos. De pronto cambio de vida, se cortó el pelo y se inscribió en la escuela adventista. Llevaba siempre una Biblia en la mano y cantaba Gospel. Se casó con Ernestine Penniman. Más tarde se divorció de Ernestine –aunque siguió pagándole el alquiler durante toda su vida-, sacó del baúl los trajes, capas y lentejuelas que había escondido, y volvió a maquillarse. Toda su vida “fue un combate entre la música y la religión, entre el rock y la religión” (Mark Kermode, The Guardian).  Años más tarde volvió a ir acompañado de una Biblia, y a cantar en mítines y concentraciones religiosas.

 

Subestimado durante gran parte de su carrera, en 1986 estuvo entre los que inauguraron el “Hall Rock and Roll Fame”, aunque no pudo asistir porque convalecía de un accidente de automóvil. A los 64 años, en 1997, recibió el Award Merit (Premio al Mérito) y lo recogió, con los ojos llenos de lágrimas,  diciendo que era algo que le debían: Yo soy el creador, yo soy el emancipador, yo soy el arquitecto del rock’n’roll…”. Antes habían proyectado sendos vídeos de reconocimiento de Keith Richard y David Bowie. Años antes, Elvis Presley había irrumpido en su camerino y le había dicho: “No te preocupes, tu siempre serás el rey del rock’n’roll”.

 

Sin embargo, los contratos que las productoras ofrecían a los músicos negros, les privaban de cobrar sus derechos de autor, una batalla en la que Little Richard fue pionero luchando por lo que le debían. Más difícil fue ganar la batalla por el reconocimiento. Hay que recordar su famoso “Y el ganador es…yo!”, de su discurso en la entrega de los Grammy de 1988: “Nunca me habéis dado un Grammy y llevo muchos años cantando”.

 

« Little Richard: I Am Everything »(1), un agradable y entretenido documental realizado por la aframericana Lisa Cortés (“Invisible Beauty”, “The Remix Hip Hop X Fashion”, « All In: The Fight for Democracy »), examina las muchas teorías que han  circulado sobre una estrella de la canción que se adelantó a su tiempo. En la película opinan sobre la música de Little Richard artistas como el cineasta  John Watersquien declara orgullosamente que su bigote pintado es « un ‘homenaje retorcido’ del pequeño Richard” - , Tom Jones, Mick Jagger, Paul McCartney o Nile Rodgers, entre muchos otros. Y entre las curiosidades, lo ocurrido el 12 de octubre de 1962 en el Tower de New Brighton : Little Richard daba un concierto producido por el promotor de Liverpool Brian Epstein, quien le pidió que posara en una foto con sus “protegidos” , The Beatles. Una imagen icónica que aparece en la película.  Por su parte, Mick Jagger confiesa haber visto a Litte Richard « lo menos treinta veces » durante la gira que efectuó en 1963 en Europa.

 

Hace unas semanas, la BBC emitió el largometraje de producción anglo-estadounidense  “Little Richard: Long and Queen of Rock’n’Roll” (Little Richard: el Rey y la Reina del Rock’n’Roll), de James House, que puede verse en alguna plataforma. Aunque hay imágenes de archivo y personas que se repiten en el documental que ahora comentamos, las dos películas se acercan a la figura del músico de manera diferente. En esta se reflexiona más sobre el aspecto queer (la palabra tiene muchas definiciones, para simplificar digamos que equivale a “diferente”; hoy diríamos que era bisexual, y en una ocasión  declaró llevar catorce años privado de sexo ), siempre en evolución, de Little Richard, a base de imágenes de archivo del artista cantando o en entrevistas en la televisión, y declaraciones de  una ingente cantidad de personajes, de distintas procedencias y generaciones,  que conocieron y le trataron al personaje fuera de la norma y, al decir de muchos de ellos, hecho para el espectáculo, pero en realidad profundamente atormentado.

 

(1) « Little Richard : I An Everything » se estrena en Madrid el viernes 26 de enero de 2024

 

 

jueves, 18 de enero de 2024

“Viaje hacia el desierto”, biopic sobre la escritora Ingeborg Bachmann, un mito austriaco

“Un paseo burgués por una Europa de tarjeta postal: acordeón en la cave parisina, Vespa  por las calles de Roma… y en cada escena un vestido satinado nuevo, tan nuevo que esperamos ver aparecer la etiqueta en la espalda de la protagonista” (Le Polyester)

 


“Viaje hacia el desierto” (“Ingebord Bachmann. Reise in die Wüste), dirigida por Margarethe von Trotta ( “El honor perdido de Katharina Blum”, “Los años de plomo”, “Rosa Luxemburgo”, “Hannah Arendt”, “Las hermanas alemanas”) y protagonizada por la actriz luxemburguesa  Vicky Krieps (“El hilo invisible”, “Abrázame fuerte”- https://aqui.madrid/abrazame-fuerte-de-mathieu-amalric-una-mujer-que-se-va/, “Tiempo”, “La emperatriz rebelde” - https://aqui.madrid/la-emperatriz-rebelde-de-marie-kreutzer-una-version-moderna-y-feminista-de-sissi/ , “Los tres mosqueteros. D’Artagnan”), es un biopic sobre la escritora austriaca Ingeborg Bachmann, con especial atención a la apasionada relación amorosa que mantuvo con el dramaturgo suizo Max Frisch, interpretado por el alemán Ronald Zehrfels (“Barbara”, “Phoenix”, “Fritz Bauer, “Un héroe”- https://aqui.madrid/un-heroe-de-asghar-farhadi-el-circulo-vicioso-de-la-mentira/ ).

 

La película –demasiado tópica y demasiado evidente en ocasiones-, en la que sobresale la interpretación de la pareja,  se interesa por los cuatro años que pasó Bachmann junto a Max Frich en Zurich y el viaje que emprendió a través del desierto, junto a un joven amigo homosexual,  para reencontrarse a sí misma y a su escritura.

 

La escritora y poetisa  Ingeborg Bachmann se encontraba en la cima de su carrera cuando, en 1958, conoció en París a Max Frisch. Ambos vivieron un amor apasionado que en los momentos más agudos degeneró en autodestrucción. La pareja se amó y se odió durante cuatro años, en los encuentros que tuvieron en París, Roma y Zurich, especialmente en esta localidad suiza donde montaron una especie de hogar que, desde el primer momento evidenció todos sus fallos y carencias, fundamentalmente el aspecto más machista del celoso dramaturgo que defiende la continuidad de los roles tradicionales de la pareja, frente a la necesidad de Ingeborg de sentirse libre y preservar algunos aspectos de su intimidad. Ingeborg tenía amigos anteriores que intentaron ayudarla en los momentos más problemáticos: entre ellos el editor Hans Werner Henze y el joven Adolf Opel, periodista vienés y hombre de letras, quien le invitó a hacer un viaje al desierto para intentar curar el sufrimiento que le había causado la separación de Frisch. Allí, en una especie de viaje purificador,  al calor hostil del desierto Ingeborg rememoró los años pasados junto a él, al tiempo que fue recuperando poco a poco la esperanza, y la voluntad de vivir.

Cuando ha transcurrido medio siglo de la trágica muerte de Ingeborg Bachmann, en 1973 a la edad de 47 años, en un hospital romano tras haberse quemado en el incendió que provocó al dormirse con un cigarrillo encendido en la mano –probablemente después de ingerir sedantes y neurolépticos como tenía por costumbre-  la escritora sigue siendo un mito en Austria y en particular en la ciudad de Klagenfurt, donde nació y está enterrada, y donde están transformando su casa natal en un museo. El país también ha celebrado el aniversario con exposiciones sobre su obra y la correspondencia que intercambió con Max Frisch, el escritor francés Paul Celan y el poeta italiano Ungaretti, y se ha recuperado la película “Malina”, basada en la única novela escrita por Ingebord, realizada en 1991 por el director alemán Werner Schroeter.

La suya es una influencia que perdura y ha traspasado fronteras. Es difícil hacer un resumen de su obra ya que, aunque destacó como poetisa también escribió ensayos, una novela, guiones y obras dramáticas cortas para la radio, colaboró en la prensa de su país  y tradujo a escritores de otras latitudes, especialmente al italiano Ungaretti. También fue libretista para el compositor Hans-Werner Henze. La experiencia de la segunda guerra mundial jugó un papel importante en sus escritos. En un puñado de páginas que tituló « Diario de guerra », Ingeborg Bachmann contó la vida de la joven de 18 años en su ciudad natal, sola en la casa familiar cuando empezó el bombardeo aliado. Su padre había ido voluntario al frente y su madre se había trasladado, con la hermana mayor y el hermano pequeño, a la pequeña casa de vacaciones que la familia tenía en Vellach. Según la Premio Nobel de Literatura  Elfriede Jelinek “por medios radicalmente poéticos, Bachmann ha descrito la continuación de la guerra, de la tortura, de la aniquilación, en la sociedad y en las relaciones entre hombres y mujeres”.

Escritora desde la infancia, Ingeborg Bachmann, nacida en 1926, cursó estudios de derecho, filología germana y psicología, especializándose en filosofía con una tesis de doctorado sobre Heidegger, en la Universdad de Viena, en 1950. “Es característica de su obra la imbricación entre poesía y prosa, entre ficción y ensayo, entre literatura y filosofía, entre literatura y música, lo que impide hacer una categorización muy estricta (…) Ingeborg Bachmann era una persona que cruzaba fronteras, tanto en su obra como en su vida vagabunda”. (Françoise Rètif, ensayista, especialista en literatura alemana y austriaca).

 En “Viaje hacia el desierto” (1),  que en realidad es un homenaje a  la escritora -de realización muy clásica, algo torpe pero entretenido-, la directora alemana Margarethe von Trotta, Premio del Cine Europeo por el conjunto de su carrera, a sus más de 80 años ha optado, en el largometraje que hace el número dieciocho de su carrera,  por una refinada narración de ida y vuelta, de saltos en el tiempo entre el pasado y el presente, entre los malos recuerdos y la esperanza de encontrar otros horizontes, más centrado en la vida personal que en el trabajo de la escritora, que apenas se evoca en algunas escenas de lectura de textos y entrevistas para la prensa.

En todas las ocasiones, Ingeborg Bachmann aparece rodeada de hombres, apenas alguna mujer más pasa  por la película (la joven que es causa final de la separación de la pareja). Ciertas escenas caseras, que huyen deliberadamente del panfleto feminista,  presentan a la poetisa como una mujer frustrada que grita sus deseos de liberación; se trata de situaciones un  tanto forzadas en el relato cinematográfico que, en fin de cuentas, es una historia de celos y de ruptura de lo más clásica.

 

(1) “Viaje hacia el desierto” se puede ver en los cines de Madrid a partir del viernes 19 de enero de 2024.

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martes, 16 de enero de 2024

“El Correo” de Daniel Calparsoro: o el dinero a lo bestia corrompe a lo bestia


“El correo” –donde se demuestra que un buen guión casi siempre garantiza  una buena película- es  un thriller con tintes de comedia negra inspirado en hechos reales muy actuales, escrito por Patxi Amezcua (“Infiesto”) y Alejo Flah (“Taxi a Gibraltar”), dirigido por Daniel Calparsoro (“Todos los nombres de Dios”, “El aviso”, “Hasta el cielo”) y protagonizado por Arón Piper  (“Fatum”, “El silencio”, “El desorden que dejas”) junto con María Pedraza (“Awarennes”, “Las niñas de cristal”, “La casa de papel”), Luis Tosar, (“La ley del mar”, “Celda 211”, “Meritxel”),  la actriz belga Laura Sépul (“Baeak”, “Into the Night”, “Enemigo público”,, Nourdin Batan (“Todos los nombres de Dios”), José Manuel Poga (“El cuerpo en llamas” y Luis Zahera (“As bestas”, “Entrevías”, “Celda 211).

Lo que se cuenta en “El correo” también debe formar parte de la memoria, de lo que está prohibido olvidar porque las víctimas fuimos los habitantes de un país entero, se trataba del dinero de todos, tocaron las cosas del comer que, como se sabe, son sagradas. El tiempo de cárcel que han purgado algunos de los implicados no puede ser  una compensación

Según el director de esta muy recomendable película “El correo” narra la ‘época dorada’ tras la llegada del euro a España siguiendo las peripecias de un joven buscavidas, y su ascenso desde la calle a la cima de la corrupción que campeaba en  los años de la burbuja inmobiliaria” y aunque de entrada avisa eso de que cualquier parecido con personas,… etcétera, por si nos quedaba alguna duda aparecen imágenes de Rato, Jesús Gil, el novio de la Pantoja y la propia tonadillera, El Pocero, esa persona de la que usted me habla, Mariano Punto Rajoy y la inefable María Dolores Cospedal (el “de” fue un añadido de  cuando se vino a conquistar Madrid desde Albacete) quien –lástima que no hable, que sea solo una foto- , podría perfectamente formar parte del casting para la vertiente “comedia con tintes negros” de esta historia que da en el clavo.  

“El correo” es la historia de un joven que no tenía nada y se atrevió a tenerlo todo, hasta que todo explotó en las narices. Una historia de alto voltaje sobre el exceso y los delirios de grandeza, reflejo de una época que nunca puede volver.  Un relato en el que la vida del protagonista transcurre al compás de algunos de los momentos más emblemáticos de la historia reciente.

La acción arranca en 2002, cuando España entra en el euro. Es tiempo de oportunidades para los listos como Iván, un chaval de Vallecas al que su barrio se le queda pequeño. Desde su puesto de aparcacoches en un lujoso club de golf de la capital, pronto dará su primer gran paso convirtiéndose en correo para una organización internacional con parada y fonda en Bélgica, dedicada al blanqueo de dinero. Iván empezará una carrera imparable transportando maletines rumbo a Bruselas y Ginebra.

Pero Iván no puede dejar de mirar hacia lo más alto. El dinero negro de verdad fluye en la Costa del Sol donde lo mueven empresarios de la construcción, políticos corruptos, banqueros, deportistas, la mafia china... Iván quiere su parte del pastel.

 

(1) “El correo” se puede ver en Madrid a partir del viernes 19 de enero de 2024.

lunes, 15 de enero de 2024

"Felices 50", los amigos de siempre en la película de siempre

 

« Dos horas con millonarios que se aburren, todo un programa » (Lino Cassinat, Ecran Large)

 


Del género disparate francés de amigos cincuentones que pretenden divertirse en unos días de vacaciones como si fueran adolescentes, “Felices 50” (“Plancha”) es, en cierta manera, una continuación de “Barbacoa de amigos”, una taquillera película (en Francia, aquí estamos un poco cansados de estas historias grupales que pasan la hora y media de proyección mayoritariamente dedicados a comer y beber) que en 2014 consiguió casi dos millones de espectadores lo que, sin duda, ha servido de acicate para que el director Eric Lavaine (“Vuelta a casa de mi madre”)  lo intente de nuevo. Con escaso éxito.

 Desaparecida de la cita vacacional la actriz Florence Foresti, se mantienen el resto de los amigos de la primera entrega: Lambert Wilson (“De Gaulle”), Franck Dubosc (“Sobre ruedas”), Guillaume De Tonquédec (“Delicioso”), Caroline Anglade (“Belle y Sebastián: la nueva generación”), Lionel Abelanski (“Cartas a Roxane”) y Lysiane Meism.

 El motivo para reunirse en, en esta ocasión, el cincuenta cumpleaños de Yves, que sus amigos han pensado celebrar con un viaje a Grecia. Cancelado su vuelo, el grupo decide trasladarse a la casa familiar que el homenajeado tiene en Bretaña. Allí, en esa convivencia que ya no es la de los campamentos juveniles, saldrán a la luz las pequeñas miserias de todos ellos poniendo a prueba esa amistad que había conseguido pasar la prueba del tiempo.

 Pero es justamente el tiempo lo que falla en esta ocasión. En Bretaña llueve con ganas, lo que no es ninguna originalidad, de manera que los amigos se aburren (“lo mismo que el espectador”, La Voix du Nord), pasando del Trivial, al Monopoly y  a los puzles, y dando salida a las muchas frustraciones que cualquier vida de hombre  “normal” es capaz de acumular en medio siglo. Las mujeres de la película permanecen siempre en un segundo plano “tratadas como ficus calmantes que reparan los juguetes rotos por sus infantiles maridos”, tampoco ellas aportan nada especial a la poco más de hora y media de proyección.

“Felices 50” (1) es una película poco feliz, antigua hasta decir basta (en un reseña francesa la califican de antediluviana), que solo podría tener un pase vista en la televisión una aburrida tarde de domingo invernal.

 

 

 

(1) “Felices 50” llegará a los cines de Madrid el próximo viernes 19 de enero de 2024.

 


 


“Slow”, emocionante historia de un amor atípico

“Como en el circo:  ¡Más difícil todavía!  Una profesora de ballet moderno + un intérprete de lenguaje de signos que, además, es asexual.  Y todo ello en Lituania. El caso es que sale una buena película, que se ve hasta el final” (Un espectador)

 


“-¿Qué es ser asexual?

-Que no te atrae sexualmente nadie”

Representante de Lituania en la próxima edición de los Premios Oscar en la categoría de Mejor Película Internacional y ganadora del premio a la Mejor dirección en el Festival de Sundance 2023, “Slow” (1), segundo largometraje de la directora lituana Marija Kavtaradze (“Summer Survivors”, Mejor Realización en el Festival de Karlovy Vary en 2018), es una valiente y cautivadora película que relata la historia de amor atípica entre Elena y Dovydas, una profesora de danza moderna y un intérprete del lenguaje de signos, dos personas que se siente inmediatamente atraídas y establecen una relación que se pone a prueba cuando Covydas confiesa a Elena que solo siente un amor romántico por ella.

Greta Grinevičiūtė y Kęstutis Cicėnas, protagonistas de esta inusual historia, cumplen a la perfección en el intento de la pareja por encontrar una manera convincente de vivir ese amor respondiendo a las necesidades de ambos. En lugar de plantear una diatriba sobre las sexualidades alternativas, la directora de esta excelente película ha optado por reconocer que a veces las personas no tenemos respuestas para todo. Ante ese elocuente silencio que explica todo mejor que muchos diálogos que pudieran resultar artificiales, ambos utilizan sus cuerpos para expresarse:  Elena canaliza sus frustraciones en los números de danza y coreografía  mientras que Dovydas hace de la traducción de la lengua de signos –que aprendió para acompañar a su hermano, sordo- una especie de balada amorosa que, aunque evidencia la intimidad física que existe entre ellos –los cuerpos no mienten aunque falten las palabras-  no tiene continuidad en la cama.

En palabras de la directora, “Slow trata sobre diferentes necesidades físicas y cómo afectan a la relación, la relación con tu cuerpo, las expectativas que tenemos sobre el romance, los roles de género en las relaciones, la necesidad de obtener aprobación a través del deseo y el sexo. Sobre todo, se trata de la aceptación de uno mismo y con los demás”. Sin exagerar en ningún momento, pero sin ingenuidad tampoco, lo que cuenta esta película no es  la historia de un amor platónico sino la de un amor que no tiene una visión tradicional de la intimidad, de dos personas que pueden amarse a pesar de tener  distintas maneras de vivirlo, que intentan conjugar en todo momento.

Estamos ante un poético drama romántico que se concentra en la vida de dos personas, una pareja que tiene una conexión inmediata, lo que les lleva a establecer una relación nada convencional para el resto de la gente pero que a ellos les va  a servir, psicológica y emocionalmente, para celebrar los menores detalles de esa unión  poco ortodoxa.

."Slow”  es una significativa investigación sobre el concepto del amor, cuidadosamente reconstruido por una realizadora cuyo dominio del oficio se traduce en una investigación comprometida y sincera sobre la condición humana ». ( International Cinefile Society,ICS).

 

 (1) “Slow” se estrena en los cines madrtileños el viernes 19 de enero de 2024