viernes, 31 de marzo de 2017

“Cantábrico, Los Dominios del Oso Pardo”, un documental imprescindible


En el norte de la Península Ibérica se levanta una imponente cordillera de más de 400 kilómetros como una gran barrera paralela a la costa del mar que lleva su nombre, el Cantábrico. En su otra vertiente, la cordillera Cantábrica se presenta repleta de cañones y apretados bosques continentales de hayas, robles y castaños. La influencia cálida del mar ha determinado un clima con elevadas precipitaciones originando montes de exuberante vegetación.

El cantábrico es un lugar mágico y misterioso donde muchos de sus rincones están aún por descubrir. Es el reino de los bosques, el dominio de los caballos salvajes, la tierra donde las nieblas esconden a los lobos ibéricos, a los gatos monteses y a los urogallos, el lugar donde la fantasía y la realidad caminan juntas. Un territorio salvaje que permanece aún en el olvido y que el mundo debe conocer.

Es el lugar perfecto para esconder gran número de animales y otras formas de vida que cohabitan desde tiempos inmemoriales. Pero por encima de todo, es el territorio de una de las criaturas más formidable del hemisferio norte: el oso pardo cantábrico. Y es precisamente ese fabuloso animal el que ha escogido para conducir su película Joaquín Gutiérrez Acha.

Ese mundo poblado de criaturas extraordinarias, algunas completamente desconocidas para quienes no vivimos en aquellos parajes, asiste al desarrollo de las cuatro estaciones como en un permanente compás de espera: hay quien aguarda el deshielo para salir de una somnolencia de meses; quien permanece al acecho de la siembra, o del florecimiento de los frutales, para hacer su trabajo de polinización; quien devora los tallos tiernos de matorrales que nunca llegarán a adultos; quien sale de cacería al amanecer, o al anochecer, quien emigra a las cumbres en busca de pastos y quien viene de paso, camino de otras latitudes y sobre todo otras bonanzas. Y hay quien se envuelve en sus hilos para esperar que se produzca el milagro de renacer a una vida distinta.

Todo esto está en “Cantábrico, los dominios del oso pardo”, un documental para amantes de la naturaleza, para estudiante en edad de formarse y para estudiosos de la biología y la ecología, realizado por Joaquín Gutiérrez Acha y producido por José María Morales. Una película rodada a lo largo de todo un año en Castilla-León, Cantabria, Asturias y País Vasco, en una sucesión de sierras y valles de 480 Km de longitud, con una anchura media de unos 1000 Km dentro de unos márgenes de entre 60 y 120 Km.

Es una producción de alta calidad, diseñada para poder ser proyectada en las grandes pantallas de cine y que pretende dar a conocer un territorio salvaje con una extraordinaria biodiversidad y prácticamente desconocido en los circuitos de cine y televisión nacionales e internacionales. Bajo el patrón de las cuatro estaciones se recorre la Cordillera Cantábrica contando las historias que protagonizan las diferentes especies: el oso pardo, el lobo, el gato montés, el urogallo, los salmones, las plantas carnívoras o las arañas y mariposas.

Los equipos de rodaje se han desplazado a los espacios naturales de la Cordillera Cantábrica para filmar sus rincones más ocultos y se han acercado a las especies más emblemáticas, para mostrar su vida privada y dejar constancia de conductas nunca antes filmadas. Para ello, se han utilizado los medios de rodaje más avanzados. Cámaras de ultra alta definición capaces de grabar a 6K y de alta velocidad, capaces de trabajar a más de 1500 fotogramas por segundo, para ralentizar movimientos inapreciables para el ojo humano. El time lapse se encarga de mostrar en pocos segundos fenómenos que duran días, como el crecimiento de unas setas en el bosque.

Joaquín Gutiérrez Acha, el director de “Cantábrico, los dominios del oso pardo” es naturalista, productor y cámara de documentales de vida salvaje. Ha sido el primer español en conseguir el apoyo y la financiación de las compañías de documentales más prestigiosas del mundo como National Geographic Television, BBC (Natural History Unit), Survival Anglia Televisión, Canal + España, Canal + Francia, Terra Mater Factual Studios, Parthenon Entertainment, etc. Sus programas han logrado una gran repercusión en el mercado internacional de documentales logrando numerosos premios y siendo emitidos por televisión en todo el mundo. Algunos de sus programas de mayor repercusión han sido El latido del bosque; El diablo de los matorrales; blindados de la noche; las montañas del lobo; Lince ibérico; Entre lobos y Guadalquivir.

José María Morales ha producido o coproducido más de 60 largometrajes que han conseguido numerosos premios nacionales e internacionales como Profundo Carmesí; El Crimen del padre Amaro; Nómadas del Viento; La Teta Asustada, El Nido vacío, La Perdición de los hombres; La Soledad; 14 kilómetros; El Faro de las Orcas y Guadalquivir.

jueves, 30 de marzo de 2017

“Ghost in the sell”, el cine no es el manga


«Gost in the sell» (Kökaku kidötai) literalmente «policías antidisturbios con caparazones ofensivos», concepto en ocasiones abreviado como GITS, es un manga futurista “ciberpunk” cuya acción transcurre en torno al año 2030, firmado por Masamune Shirow y publicado por primera vez en el Young Magazine de Japón en 1989. En 1991 y 1997 se publicaron dos secuelas –“Ghost in the sell 2: Man-Machine Interface” y “Ghost in the sell 1.5: Human Error processor”. La serie se convirtió después en cuatro películas de animación y distintos juegos de vídeo.

Una última adaptación de lo que comenzó siendo un manga de culto se estrena ahora en España, en una versión que mezcla un exceso de efectos especiales y trucos del más moderno cine de animación con tomas reales, y con Scarlett Johansson en el papel protagonista de la Major Motoko Kusanagi, convertido en “blockbuster (1) indigesto por el realizador británico Rupert Sanders” (Alicia Paulet, Le Figaro, -siempre agradezco infinitamente que alguien haya dicho antes lo que yo pienso-). Un blockbuster antitotalitario.

En un Japón futurista, Motoko Kusanagi (Scarlett Johansson, “La Dalia negra”, “El diario de una niñera”, “Lost in translation”), también conocida como The Major, es una agente especial cyborg, que lidera el grupo de trabajo de élite Sección 9. El objetivo de esta unidad de operaciones encubiertas dentro de la Comisión Nacional de Seguridad es luchar contra el ciberterrorismo y los delitos tecnológicos. Única en su género, humana salvada de un terrible accidente, tiene un cuerpo artificial con capacidades cibernéticas, lo que le permite luchar contra los criminales más peligrosos, pero también posee su primitivo cerebro humano, trasplantado, al que han añadido implantes que entre otras cosas le permiten acceder a Internet. La Major es la única capaz de combatir una nueva amenaza que permite piratear y controlar el espíritu de la gente. Intrigas políticas y secretos de estado rodean al misterioso hacker enemigo.

La película está dirigida por Rupert Sanders (“Blancanieves y la leyenda del cazador”) y completan el reparto los actores Michael Pitt (“Boardwalk Empire”, “Funny Games”), Juliette Binoche (“Nadie quiere la noche”, “Cosmópolis”), Pilou Asbæk (“Juego de tronos”, “Ben-Hur”) y Chin Han (“Independence Day: Contraataque”, “Capitán América: El Soldado de Invierno”). El director de cine japonés Takeshi Kitano (“Outrage”, “Sonatine”) hace una colaboración especial.

En pantalla grande, «Ghost in the sell» resulta un tanto aburrida, con pocas novedades y muy escaso valor dramático. Los efectos especiales pueden llegar a resultar abrumadores, a pesar de la magnificencia de algunos de ellos.

Las habituales cuestiones filosóficas planteadas por la ciencia ficción, como la dialéctica entre humanos y robots, en qué consiste la especificidad del pensamiento humano o dónde se encuentra la frontera entre el cuerpo y el espíritu, en esta película quedan en un segundo plano ya que el primero, como hemos apuntado, está saturado de efectos especiales agotadores.



(1)   Blockbuster, superproducción llamada a convertirse en éxito de taquilla.

“David Lynch: The Art Life”, retrato de un pintor convertido en cineasta


El documental «David Lynch: The Art Life» -firmado por John Nguyen, Rick Barnes (XVII) et Olivia Neegaard-Holm y rodado a lo largo de tres años- es un retrato de uno de los realizadores estadounidenses más enigmáticos, un autor de culto durante los últimos cuarenta años, en su faceta menos conocida por estos pagos: la de artista plástico.

Desde la infancia idílica en un pueblecito de la América profunda de los años 1950 hasta las calles de Filadelfia, donde estudió Bellas Artes, David Lynch nos conduce por un viaje íntimo a través de su vida, con especial atención a su juventud y los años de formación. Pasando de su faceta de artista plástico a la de músico y cineasta, el propio creador nos desvela algunas zonas desconocidas de su universo personal.

El documental está fundamentalmente centrado en su carrera de pintor (y nos desvela que su ídolo es el británico Francis Bacon, 1561-1626), le vemos con las manos empapadas de pintura haciendo trazos en telas, lúgubres y torturadas, superponiendo capas de colores y pegando sobre ellas pedazos de plástico, mientras suenan temas de rock compuestos por el propio Lynch que se alternan con fragmentos de entrevistas sobre la infancia y juventud del artista. La película termina en el momento en que “el estudiante de Bellas Artes descubre el cine y consigue rodar su primera película, “Eraserhead” en 1977, inspirada en sus obsesiones pictóricas” (Jérémie Couston, Télérama), y considerada su “manifiesto fílmico” y “revolucionaria” por la crítica.

En su refugio-estudio-taller de Los Angeles, David Lynch pinta, actividad que ha retomado después de rodar «Mulholland Drive» -que un grupo de 177 críticos definió como “la mayor película del siglo XXI”- , enseña música a su hijita pequeña, evoca recuerdos de la infancia. Habla de sus fuentes de inspiración… dice que para llegar a ser un artista hay que estar rodeado de gente benévola que te anima a encontrar tu propio camino…

Hacía mucho tiempo que no se sabía nada de Lynch. Su última película “Inland Empire” es de 2006, en este tiempo ha rodado algunos cortos y se ha hecho maestro en meditación trascendental. Ahora, en este “The Art Life”, además del viaje a los orígenes le vemos totalmente absorbido por su obra plástica. Cuadros, objetos, de coloreada armonía, que nos hablan de la simbiosis que existe entre el arte y la vida del artista.

El documental es una forma de acercarse a un artista inclasificable “que ha hecho del cine una prolongación de su pasión por la pintura”. Una cita a la que no debería faltar ninguno de los muchos apasionados por el cine de David Lynch.

miércoles, 29 de marzo de 2017

Bob Dylan recogerá el Premio Nobel el 1 de abril


El próximo fin de semana, y coincidiendo con la publicación de su nuevo álbum «Triplicate» el 31 de marzo de 2017, el cantautor estadounidense Bob Dylan va a recoger finalmente, en Estocolmo, su Premio Nobel de Literatura, correspondiente a 2016.

El evento coincide también con que el músico tenía programados desde hace tiempo dos conciertos en la capital sueca para los días 1 y 2 de abril. La entrega del diploma y el cheque correspondiente se hará en “petit comité y en la intimidad”, ha precisado la secretaria perpetua de la Academia sueca, Sara Danius, “sin presencia de medios de comunicación, solo Bob Dylan y algunos académicos”.

El pasado 10 de diciembre, en el banquete de los Nobel, la embajadora estadounidense en Suecia leyó unas líneas enviadas por el músico, en las que manifestaba su sorpresa porque se le considerara de la misma estatura literaria que autores como Albert Camus, Ernest Hemingway o Rudyard Kipling.

En contra de lo que se ha venido haciendo habitualmente, esta vez no habrá “lección del Nobel” (el discurso del premiado) en los seis meses siguientes a la entrega del galardón. “La Academia está convencida de que posteriormente Dylan enviará una versión grabada”, como ya ocurrió en 2013 con la escritora canadiense Alice Munro, quien no pudo viajar a Estocolmo debido a tener 82 años y una salud delicada.

Estocolmo será la primera parada de la gira europea que Bob Dylan, a los 75 años, va a efectuar para promocionar el álbum “Triplicate”, tres discos en los que ha versionado treinta temas standard de Frank Sinatra, Lee Adams, Charles Strouse, Cy Coleman o Harold Hupfield. Un Triple álbum, grabado en los estudios Capitol de Hollywood, que hace el número 38 de los grabados por la leyenda del folk-rock, y en el que cada uno de los discos lleva su propio título: Til The Sun Goes Down”, “Devil Dolls” y “Comin’Home Late”.

Según la crítica especializada, Bob Dylan ha vendido 125 millones de discos en todo el mundo a lo largo de su dilatada carrera; una carrera que comenzó oficialmente el 4 de noviembre de 1961 cuando Izzy Young, propietario del Folklore Center del Village neoyorquino, produjo el primer concierto con Dylan como cabecera de cartel, en el Carnegie Chapter Hall. Cuatro meses más tarde, en marzo de 1962, aparecía su primer álbum (“Bob Dylan”), compuesto por versiones de folk y blues, y con dos títulos originales: “Talkin' New York» y «Song to Woody”, dedicado a Woody Guthrie. Un disco del que tan solo se vendieron cinco mil ejemplares en un año.

Desde entonces, Dylan aparecía periódicamente en la revista de folk «Broadside Magazine”, fundada por Agnes Cunningham, a iniciativa de Pete Seeger, quien también llegó a editar algunos álbumes en los que Dylan aparecía con el pseudónimo de Blind Boy Grunt.

Poco a poco, y gracias al poder evocador de sus textos, Dylan se convirtió en la voz de una generación en rebeldía frente al conservadurismo de la época. El poema de “Blowin’ in the wind”, escrito en abril de 1962, apareció en el número 6 de la revista; inmediatamente fue coreado en los campus universitarios y popularizado en la versión de Peter, Paul and Mary, anunciando ya la dimensión social y política que iba a conseguir su autor en las siguientes décadas. «Blowin’ in the wind» es la primera canción del segundo álbum,” The Freewheelin’ Bob Dylan”, grabado en junio de 1962. La canción, el primer gran éxito mundial de su autor, consta de tres estrofas, compuesta cada una por tres versos, en las que se plantea una pregunta. La respuesta es siempre idéntica: “la respuesta, amigo mío, está en el viento”.





Esta es la lista de la totalidad de álbumes de Bob Dylan:













1973: Dylan




1976: Desire (*)






















(*) Albumes que han sido remasterizados y reeditados en versión Super Audio CD.