Concha
de Oro a la mejor película y Concha de Plata a la mejor actriz en el Festival
de San Sebastián 2016, y vencedora del Premio de la Crítica en el último
Festival Internacional de Toronto, “Yo no soy Madame Bovary”, es una especie de
comedia con tintes negros, cuyo argumento recuerda demasiado el de la película
israelí “El divorcio”, aunque en este caso la acción sea mucho más pausada y el
resultado bastante más tedioso.
Una
mujer de nombre Li Xuelian, interpretada por la cantante y presentadora de
televisión Fan Bingbing, organiza de acuerdo con su marido un falso divorcio,
con el fin de conseguir un segundo apartamento; pero resulta que una vez
pronunciada la sentencia, el marido vuelve a casarse con otra y ocupa la
codiciada vivienda. Tras recurrir al juzgado sin éxito y ser acusada por su
marido de ser una “madame Bovary”, al parecer equivalente de prostituta en el
lenguaje coloquial chino, Li se embarca en un absurdo viaje de diez años para
restaurar su reputación.
En
esta comedia satírica, la paciencia sin límites de la protagonista, una mujer
del medio rural, se pierde en los meandros de las distintas administraciones
chinas cuyos funcionarios parecen más interesados en proteger y conservar sus
puestos que en servir a sus administrados. Por eso, el leitmotiv de la película
es “una grieta pequeña puede hacer que caiga todo un edificio”; frase que
habría podido ser el título de la película. Pero, como explicó el director Fen
Xiogang, “buscamos en la literatura universal el nombre de un personaje que
permitiera al público internacional identificarse con la protagonista”. Porque,
evidentemente, ¿quién, en cualquier país del mundo, no ha sufrido alguna vez el
trato de desaprensivos funcionarios?.
En
el aspecto formal, las escenas rurales de la película suceden en un espacio
circular (ojo de buey), “un guiño al arte de la dinastía Song” en palabras de
su protagonista; en una pantalla cuadrada y en pantalla completa cuando retrata
el mundo urbano de la burocracia. Y en el terreno más político no es, ni mucho
menos, una película de la disidencia sino un aguafuerte del sistema
contemporáneo en la China más profunda.
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