Dirigida a un público familiar,
“Mañana empieza todo” (Demain tout comencé), segundo largometraje del director
francés Hugo Gélin (“Comme des frères”) está hecha a medida para Omar Sy (“Intocable”),
al que acompañan en el reparto la niña Gloria Colston y Clémence Poésy (“El
pastel de boda”).
Rodada en gran parte en Londres, es
un híbrido de melodrama y comedia, con algunas torpezas evidentes y un canto
general a los buenos sentimientos, las buenas gentes y las que no lo parecen, pero
también lo son en el fondo.
Samuel, soltero, vive sin ataduras
ni responsabilidades junto al mar, en uno de los paraísos del sur de Francia.
Un día, aparece una antigua aventura con bebé en brazos, Gloria, le cuenta que
la niña es hija suya, y sin más coge un taxi y desaparece. Incapaz de ocuparse
de la criatura, decide buscar a la madre y devolvérsela. Pero no lo consigue.
Mientras tanto, la pequeña crece, pasan ocho años y cuando la pareja padre/hija
se ha vuelto inseparable, aparece de nuevo la madre de Gloria que ahora quiere
recuperarla.
Tierna y sentimental, en la
película no hay nada que no se intuya en la sinopsis; más aún, que no se
trasluzca del título y el cartel. Además, en su contra juega también que se
trata del remake de una película mexicana de 2013, “Instructions not included”,
del realizador Eugenio Derbez, que tanto críticos como espectadores recuerdan
con agrado.
Omar Sy cumple correctamente con el
papel encomendado de padre improbable; como siempre, más brillante cuando es un
poco payaso y pone en valor sus gesticulaciones y esa enorme sonrisa que le
caracteriza. En cuanto a la pequeña Gloria, son encomiables sus esfuerzos por
representar a una niña demasiado madura para su edad.
Película para fans de Omar Sy y para
corazones sensibles.
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