Como respuesta a la masacre de Boguila y los repetidos ataques a la
población, Médicos sin Fronteras (MSF) ha decidido reducir de momento el trabajo
de atención médica humanitaria que lleva a cabo tanto en la República
Centrafricana (RCA) como en los países limítrofes.
Tras el brutal asesinato, el 26 de abril de 2014, de 16 civiles, entre
los que se encuentran tres trabajadores del personal humanitario de MSF en el hospital
de Boguila, y en señal de protesta por una situación que dura ya demasiado
tiempo, la organización ha decidido atender únicamente las urgencias en los
próximos días, como forma de manifestar su indignación y también para poder
llevar a cabo una evaluación de las condiciones en que trabajan sus equipos.
“Pedimos insistentemente al gobierno de transición de la
RCA, y a todos los grupos armados, que condenen públicamente el odioso ataque”,
ha dicho Arjan Hehenkamp, director general de MSF. “Pedimos a todos los grupos
armados del país que asuman sus responsabilidades con la población que vive en
los territorios que controlan y se comprometan públicamente a impedir que sus
tropas cometan desmanes y respeten a los civiles, y a los trabajadores
humanitarios. Igualmente, pedimos al gobierno de transición –apoyado por las
fuerzas militares internacionales- que haga honor a sus compromisos en materia
de protección de la población civil que más lo necesita”.
MSF hace pública su consternación porque ni el gobierno de
transición de la RCA, ni los representantes de los grupos armados, hayan
condenado todavía la masacre de Boguila, ni tampoco ninguno de los demás actos
similares cometidos en el país.
“Atacar a MSF es
atacar a uno de los principales actores médicos que hoy trabajan en el país y,
en algunos casos, el único que proporciona asistencia sanitaria”, añade Arjan
Hehenkamp. “Seguimos decididos a proporcionar a la población centroafricana la
asistencia médica que necesita, en un contexto de gran carestía, pero los demás
protagonistas de la situación tienen que asumir también las responsabilidades
que reivindican”.
En el trascurso de los últimos 18 meses, los miembros de
MSF han sufrido frecuentes manifestaciones de violencia, más de la mitad de las
cuales han tenido lugar en la prefectura de Ouham, donde se encuentra Boguila.
También han sido víctimas de ataques en el conjunto del territorio algunos
empleados del ministerio de Sanidad, así como miembros de otras organizaciones humanitarias
internacionales.
Desde hace más de un año, los civiles atrapados en el
conflicto están padeciendo un nivel altísimo de violencia, junto a
desplazamientos forzados y una crisis sanitaria sin precedente, todo ello en
medio de la indiferencia de la comunidad internacional y de las fuerzas de
mantenimiento de la paz.
MSF trabaja en el hospital de Boguila desde 2006,
proporcionando asistencia sanitaria primara y secundaria a una población de
45.000 habitantes. Los equipos de MSF se encargan también de 7 ambulatorios de
atención primeria, tratamiento del paludismo y reenvío de los casos graves al
hospital. Cada mes reciben a entre 9.000 y 13.000 pacientes en consultar
generales y tratan a entre 5.000 y 10.000 casos paludismo. MSF lleva trabajando
en la RCA desde 1997. Actualmente cuenta allí con más de 300 miembros de su
personal internacional y 2.000 empleados locales. Los equipos de MSD
proporcionan también asistencia a los refugiados centroafricanos que han huido
a Tchad, Camerún y la República democrática del Congo (RDC).
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