En
la noche del 13 al 14 de mayo de 2014 fue detenido, en la ciudad de La
Goulette, en las afueras de Túnez y principal puerto tunecino, el bloguero Azyz
Amami, una de las figuras de la primavera árabe de los jóvenes de 2011 más
conocida internacionalmente. Oficialmente, su detención ha sido por consumo de
estupefacientes, aunque el padre del joven ha dicho que se trata de un ajuste
de cuentas de la policía y en las redes sociales se ha levantado un clamor
denunciando que se trata de “una detención política”, ya que tiene lugar
precisamente cuando Azyz Amami estaba participando en una campaña contra las
detenciones de jóvenes que tomaron parte en la revolución por motivos tales
como el consumo de estupefacientes o el vandalismo en puestos policiales; era
el portavoz de un movimiento llamado “Yo también he quemado un puesto de
policía”.
Durante
la revolución tunecina, Azyz Amami –que se define a sí mismo como
“desarrollador informático, casi escritor, en paro voluntario y anarco-tunecino”-
difundió
vídeos de la represión. Fue encarcelado en los últimos días del régimen del
derrocado Zine El Abidine Ben Ali. Tras la caída del dictador, ha continuado
participando en movilizaciones y protestas.
La
patrulla policial que detuvo al bloguero, junto con el fotógrafo Sabri Ben
Mlouka, les encontró una pequeña cantidad de cannabis, según le han dicho al
abogado Bassem Trifi. Amami, al que habrían golpeado en el momento de la
detención, niega tanto los cargos como la versión de la policía. "Cuando
los policías reconocieron a Azyz cambió su actitud y le registraron
inmediatamente », ha precisado el abogado.
Desde
el mismo día de su detención existe #FreeAziz
,donde se pueden denunciar «los procedimientos arbitrarios y los ajustes de
cuentas policiales», que en pocas horas consiguió reunir mil testimonios y
apoyos. Para sus amigos, la detención está relacionada también con su
participación pocos días antes en el programa "Lébés", donde denucnió
las detenciones de jóvenes por consumir cannabis, que en Túnez es un delito
penado por la “Ley 52” con condenas de uno a cinco años de cárcel. segun cifras
de la ONU, a más del 50% de las personas que se encuentran detenidas
provisionalmente el país, y cerca de un tercio de los condenados, se les ha
aplicado la Ley 52.
En
el marco de las movilizaciones para conseguir la libertad del bloguero y el fotógrafo
detenidos, así como de los restantes artistas y “anónimos” detenidos en la
oleada de arrestos de jóvenes activistas de las últimas semanas, a partir del
21 de mayo las salas de cine del área metropolitana de Túnez van a proyectar el
documental Wled Ammar, que tiene como protagonistas a los jóvenes tunecinos
dispuestos a cambiar el mundo que lucharon la censura de Ben Alí en las redes
sociales. Su movilización e influencia a partir de diciembre de 2010 suscitó
grandes esperanzas de cambio. Un año después de la revolución, muchos de ellos
habían ingresado en las filas de la juventud desencantada, a la que se ha
privado de sus aspiraciones a la libertad y la democracia.
Desde
París, el sociólogo Edgar Morin (92 años) ha pedido la libertad de Azyz Amami
en una tribuna publicada en el digital Rue 89, en la que explica que la
detención del activista le “preocupa enormemente porque demuestra que tres años
después de la revolución que acabó con un régimen dictatorial, algunos de sus
métodos, y entre ellos los peores, se mantienen”; y recuerda que en septiembre
de 2013, diversas personalidades francesas firmaron un “llamamiento de apoyo a
los jóvenes” en Túnez, en el que dejaban constancia de que la justicia “estaba
muy lejos de conseguir ser independiente y la policía seguía fiel a sus
prácticas violentas, incompatibles con el espíritu republicano”. Al final,
asegura que espera que las autoridades tunecinas “querrán poner en libertad a
Azyz Amami lo antes posible y castigar a los responsables de abusos de
autoridad y de fuerza. Los amigos del nuevo Túnez no entenderíamos que
continuara el abuso de poder policial”.
El
escritor franco-tunecino Abdelwahab Meddeb, en un artículo publicado en el
digital Global Voices Online, define al activista detenido: “Azyz es uno de
esos nuevos piratas cuyas miras son pensar y vivir otras formas comunitarias,
inspiradas entre otras cosas por algunas corrientes del sufismo (…) neo nómada,
se mueve en la cohorte de los errantes, nuevos piratas, nuevos malamatis
(malamati, término técnico de la espiritualidad sufí), dirigidos por una
disciplina spinozista (…) situacionista contestatario, pertenece a los que
hacen temblar el orden establecido y con sus acciones y estallidos ayudan a la
comunidad a descifrar nuevas parcelas de libertad (…) Azyz es de una generación
en la que los hijos se revelan padres de sus padres. Se trata de chicos y
chicas que son los educadores de sus madres y padres…”.
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