jueves, 17 de enero de 2019

“El libro de las perversiones”, de Luis Antonio de Villena: un paseo por el mundo de los deseos más ocultos


La obra está, como es habitual en Villena, llena de referencias literarias, cargada de eruditismo y busca, sobre todo, que en una época en que los límites de la sexualidad se están una vez más redefiniendo, el lector se pregunte acerca de lo perverso: qué conductas o prácticas pueden ser así calificadas, dónde acaban el deseo y la fantasía y comienza lo “monstruoso”, y qué papel juega en todo ello el consentimiento”. (mundocrítico.es)

En noviembre de 2018, la editorial Drácena ha publicado una reedición aumentada de  “El libro de las perversiones”, un entretenido ensayo de Luis Antonio de Villena editado en 1992, acerca de las prácticas sexuales que la sociedad bienpensante considera “anormales”.

 Sin ningún afán didáctico, más bien con intención histórica y descriptiva, el autor repasa los comportamientos sexuales  que escapan a los considerados habituales (para según qué colectivos sociales todo lo que va más allá de la postura del misionero entre un hombre y una mujer unidos legalmente), apoyándose en quienes lo hicieron antes que él, como el celebérrimo Marqués de Sade o el  también conocido  historiador, escritor y periodista austriaco   Leopold von Sacher-Masoch, y algunos otros autores no tan divulgados como el novelista británico Algenon Charles Swinburne, el poeta parisino Jacques Adelswärd-Fersen, homosexual y dandy como Villena y aristócrata por familia o el también ensayista y académico francés Henry Millon de Montherlant, y el pintor Balthus .
Descartando intencionadamente el incesto (él sabrá por qué) y dejando a un lado la pederastia que en el extenso capítulo dedicado a esta práctica el autor asimila más de una vez con la paidofilia (para el esteta que es Villena la palabra pedofilia es fea y grosera), y que evidentemente implica algún tipo de violencia por tratarse de una relación entre desiguales, el resto de las “perversiones” (sadismo, masoquismo, la unión de ambas, fetichismo, travestismo, etc.) -que algunos moralistas consideran “desviaciones” de “lo natural”, todo ello muy cuestionable, y la ortodoxia cristiana “vicios” cuando no “enfermedades”-, nos repite el autor en las 160 páginas del libro,  dejan de serlo cuando se trata de prácticas consentidas entre seres humanos adultos y conscientes  (lo que también excluye el bestialismo y no sé si la necrofilia, pero me imagino que sí) que hacen realidad sus fantasías y deseos con el objetivo de alcanzar cotas altas de placer, lo que evidentemente no perjudica a nadie más porque solo implica a los oficiantes. El autor también advierte de que extremar algunas de las perversiones estudiadas puede resultar peligroso.


El Libro de las perversiones
Editorial Drácena  
ISBN : 8494906704 
166 páginas, 14,95€


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