Mientras que las mujeres afganas tienen ahora la obligación de cubrir totalmente su rostro cuando se encuentren en espacios públicos, algunos hombres han creado el movimiento #freeherface (« libera su rostro ») en las redes sociales, en señal de solidaridad.
Con
el hastag #freeherface están apareciendo en las redes sociales afganas rostros
de hombres escondidos tras una mascarilla sanitaria que solo deja ver sus ojos.
Forma parte de la campaña de solidaridad con las mujeres, obligadas a esconder
su rostro completamente desde que, el pasado 9 de mayo de 2022, el Ministerio de la Virtud y la prevención del
vicio lo decretara. Desde entonces, tanto en la calle como en las pantallas de
televisión, las mujeres aparecen totalmente cubiertas lo que ha provocado la
reacción de algunos periodistas, así como personalidades locales, que han
decidido aparecer con mascarillas en señal de protesta.
En
el terreno del periodismo, el 84% de las mujeres han perdido su trabajo desde
que los talibanes se hicieron con el poder el pasado mes de agosto. El 22 de
mayo, ToloNews, único canal independiente que se mantiene en el desolado
paisaje mediático afgano, fue obligado “por la fuerza” a aplicar el decreto y
tapar el rostro de sus presentadoras, según ha explicado su director de
informativos, Khpolwak Sapai.
Antes de la
nueva directiva, las presentadoras únicamente cubrían su cabeza con un pañuelo.
“No puedo ni respirar ni hablar correctamente”, ha declarado Khatira Ahmadi,
presentadora de ToloNews. “Es muy difícil hacer un programa de tres horas con
la cara tapada », añade su colega Sonia Nizai.
El
movimiento de solidaridad de los hombres afganos no se ha hecho esperar. De momento,
están protestando mediante selfies en los que aparecen con mascarilla. “Estamos
muy tristes y con profundo dolor”, ha escrito el periodista Khpolwak Sapai, compartiendo
la fotografía de una sesión de la redacción de ToloNews en la que tanto las
mujeres como los hombres llevan el rostro tapado. Debajo de la misma imagen,
Siyar Sirat, uno de los periodistas más antiguos ha dicho : « En
señal de solidaridad con mis colegas y con todas las valientes mujeres afganas ».
Alguien ha escrito también: “Quieren que las mujeres desaparezcan de las
pantallas. Las mujeres educadas les dan miedo”.
La verdad
es que no son muchas las personas que en Afganistán tienen acceso a las redes
sociales; en cambio, en todos los hogares se ve la televisión, y ToloNews sigue
siendo el canal más visto, por lo que el
mensaje está llegando.
ا- Por otra parte, varias
organizaciones no gubernamentales se han echo eco de la campaña #freeherface,
como es el caso de Human Rights Warch (HRW) que en un comunicado ha escrito que « el
decreto viola de manera flagrante el derecho de las mujeres a la libertad de
expresión, así como su autonomía personal y sus convicciones religiosas”.
Para Heather
Barr, investigadora de HRW encargada de los derechos de las mujeres, « el
nuevo decreto dice mucho sobre la manera en que los talibanes ven a las mujeres.
Si no lo respetan, las castigadas no serán ellas sino sus “guardianes”, es decir,
los hombres de su familia encargados de vigilarlas. En ese contexto, se hace
más difícil resistir porque muchos hombres están obligando a « sus mujeres »
(hermanas, esposas…) a cumplir con el decreto, por temor a represalias”.
El impacto que
consiga la campaña #freeherface dependerá, según Barr, del eco que pueda tener
a nivel internacional: “Al ministerio del Interior le tiene sin cuidado lo que
los afganos digan en Twutter, pero si se difunde por el extranjero y la
comunidad internacional endurece el tono, tendrá que tenerlo en cuenta”.
Recordemos que entre las
medidas del decreto del 9 de mayo figura también la prohibición de que las
niñas estén escolarizadas más allá de la educación primaria, la prohibición de
que las mujeres salgan a la calle si no van acompañadas de un hombre (« guardián »,
mahram, el responsable), y en algunas regiones la prohibición absoluta de que
trabajen –condenándolas a morir de hambre si son viudas o están solas-, así
como la prohibición de cualquier representación femenina en el espacio público.
Según un portavoz del Ministerio de la
Virtud y la Prevención del Vicio “no se trata de un decreto del ministerio, es
un decreto de Dios. La verdadera causa de la corrupción es el rostro de las
mujeres”.
Según una militante afgana,
que vive fuera del país, “poniéndose de parte de las mujeres, los hombres
afganos están haciendo más que un simple gesto. Bravo, hermanos”.
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