Los responsables de la red social Twitter han revelado, este jueves 14 de abril de 2022, que el multimillonario propietario de Tesla, Elon Musk, quiere comprar la sociedad por algo más de 43 millones de dólares (54,2 dólares por acción), con la intención de reconvertir la plataforma « en una sociedad privada, para recuperar la confianza de los usuarios ».
“Técnicamente me lo puedo permitir”, ha dicho sonriendo
en una entrevista efectuada durante la última conferencia TED Talks, encuentros
internacionales promovidos por la organización sin ánimo de lucro The Sapling Foundation en Nueva York, que se
rigen por el slogan “ideas que vale la
pena difundir”.
"Creo que la libertad de expresión es un
imperativo social para una democracia que funcione - ha dicho Musk- ahora me
doy cuenta de que, en su forma actual, la
empresa no va a prosperar ni cumplirá
con ese imperativo social”. Más tarde, en una entrevista, fue aun más lejos : « Tener una plataforma pública de la
máxima confianza y ampliamente inclusiva es muy importante para el futuro de la
civilización ».
Desde su creación en 2006 Twitter ha sido una red
social de comentarios políticos y sociaesl y para compartir puntos de vista ;
pero al mismo tiempo también ha sido un foco de desinformación, mentiras, acoso,
amenazas y discursos de odio a pesar de que, al igual que
otras plataformas similares, establece restricciones en los comentarios que intimidan
o propagan la desinformación. Esto fue justamente lo que motivó que Twitter
prohibiera la cuenta del expresidente ultraconservador Donald Trump, tras la
toma del Capitolio por sus seguidores en enero de 2021, lo mismo que las de
muchos de sus seguidores.
Elon Musk, quien ha descrito a Twitter como « una
plaza pública de facto », se ha mostrado muy crítico con esta red,
principalmente porque, en su opinión, no respeta la liberad de expresión, y ha
asegurado que quiere “abrir la caja negra” de la tecnología de la inteligencia
artificial para aumentar la transparencia de la red.
Por su parte, la dirección de Twitter encabezada desde
2021 por Parag Agrawal, estadounidense de origen indio de 36 años, tiene al
parecer intención de negociar un precio mayor
para las acciones de la compañía, así como que el consejo de
administración se mantenga independiente de Elon Musk , en opinión de John Coffee, profesor de Derecho en la
Universidad de Columbia y director de su departamento de “gobierno de empresas”.
La mayor parte
de la fortuna de Musk -el hombre más
rico del mundo según la clasificación de
la revista Forbes con una fortuna estimada en 265.000 millones de dólares- está relacionada con las acciones que posee de
Tesla. En las últimas semanas ha ido comprando acciones de Twitter (según sus
propias declaraciones “casi diariamente”), y ahora posee alrededor de un 9% de la compañía, cantidad
solo superada por el fondo de inversiones
Vanguard Group.
Después de que Musk anunciara su participación, la
dirección de Twitter le ofreció un puesto en el consejo de administración con
la condición de que no se haga con más del 14,9% de las acciones en circulación,
pero lo ha rechazado.
Twitter es menos rentable que sus rivales en las redes
sociales, el año pasado perdió 221 millones de dólares lo que, a finales de
noviembre de 2021, llevó a la dimisión de su anterior presidente, y co-fundador
Jack Dorsey. « No digo –ha dicho Musk- que yo tenga todas las respuestas.
No será perfecto (…) pero la palabra tiene que ser tan libre como sea razonablemente
posible ».
“Tener una plataforma pública en la que todo el
mundo confíe y ampliamente inclusiva, es extremadamente importante para el
futuro de la civilización. No me importan las cuestiones económicas”, ha
declarado el propietario de Tesla y Space X, anunciando que la suya es « la
mejor y la última oferta”.
El príncipe y millillonario saudí Al-Walid ben
Talal, otro gran accionista de Twitter, se ha mostrado escéptico asegurando que
la cantidad de 43 millones ofertada por Musk “está muy lejos” del valor
intrínseco de la compañía. Según el diario Wall Street Journal y el canal
económico Bloomberg, el precio podría ser “una píldora envenenada” –mecanismo legal
inventado en 1980 por la sociedad neoyorquina Wachtell, Lipton, Rosen &
Katz, en referencia a las “cápsulas suicidas” que llevaban los espías durante
la guerra fría- destinada a hacer menos atractivas, y mucho más caras, las
acciones de Twitter, lo que podría ser la respuesta de la dirección de la
empresa a las aspiraciones de Elon Musk.
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