Captura de Twitter del vídeo de Hanna Liubakova
Una
investigación efectuada por Bellingcat -una web de periodismo de investigación
especializada en verificar hechos e informaciones fundada por el periodista
británico Eliot Higgins- ha revelado que algunos de los invasores rusos de
Ucrania no solo están masacrando a la población civil, sino que incluso se
dedican a robar en las casas de sus habitantes(https://www.huffpost.com/entry/russia-looting-ukraine-kyiv-homes-civilians_n_6248ad23e4b007d38456b22b).
Los soldados invaden
salones, se apropian de la comida el alcohol y sobre todo de algunos objetos
como joyas, bicicletas, baterías de coches, colchones, cosméticos, lavadoras y
lavavajillas, motocicletas e incluso juguetes infantiles, que después envían a
sus casas, en Rusia, o que revenden en bazares especializados creados para la
ocasión en Bielorrusia, según la información publicada por Thomas Burgel en
Korii, suplemento de tecnología del prestigioso digital francés Slate. .
Algunas cámaras de videovigilancia, cuyo contenido ha
sido revelado en twitter por la periodista bielorrusa Hanna Liubakova, muestran
a cuatro de esos soldados empaquetando parte de su rapiña en una oficina de
correos de la vecina Bielorrusia “para enviarlo a la madre patria”.
La técnica más moderna no ha estado de parte de los
cuatro ladrones y el periodista de Bellingcat Aric Toller se ha divertido
utilizando la herramienta rusa de reconocimiento facial FindClone
en el vídeo de Liubakova:«Utilizar FindClone con estos tipos es como disparar a un oso en un
pasillo », explica tras haber conseguido identificar a los cuatro ladrones
en un instante. “Las imágenes son una locura, muestran a los soldados rusos
empaquetando y embalando diversos objetos en una oficina de correos cerca de la
frontera bielorrusa. No hace falta una gran imaginación para saber de donde
proceden esos objetos y a donde van. A uno de ellos le vemos enviando un
patinete eléctrico ».
También ha visto como están enviando baterías de coche y un objeto
embalado en una bolsa con el logotipo de una cadena de tiendas que solo existe
en Ucrania.
Y luego están los que al otro lado de la frontera, en
Bielorrusia, han creado “bazares especiales”, mercadillos en los que se saldan “los
objetos robados a los civiles indefensos en los pueblos fronterizos”, como
explicaba hace algunos días el Ministerio ucraniano de Defensa y publicaba la
página web estadounidense Business Insider: “Lavadoras y lavavajillas, neveras,
joyas, coches, bicicletas, motos, vajillas, alfombras, obras de arte, juguetes,
cosméticos”, un auténtico negocio del pillaje en localidades bielorrusas como
Narowlia o Mazyr : « No es un ejército, es
una vergüenza”, ha comentado en Twitter Oleg Nikolenko, portavoz del ministerio
de Asuntos Exteriores ucraniano. “No vamos a olvidarlo, ni a perdonarlo jamás”.
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