Un cartel pidiendo justicia para Jamal Khashoggi |
El tribunal turco que juzgaba a los 26 acusados en rebeldía del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi ha decidido pasar el caso a los jueces de Arabia Saudí. Era una petición de la fiscalía turca a la que ha dado el visto bueno el ministro de Justicia, Bekir Bozdag.
Jamal Khashoggi, periodista de 59 años, colaborador
del Washington Post y crítico con el régimen saudí, con el que había colaborado
años atrás, fue
asesinado el 2 de octubre de 2018 en el consulado de su país en Estambul. Estaba exiliado
en Estados Unidos desde 2017, temiendo
que pudieran detenerle por sus críticas directas contra el príncipe heredero
Mohammed ben Salmane (conocido también por sus siglas MBS).
El traslado del caso
sobre la muerte de Jamal Ksashoggi,
asesinado y desmembrado en el consulado de Arabia Saudí en laEstambul es, según
los abogados de Hatice Cengiz, la
mujer con la que iba a casarse el periodista
-precisamente había acudido al consulado en busca de unos documentos
para la boda- “contraria a la ley y
constituye una violación de la soberanía turca”. También recuerdan que la
justicia saudí ya “cerró el caso y dejó en libertad a los numerosos sospechosos
que aparecieron”, y añaden que han presentado un recurso ante el tribunal
administrativo de Ankara, la capital del país, en contra de la decisión del
ministerio.
En diciembre de 2019, un año después del asesinato
del periodista Jamal Khashoggi, un tribunal de Ryad condenó a muerte a 5
saudíes y a penas de cárcel a otros 3, declarando inocentes a un consejero real
y un alto funcionario de la inteligencia saudí, y reconociendo que el asesinato
lo llevó a cabo un comando de 15 agentes saudíes “que actuaron solos”. Tras dar
diferentes versiones sobre el asesinato, que empezaban por negarlo, finalmente las autoridades de Ryad acabaron admitiéndolo.
Para la Relatora especial de Naciones Unidas para las ejecuciones extrajudiciales, no hay duda de que el asesinato de Jamal Khashoggi lo cometieron representantes de Arabia Saudí. En un comunicado, Agnès Callamard habla de premeditación y denuncia la utilización de la inmunidad diplomática para esconde el asesinato. Callamard asegura tener “elementos de pruebas creíbles que justifican una investigación suplementaria sobre la responsabilidad individual de altos responsables saudíes, y entre ellos el príncipe heredero”.
En un informe desclasificado por el presidente estadounidense Joe Biden en diciembre de 2021, la dirección de la CIA acusa al príncipe heredero de Artabia Saudí, Mohammed ben Salmane, se estar detrás del asesinato del periodista y disidente Jamal Khashoggi, en el consulado saudí en Estambul.
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