martes, 18 de febrero de 2014

Francia: el ala izquierda socialista critica la derechización de Hollande



Bien lejos de sus dominios, nada menos que en San Francisco, en el Silicon Valley, el presidente francés François Hollande escenifica ente las cámaras de televisión el triple salto mortal que le ha llevado en poco más de un año desde el socialismo de su campaña electoral al neoliberalismo (los medios franceses lo llaman liberalsocialismo) de hoy -saltándose prácticamente el paso por la socialdemocracia-, protagonizando un psicodrama de grandes y ostentosos abrazos al presidente de la gran patronal Medef (Movimiento de empresas de Francia), Pierre Gattaz, con quien su gobierno está negociando con muchas dificultades un “pacto de responsabilidad”, y al fundador del movimiento de pequeños empresarios un tanto rebeldes autodenominados “los pichones” (les pigeons), Carlos Diaz (cuatro años ya en Silicon Valley como fundador de la empresa de servicio de televisión interactiva Kwarter), quien no hace nada acusaba a Hollande de “hacer huir” a los empresarios de Francia a base de añadir impuestos a sus gastos fijos. Al mismo tiempo, en la Francia metropolitana, 27 de los 72 miembros del Buró nacional del partido Socialista (PS) firmaban una especie de manifiesto pidiendo a “su presidente” que cambie radicalmente de política.

No a la política de la oferta de gangas al empresariado, no a la rebaja del “coste del trabajo”: “Si el 35% de la dirección del partido lo firma podemos pensar que, sin ninguna duda, en la mayoría de los afiliados de base existe un gran descontento”, ha dicho uno de los firmantes llamado Gérard Filoche.

“Se trata de una auténtica requisitoria contra la ‘política económica socialdemócrata’ iniciada por François Hollande en enero de 2014, con la novedad de que en esta ocasión llega desde su propio campo”. (Bastien Bonnefus, Le Monde). El documento titulado “No hay más que una sola política posible” –que en versión pdf tiene 54 páginas- está firmado por los miembros de la corriente “Ahora la izquierda “ (Maintenant la gauche), en otros tiempos conocida como “el ala izquierda del PS”, a la que se han sumado “los amigos del ministro de Consumo, Bennoît Hamon”, agrupados en la corriente “Un monde d’avance” (Un mundo de ventaja), así como algunos representantes de la “moción 4” presentada en el congreso socialista de Toulouse (2012), entre los que entonces se encontraba el indignado por antonomasia Stéphane Hessel.

Una especie de coalición alternativa que critica la actitud de Hollande al pretender resolverlo todo en solitario -“todo no puede proceder de un mismo hombre”- y pide a la mayoría del partido que “reaccione” - “la orientación en materia de política económica suscita desacuerdos y preocupación en nuestras filas”- y se vuelva a situar en el momento clave de la campaña presidencial cuando, en un discurso en enero de 2012, Hollande dijo alto y claro que su “adversario” eran las finanzas. Una frase que no han cesado de recordarle, propios y extraños, en estos casi dos años que lleva de mandato, y en los que ha ido escorándose peligrosamente hacia el centro, y el centro-derecha.

“No nos reconocemos -aseguran los socialistas críticos- en el discurso que tiende a hacer de la bajada del coste del trabajo y los impuestos la condición para volver al crecimiento (…) las propuestas contenidas en el pacto de responsabilidad son desequilibradas…”. Además consideran que “hará falta algo más que un observatorio” para lograr que la patronal acepte que se le impongan “mejoras en las condiciones de trabajo, negociaciones sobre los salarios, reparto del trabajo existente e incremento de las contrataciones”. Hará falta algo más, sin duda, porque no son pocos los empresarios, grandes y pequeños, que en declaraciones y entrevistas en todos los canales de televisión, ya han adelantado que las rebajas de impuestos que el gobierno les ofrece a cambio de creación de puestos de trabajo piensan destinarlas en primer lugar a mejorar instalaciones e infraestructuras, aumentar las inversiones… y, si sobra, ya veremos (téngase en cuenta que, en este momento, febrero de 2014, el salario neto medio francés está en 2.928 euros mensuales).

«Entramos en un período nuevo», ha explicado al diario Le Monde el diputado Pouria Amirshahi, firmante del documento. “François Hollande ha puesto fin a la síntesis con su giro social-liberal, impuesto sin discusión. Por eso hemos decidido agruparnos, más allá de las capillitas y las corrientes del PS, para trazar una alternativa a la política y la estrategia del ejecutivo” (justamente cuando acaba de iniciarse la campaña para las elecciones municipales, a celebrar en dos vueltas los domingos 23 y 30 de marzo de 2014).

Aparte el memorándum de agravios y la exposición de descontentos y aspiraciones, esta especie de equipo contestatario del Partido Socialista francés hace también un llamamiento a la “concentración de la izquierda”, mencionando expresamente al Partido Comunista y al Parti de Gauche, testigo que ya ha recogido el eurodiputado Jean-Luc Mélenchon quien, para los próximos comicios de europeos de mayo 2014,  preconiza la unión de toda la izquierda que apoyó la investidura de Hollande.


(El texto completo del documento se puede leer, en francés, en http://www.humanite.fr/politique/appel-de-la-gauche-du-ps-il-ny-pas-quune-seule-pol-558894)

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