martes, 5 de noviembre de 2013

La estatua de Zidane molesta en todas partes



La estatua que representa el cabezazo que Zinedine Zidane le dió al jugador del equipo italiano, Marco Materazzi, durante la final del campeonato mundial de fútbol de 2006, ha sido desmontada el lunes, 28 de octubre de 2013, y retirada de su último emplazamiento en la cornisa de Doha, Qatar, por tratarse de “una idolatría prohibida por el islam”. Anteriormente estuvo expuesta en la explanada parisina del centro Pompidou, y después en Pietrasanta, Italia, donde tampoco quisieron quedarse con ella.

La estatua de bronce, un monumento de pésimo gusto de cinco metros de altura y varias toneladas de peso, es obra del artista francés Adel Abdessemed; fue adquirida por la Autoridad de los Museos de Qatar en el marco de los preparativos de la Copa del Mundo de Fútbol que va a jugarse en el rico emirato en 2022. Sin embargo, la jurisprudencia islámica prohíbe la representación de seres humanos y animales, para prevenir la idolatría y aunque es cierto que en algunos países musulmanes existen estatuas públicas, no es costumbre exhibirlas en las muy tradicionales y conservadoras monarquías del Golfo.

Al parecer, el último destino de la controvertida estatua, va a ser por el momento el Museo árabe de arte moderno de Mathaf donde, desde principios de octubre y hasta el 5 de enero de 2014, está abierta una exposición de obras de Adel Abdessemed titulada “la edad de oro”.

Para la memoria, el incidente motivo de la estatua tuvo lugar el 9 de julio de 2006 en Berlín, en la final de la Copa del Mundo de Fútbol, que enfrentaba a las selecciones de Francia e Italia. Zinedine Zidane, capitán del equipo galo que aquel día celebraba también su despedida del fútbol profesional, le propinó un cabezazo en el tórax al jugador italiano Marco Materazzi, lo que le valió una tarjeta roja y la expulsión del campo. La agresión fue el resultado de un intercambio de palabras, y al parecer algún insulto también, entre ambos jugadores; ambos fueron sancionados con suspensión de partidos y varios miles de euros de multa.

El incidente no solo dio lugar a la horrible estatua que, en 2012, permaneció unos cuantos días expuesta delante del Centro Pompidou en París, lo que provocó una oleada de reacciones que denunciaban el mal gusto y la inconveniencia de tenerla en uno de los puntos que más turistas concentra de  la capital francesa, sino que tuvo muchas más secuelas: varias canciones de la época hacen referencia al incidente, el cabezazo de Zidane figura en distintas series de animación, y entre ellas en un episodio de Los Griffin y otro de Los Simpson. Por su parte, Materazzi escribió después un libro titulado “Lo que realmente dije a Zidane”, cuyos beneficios fueron destinados a Unicef.

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