La estatua que representa el cabezazo que
Zinedine Zidane le dió al jugador del equipo italiano, Marco Materazzi, durante
la final del campeonato mundial de fútbol de 2006, ha sido desmontada el lunes,
28 de octubre de 2013, y retirada de su último emplazamiento en la cornisa de
Doha, Qatar, por tratarse de “una idolatría prohibida por el islam”.
Anteriormente estuvo expuesta en la explanada parisina del centro Pompidou, y
después en Pietrasanta, Italia, donde tampoco quisieron quedarse con ella.
La
estatua de bronce, un monumento de pésimo gusto de cinco metros de altura y
varias toneladas de peso, es obra del artista francés Adel Abdessemed; fue
adquirida por la Autoridad de los Museos de Qatar en el marco de los
preparativos de la Copa del Mundo de Fútbol que va a jugarse en el rico emirato
en 2022. Sin embargo, la jurisprudencia islámica prohíbe la representación de
seres humanos y animales, para prevenir la idolatría y aunque es cierto que en
algunos países musulmanes existen estatuas públicas, no es costumbre exhibirlas
en las muy tradicionales y conservadoras monarquías del Golfo.
Al
parecer, el último destino de la controvertida estatua, va a ser por el momento
el Museo árabe de arte moderno de Mathaf donde, desde principios de octubre y
hasta el 5 de enero de 2014, está abierta una exposición de obras de Adel
Abdessemed titulada “la edad de oro”.
Para
la memoria, el incidente motivo de la estatua tuvo lugar el 9 de julio de 2006
en Berlín, en la final de la Copa del Mundo de Fútbol, que enfrentaba a las
selecciones de Francia e Italia. Zinedine Zidane, capitán del equipo galo que
aquel día celebraba también su despedida del fútbol profesional, le propinó un
cabezazo en el tórax al jugador italiano Marco Materazzi, lo que le valió una
tarjeta roja y la expulsión del campo. La agresión fue el resultado de un
intercambio de palabras, y al parecer algún insulto también, entre ambos
jugadores; ambos fueron sancionados con suspensión de partidos y varios miles
de euros de multa.
El
incidente no solo dio lugar a la horrible estatua que, en 2012, permaneció unos
cuantos días expuesta delante del Centro Pompidou en París, lo que provocó una
oleada de reacciones que denunciaban el mal gusto y la inconveniencia de
tenerla en uno de los puntos que más turistas concentra de la capital
francesa, sino que tuvo muchas más secuelas: varias canciones de la época hacen
referencia al incidente, el cabezazo de Zidane figura en distintas series de
animación, y entre ellas en un episodio de Los Griffin y otro de Los Simpson.
Por su parte, Materazzi escribió después un libro titulado “Lo que realmente
dije a Zidane”, cuyos beneficios fueron destinados a Unicef.
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