Presentimientos, segunda película del realizador español Santiago
Tabernero es un thriller de suspense psicológico basado en la novela homónima
de Clara Sáchez e interpretado por Eduardo Noriega (también coguionista), Marta Etura, Alfonso Bassave, Irene
Escolar y Jack Taylor, que llegará a los cines
de España el 24 de enero de 2014.
Lamentablemente hay que decir que es una película fallida,
previsible y que no aporta nada destacable a un cine siempre en crisis; Eduardo
Noriega sigue siendo ese actor sin expresiones que no consigue imprimir
naturalidad a sus personajes y la interpretación de Marta Etura también es un
dejà vu, aunque esta vez de gestos exagerados. Pero que todo obedece probablemente
a que se ha elegido como inspiración para la película una novela complicada,
difícil de adaptar, que cuenta un momento especial de la vida de una mujer
lleno de miedos, situaciones anómalas y descubrimientos inesperados.
Por otra parte, el tratamiento del entorno elegido –las
ciudades de vacaciones, en este caso en la costa alicantina- más parece un
vídeo de propaganda del resort en cuestión, y la narración en paralelo del
presente y el pasado de la protagonista no contribuye precisamente a hacer más
digerible el filme. Tampoco el hecho de que sus autores hayan decidido llamarlo
thriller contribuye en nada a la comprensión de lo que en resumen no es más que
la historia de un amor que no soporta el paso del tiempo o, en última
instancia, de una depresión postparto muy prolongada.
Julia y Félix son una joven
pareja de clase media, cuya relación atraviesa un momento delicado. La idea de
irse unos días de vacaciones a la playa, puede ser la oportunidad que necesitan
para recomponer su relación y volverse a enamorar. Al llegar a la urbanización
donde pasarán las vacaciones discuten y Julia sale con el coche. Es de noche,
el violento estruendo de un accidente le hace parar en el arcén y salir a
averiguar qué ha pasado. Para su sorpresa no ve nada extraño. Al volver al
coche descubre que le han robado el bolso con la documentación, el dinero y el
móvil. Por si fuera poco, no encuentra el camino a la urbanización, se ha
perdido…Comienza así el angustioso peregrinar de la pareja, buscándose
mutuamente, en un tiempo a todas luces irreal -a veces parece que solo han
pasado unas horas desde que la mujer desapareciera, otras que ha transcurrido
todo el verano- e inverosímil.
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