“La
vida es demasiado larga”, dice al comenzar la narración un lacónico Sam Shepard
(Mud, Cogan, actor, realzador, guionista y Premio Pulitzer 1979 por la obra
teatral Buried Child) con una
voz que revela los muchos años de decepción y abuso de alcohol, ofreciendo la
cita de T.S. Eliot a la paciente india silenciosa recién contratada para poner
un poco de orden en esa enorme casa donde termina sus días y su historia un
matrimonio que languidece acosado por rutinas y enfermedades. La vida es
demasiado larga cuando todo solo puede ir a peor. “Yo bebo y mi mujer toma
pastillas. Ese es el acuerdo al que hemos llegado”.
Agosto
–película que se estrena el 10 de enero de 2014 y que, en espera de los Oscar, ya
ha conseguido un premio para Julia Roberts (Erin Brockovich) en un papel
secundario con mucha presencia y absoluta carencia de glamour, y cuatro para la
producción en el Capri Hollywood Film Festival- es la adaptación de la obra de
teatro Agosto: Condado de Osage, Premio Pulitzer para su autor, Tracy Letts,
producida para el cine por el actor George Clooney.
Agosto,
en la gran pantalla y pese a algunas secuencias rodadas en exteriores, sigue
siendo una ácida función teatral. Bien filmada por John Wells (The
Company Men y responsable junto a Aaron Sorkin de la magnífica serie El ala
oeste de la Casa Blanca) e interpretada también con mucho genio y maestría por
Meryl Streep (ganadora del Oscar por La decisión de Sophie, La dama
de hierro y Kramer vs. Kramer), Ewan McGregor (Lo imposible) Benedict Cumberbatch (El topo, El quinto poder), Juliette Lewis (Asesinos natos),
Abigail Breslin (Pequeña Miss
Sunshine), Dermot Mulroney (La
boda de mi mejor amigo),Margo
Martindale (Las horas), Chris
Cooper (American Beauty) y Julianne Nicholson (Kinsey). Un reparto muy cuidado –cada
uno de los intérpretes tiene momentos inolvidables en esta trama-
seleccionado como tal para competir en los Sag Awards, los premios que
concede anualmente el Sindicato de actores estadounidenses.
Ya
se sabe, en las familias existen grandes amores y grandes odios. La familia te
apoya y también puede, si se cruzan los cables, destrozarte. Porque son
justamente los miembros de la familia quienes están al cabo de la calle de todos
los cadáveres que se guardan escondidos en sus armarios. La película Agosto es
un momento particularmente sombrío, dramático, en la historia de la familia
Weston. Tras la desaparición del padre y el hallazgo de su cadáver (con toda
probabilidad se ha tratado de un suicidio), las tres hijas se reúnen en la casa
familiar donde crecieron en torno a una madre enferma de cáncer, paranoica,
claustrofóbica y lunática (Meryl Streep). Un momento que ni buscado a propósito
para que afloren todos los secretos y rencores celosamente ocultados a lo
largo de los años.
Algunas
de las escenas, cuando las actrices se gritan acusaciones a la cara, rompen
objetos domésticos o salen de escena dando un portazo, nos recuerdan
inevitablemente momentos inolvidables de clásicos como Quien teme a Virginia
Wolf? o La gata sobre el tejado de zinc (Elizabeth Taylor, siempre una Taylor
brillante en aquellos papeles de mujeres vulnerables tocadas por la enfermedad,
del cuerpo o del alma).
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