lunes, 4 de marzo de 2013

Los tres dragones: Cataluña-España, un "problema" que traviesa los siglos



Un antiguo secreto ha permanecido  celosamente guardado hasta nuestros días, atravesando nueve siglos de historia y dos continentes. Desde el rey medieval Alfonso I el Batallador, monarca de Aragón y Navarra, hasta el primer presidente de la Generalitat, Lluis Companys, pasando por otros reyes españoles, el dictador Franco, algunos voluntarios de la División Azul y lo que los autores llaman personajes de la “época actual” -que puede ser ahora mismo, el año pasado o el que viene-, en la novela Los Tres Dragones se suceden momentos épicos, episodios de honor y guerra y secuencias protagonizadas por distintos “indiana jones” ataviados según el siglo que les corresponde, todos empeñados en la tarea de preservar, para distintos fines, un testamento con fecha del año 1134 en el que “el Batallador” estipula que los reinos de Aragón y Castilla deberán permanecer separados por los siglos de los siglos.

Con algo de historia y mucho de ficción, el hilo conductor es la saga de una familia de origen catalán que lleva nueve siglos custodiando “el testamento irrealizable de un rey”, según se cuenta en el prólogo. En una sucesión de aventuras individuales y colectivas, por sus páginas desfilan enclaves emblemáticos de Cataluña y el principado de Andorra (donde comparten el poder un rey y un obispo), guerras de religión, ejércitos de cota de malla y escudo de armas, cañones de la primera generación, trincheras de las dos guerras mundiales y episodios de guerra fría, junto a personajes procedentes de las Ordenes Militares históricas, la Masonería en sus distintas etapas, modernos detectives, la europol, espías e individuos pertenecientes a servicios de inteligencia y fuerzas especiales, todos ellos protagonistas de distintas guerras –que en realidad es siempre la misma- enfrentados a unos “políticamente malos” encarnados en una secta que se reproduce a través de los siglos y que en el actual tiene clarísimas connotaciones neonazis.

La novela, visceralmente catalana –en la que encontraremos a “Cataluña y España. Juntas, separadas, mezcladas, dispares, condenadas (o no) a entenderse”, dicen los autores. “No tomamos partido, lo que pretendemos es sumergir al lector en una aventura que quizá no es tan irreal como podría parecer en principio”; lo que equivale a decir que es una ficción sobre el “problema” político por antonomasia - está escrita en castellano y editada en Andorra.

De los autores –Daniel Pio y Gemma Galgani (nombre de santa)- lo menos que puede decirse es que son atípicos: en primer lugar porque no es frecuente encontrarse con una novela escrita a cuatro manos (un estilo que parece adecuarse mejor a otros géneros, como el ensayo) y después porque, en sus respectivas notas biográficas, él esgrime su calidad de miembro del Gran Oriente de Andorra y ella su cualidad de madre.

Por absurdo que pueda parecer, lo que más me ha llamado la atención del relato es su impacto gráfico; así como hay libros que te sugieren un guión cinematográfico, a medida que leía Los tres dragones me iba resultando cada vez más fácil imaginar un cómic con su argumento.

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