Lancha del Aquarius recogiendo migrantes. Foto Guglielmo Mangiapane |
En contra de
los peores augurios, expresados reiteradamente por los políticos de la
oposición española, siempre en campaña, y los periodistas catastrofistas (había
escrito terroristas, que también lo son porque su objetivo es sembrar el
pánico) que solo ven un cúmulo de
desgracias donde los ciudadanos ponen toda su buena fe para atisbar la
más mínima mejora en sus condiciones de vida, donde toda esa gentuza que
revuelve en la basura denomina “efecto llamada” a lo que es solidaridad y ayuda humanitaria, el
último baremos de Eurostat (Oficina Europea de Estadísticas) –que la jauría
vociferante de editócratas y comentaristas matinales, vespertinos y noctámbulos,
se cuidará muy mucho de comentar-
anuncia que en 2018 han entrado en la Unión Europea muchos menos migrantes que
en años precedentes; tantos menos que hemos vuelto a los niveles de 2014.
El diario francés
Libération comenta las cifras: “Para
medir la afluencia a las puertas de Europa se pueden tomar varios datos. Si optamos por el número de solicitantes de
asilo, el cenit en la Unión Europea se
alcanzó en octubre de 2015. . Desde el verano de 2016, la tendencia es
una bajada constante. El número de solicitudes mensuales ha regresado a los
niveles de 2010, antes de comienzo de la guerra en Siria”.
En 2018, la mayor parte de los solicitantes
de asilo llegan de Siria (13%), Afganistán (7%) e Irak (6%). El 62% de la
totalidad de estas personas son rechazadas, siendo los sirios quienes consigue
más respuestas positivas (87%).
“Si lo que tenemos en cuenta son las
cifras de la Frontex (Agencia Europea de
la Guardia de Fronteras y Costas), que controla las fronteras exteriores del
espacio Schengen, el número de entradas ilegales experimentó un pico en 2015,
al que ha seguido una bajada drástica. El reforzamiento de los controles y los
riesgos de la travesía han cambiado las rutas migratorias”.
La reducción del número
de migrantes que llegan anualmente a Europa ha ido casi parejo con el aumento
de quienes han perdido la vida en el viaje que, al día de hoy y desde 2014,
según las cifras facilitadas po la Organizació Internacionales para las
Migracione4s (OIM), suman 17.000persoa ahogadas en el mar Mediterráneo. Po lo
que se refiere a 2018, en estos nuve meses transcurridos se han contabilizado
18.000 persna, entre mertos y desaparecidos en el mar.
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