Mientras,
según diversas fuentes (1), 23.000 migrantes procedentes en su mayoría del
Africa subsahariana, pero también de Oriente Medio, han perdido la vida en los
últimos 14 años a las puertas de Europa (Lampedusa, Canarias, Grecia, costas
españolas del sur…), otros ciudadanos, esta vez procedentes de países
occidentales o emergentes, llegan a Europa como turistas y con las carteras
repletas de billetes con los que compran “permisos de residencia” a precio de
oro.
“La
idea hace furor en Europa, –escribe Morgane Thimel en un artículo en el
digital, Bastamag (http://www.bastamag.net/La-citoyennete-europeenne-sera-t#nb6)
que reproduce Myeurop (http://fr.myeurop.info/2014/06/05/vends-citoyennete-europeenne-riches-migrants-13971-
de Riga a Amsterdam pasando por Lisboa o La Valette, las capitales europeas
venden los permisos de estancia en su territorio entre 75.000 y 2 millones de
euros que, según las circunstancias, sirven para instalarse tranquilamente e
incluso comprar la nacionalidad del país en cuestión”.
Entre
los países pioneros de esta práctica se encuentra España cuyo gobierno pensó,
ya en 2010, que la fórmula podía servir para dinamizar un mercado inmobiliario
que ya había iniciado la decadencia sin freno que poco después culminaría con
el estallido de la burbuja y las decenas de miles de obras paradas en toda la
geografía. De ahí tanto ruso, tanto serbocroata y tanto chino comprando en los
últimos tiempos propiedades en ciudades y costas, con capitales de dudosa
procedencia (en muchos casos, mafia, prostitución, droga y chanchullos
financieros como se va viendo a medida que se suceden los casos en los
juzgados). Las condiciones han cambiado y, siempre según esta fuente, desde
2013 se exige invertir 2 millones de euros en deuda pública para conseguir el
visado permanente, y medio millón en bienes inmobiliarios para un permiso de
sólo residencia.
Por
lo visto, y según la información del digital europeo, Letonia fue también uno
de los primeros países que pensó que su ingreso en la Unión Europea (UE) podía
convertirse en fuente de beneficios: “Desde 2010, este pequeño país al borde el
Báltico, se ha convertido en una de las puertas de entrada a Eldorado europeo.
En Riga (la capital), los candidatos al permiso de residencia desembarcan en
los servicios letones de inmigración acompañados de un agente inmobiliario y un
intérprete”. Igual que en España, rusos y chinos son mayoritarios y una de las
condiciones que les exigen es ser propietarios de un bien inmobiliario de un
valor mínimo de 150.000 euros en la capital, y la mitad en las provincias. Hay
otras posibilidades: invertir en alguna empresa nacional o depositar 300.000
euros en un banco letón. Cualquiera de ellas les proporciona un permiso de 5
años, que incluye la movilidad por todo el espacio Schengen, con opción a
convertirse en permanente. La OCDE cifra en 1700 los permisos concedidos
respondiendo a esos criterios (http://www.oecd.org/fr/els/mig/LETTONIE.pdf).
Las
condiciones no son las mismas en todos los países: invertir en la industria,
comprar deuda nacional…En Holanda, desde 2013 hay que invertir 1,25 millones de
euros en la economía local para conseguir un visado permanente. Chipre ofrece
permiso de residencia por la compra de un bien valorado en 300.000 euros;
Lituania espera que su Parlamento apruebe el proyecto de exigir una inversión
de 260.000 euros en una empresa y la creación de cinco puestos de trabajo.
Aunque
en Francia no está legislado, existe un documento de la Comisión Europea (http://ec.europa.eu/dgs/home-affairs/what-we-do/networks/european_migration_network/reports/docs/ad-hoc-queries/residence/528_emn_ahq_wealthy_immigrants_update_wider_dissemination.pdf)
donde se precisa que se pueden conceder permisos de residencia, a cambio de “contribuciones
económicas excepcionales”, a accionistas (al menos el 30% del capital) de
grandes sociedades con la condición de que “creen 50 empleos en Francia o
inviertan al menos 10 millones de euros”.
En
Portugal, donde nació la denominación “visados dorados”, desde 2012 los
candidatos a un permiso de residencia “por actividad inversora” pueden elegir
entre una compra inmobiliaria de al menos medio millón de euros, la
transferencia de un mínimo de un millón o la creación de 10 empleos: “Desde la
creación del dispositivo, Portugal ha entregado 772 permisos, 612 de los cuales
corresponden a ciudadanos chinos”.
Como
no podía ser menos, estas formas de acceder a la residencia, e incluso en
algunos casos a la ciudadanía europea, en pocos años se han convertido en un
negocio floreciente para empresas como la sociedad Henley& Partners (https://www.henleyglobal.com/), que
fue objeto de una información en el diario francés Le Figaro: con sede en el
paraíso fiscal de Jersey, al parecer es el líder mundial del sector y ofrece
gestionar permisos en Austria, Bélgica, Croacia, Chipre, Reino Unido y Suiza
(paraíso fiscal europeo, no miembro de la UE), ofreciendo a estos afortunados aspirantes
a los visados de oro , el ahorro de la pérdida de tiempo que, sin ellos, les
supone hacer cualquier tipo de gestión o negocio en los países de la Unión. En
la oferta se incluye, para los más ricos, la compra de la nacionalidad en tres
países: Austria, Chipre y Malta, que pagan a Henley&Partners una comisión
de 7.500 euros por cada candidatura. Una oferta que cuenta con la oposición del
Parlamento Europeo.
(1)Cifra
facilitada, entre otros, por The Migrant Files, un proyecto lanzado en agosto
de 2013 por un grupo de periodistas europeos, algunos de ellos pertenecientes a
la organización sin ánimo de lucro Journalismfund.eu. Según United por
Intercultural Action son 17.000 los muertos en ese tiempo.
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