Las
chicas son auténticamente guerreras y la película que las retrata –Foxfire,
confesiones de una banda de chicas- una obra excelente del realizador francés
Laurent Cantet (Entre los muros, otra joya del trabajo con adolescentes, Palma
de Oro en el Festival de Cannes 2008), quien firma su primer trabajo en inglés
que se estrena en los cines españoles el 27 de junio de 2014.
En
un pueblo del estado de Nueva York, en los años 1950, la carismática Legs
(Raven Adamson, procedente de una familia trabajadora como sus compañeras de
instituto, auténtica revelación para la pantalla), decide luchar contra el
destino creando una sociedad secreta de chicas (cinco en sus comienzos, el
doble después), las Foxfire, para vengarse de los hombres reprimidos, en una
sociedad represora e hipócrita, que intentan dominarlas desde muy cerca: los
compañeros de clase violentos, los profesores que les humillan, los parientes
que pretenden abusar sexualmente de ellas…
Legs
es una de esas “libertadoras natas que creen en la superioridad del poder
colectivo” al que nadie debe osar enfrentarse. La utopía que comienza como
aventura comunitaria divertida, con el alquiler de una casa para todas y el
abandono de los respectivos hogares familiares, acaba yéndoseles de las manos y
enfrentándolas con la realidad del mundo cruel que existe más allá de la
puerta.
Como
en las sociedades secretas históricas, Legs, Maddy, Rita, Goldie, Violet, Lana,
VV y el resto de chicas que se unen a la banda juran fidelidad al grupo hasta
la muerte y rompen para siempre con el extendido paternalismo imperante, “detestan
a todos esos tipos que quieren explotarlas en el trabajo (como explotan a sus
parientes), violarlas o encerrarlas en un hogar lleno de mocosos llorando”.
Pero, al tiempo que enarbolan su libertad como la única bandera posible no
consiguen escapar totalmente a los tabúes sociales: en un momento de la
historia, Marigold, la chica negra, tiene que abandonar el grupo después de que
su continuidad en él pierda una votación “democrática”, lo que demuestran que a
veces “los medios destruyen el fin”.
Adaptación
de la novela de Joyce Carol Oates Puro fuego: confesiones de una banda de
chicas, Foxfire es una inteligente estampa adolescente anclada en el tiempo,
una película “negra” de denuncia de las relaciones de poder que comienzan en la
familia y también una proclama feminista muy militante interpretada por un
puñado de espléndidas actrices, no profesionales hasta la fecha, aplaudidas en
la sección oficial del Festival de San Sebastián 2012 donde Katie Coseni (Maddy
en la historia, autora de las “confesiones”) consiguió la Concha de Plata a la
mejor interpretación femenina.
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