miércoles, 18 de junio de 2014

La jaula dorada, los porteros portugueses





Más que una portería un rincón del paraíso, decía la publicidad oficial cuando se estrenó en Francia esta comedia sobre una familia de emigrantes portugueses en París que tiene tantos puntos en común con Las chicas de la sexta planta, estrenada un año antes: si en esta ocasión se trata de la portera del edificio burgués, su marido y sus dos hijos, en aquella eran las españolas que trabajaban como criadas en unas casas muy parecidas, tenían a sus familias lejos y dormían en las buhardillas (mansardes) de los edificios. En ambos casos de trata de tópicos muy consolidados porque, en efecto, durante gran parte de la segunda mitad del siglo XX, una cantidad considerable de porteras de los barrios chic parisinos era portuguesas, y la inmensa mayoría de las criadas españolas. Dicho lo cual conviene añadir que la portería, exigua para sus cuatro ocupantes, es un sitio en el que se encuentra a gusto la familia, pero está muy lejos de ser el paraíso, soñado por los padres, de una casa en Portugal.

En uno de los barrios acomodados de París, María y José (Zé) viven desde hace treinta años en la planta baja del edificio, en su portería. Ambos son serviciales y amables. María es una excelente portera, cuyo trabajo va mucho más allá de lo que le exige el contrato (de hecho, también cose y plancha para los inquilinos, además de cuidarles los bonsáis y atenderles en sus enfermedades); José, que trabaja como capataz para un constructor, al final de la jornada realiza reparaciones en el inmueble. Los dos son muy apreciados por los vecinos. El día que reciben una herencia de un pariente en Portugal, y deciden regresar, nadie quiere que se vayan y todos sus amigos y conocidos inventan distintos ardides para intentar retenerles. Al mismo tiempo, Paula, la hija del matrimonio, está enamorada del hijo del constructor…

La jaula dorada es una comedia ligera y predecible, en la que todo el mundo es bueno y feliz al final, aunque sea con matices, dirigida por Rubén Alves (es su primer largometraje y él mismo fue hijo de porteros) e interpretada por Rita Blanco y Joaquim de Almeida se estrena en España el 19 de junio de 2014.

Como en tantas comedias francesas, la acción se desarrolla en torno a las comidas: la pausa de los trabajadores en la obra, el banquete familiar en el patio del inmueble, una cena a la luz de las velas acompañada por espléndidos fados en un restaurante… la intriga principal gira en torno a si la pareja desea realmente volver a su lugar de origen o si después de treinta años está tan integrada que prefiere seguir en su “jaula dorada”; pero se apunta también, sin profundizar, el tema del desarraigo, especialmente de los hijos nacidos en Francia, que no tienen intención de marcharse.




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