Abandonado en coma en el
carrito de un supermercado la noche del 13 al 14 de junio de 2014, tras recibir
una monumental paliza por ser sospechoso de robos en el barrio, a la hora de
escribir esta información un adolescente rom (gitano, de origen rumano) de 16
años se debate entre la vida y la muerte en un hospital parisino.
Según los detalles que van apareciendo poco a poco, al
chico le lincharon entre una docena de jóvenes y adultos que sospechan es el
autor de un robo en una vivienda del Barrio de los Poetas, en
Pierrefitte-sur-Seine, muy cerca de París, donde el muchacho ocupaba con su
familia una casa abandonada en el borde de la carretera Nacional 1. Según una
fuente policial «un grupo de personas vino a buscarle y se lo llevó a la fuerza».
Al parecer le tuvieron secuestrado en un sótano, donde le golpearon
violentamente hasta dejarle sin sentido. Después le abandonaron.
Según el diario Le Parisien, una docena de
personas enmascaradas y armadas con pistolas le secuestraron en la tarde del
día 13 cuando se encontraba con otras personas del campamento, después de
efectuar al menos un disparo. Fue la madre del muchacho quien denunció su
desaparición a la policía. El chico apareció cerca de medianoche con «la cara
hinchada llena de hematomas, y numerosas heridas en todo el cuerpo. En el
hospital le diagnosticaron también varias fracturas. Según el diario, un
familiar recibió al día siguiente una llamada, en la que le pedían 15.000 euros
de rescate, pero durante todo el fin de semana la familia creyó que había
muerto.
La fuente policial añade que el joven había sido
detenido en varias ocasiones, siempre por robo y que en las últimas semanas se
han producido robos en varios coches, que han aparecido con los cristales
reventados. Los habitantes del barrio –uno de los enclaves que la denominación
oficial considera “desfavorecidos” en los suburbios parisinos- acusan a los
roms de ser los autores. Un habitante de la localidad, también rumano, explicó
a la Agencia France-Press que el joven agredido había llegado al barrio
alrededor de tres semanas antes, junto a otros 200 roms que, una vez ocurrida
la agresión, han abandonado precipitadamente la casa ocupada, en cuyo jardín
habían construido una especie de cabaña, “dejando todo: colchones, ruedas,
latas de alimentos y montones de basura”.
Hasta el momento no se ha producido ninguna detención
pero la fiscalía de la república francesa ha anunciado que les pueden condenar
a cadena perpetua. Las asociaciones francesas de defensa de los derechos
humanos vienen denunciando en los últimos años un aumento progresivo de la
violencia contra los roms. En octubre de 2012, los habitantes de un barrio de
Marsella consiguieron la expulsión de un campamento de roms, y después quemaron
los residuos que quedaban en la zona. En mayo de 2013, varias familias roms
fueron agredidas en un centro de acogida al aire libre en Hellemmes. En mayo de
2014, un tribunal de París exoneró a un hombre acusado de haber vertido un
líquido corrosivo en los colchones del campamento que unos roms habían
instalado cerca de su domicilio.
Para Amnistía Internacional (AI), que ha calificado de
intolerable la agresión al joven, estas agresiones en aumento son crímenes
motivados por el odio y “reflejan el deletéreo clima que existe en Francia en
relación con los migrantes: la violencia forma parte del contexto de
expulsiones forzosas que echa a roms y otros migrantes a la calle,
condenándoles a andar errantes en condiciones de vida extremadamente precarias
y exponiéndoles a sufrir cada vez más violencia… esta situación no puede continuar,
las autoridades tienen que optar por frenar la plaga de la discriminación y la
intolerancia con los migrantes. Tienen que finalizar las expulsiones forzosas”.
El pasado 8 de abril, coincidiendo con el Día Internacional del Pueblo Gitano,
AI publicó un informe en el que acusaba a Francia de “no proteger suficientemente
a las comunidades roms”.
Los roms en
Europa
Otro trabajo anterior de AI
explicaba que los roms europeos son un conjunto de poblaciones que tienen en
común ser de origen indio. Se les denomina con el vocablo general de Zíngaros y,
según los lugares y las épocas, Sintés, Manouches, Romaníes, Bohemios,
Viajeros, Calés. Gitanos o Gypsis. Las instancias europeas utlizan el genérico
Roms (o Rroms).
La mayoría han adoptado la lengua dominante en la
región donde viven, igual que otros rasgos culturales, como la religión: por
eso, aunque conservan creencias específicas, son ortodoxos, católicos,
protestantes (en especial evangélicos), y musulmanes.
Según las asociaciones roms, en el mundo hay entre 12
y 15 millones, la mayor parte de los cuales viven en Europa, donde globalmente
son la mayor minoría étnica: en lugares como Rumania, Bulgaria, Eslovaquia,
Hungría y los Balcanes, representan hasta el 10% de la población y han adoptado
una forma de vida sedentaria, pero con frecuencia marginal. Forman comunidades
bien identificadas y son víctimas de fuertes prejuicios racistas. Durante la
segunda guerra mundial sufrieron la política de exterminio del régimen nazi.
En todos sus informes, AI ha pedido a los estados
europeos que se empeñen en “hacer realidad los derechos económicos, sociales y
culturales de los roms, que pongan fin a las expulsiones forzosas, mejoren su
integración social, luchen contra la hostilidad que despiertan y aumenten su participación
en la vida pública”.
Informe 8 de abril, Día Internacional del pueblo
gitano
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