La
Bella y la Bestia, nueva adaptación cinematográfica del famoso cuento de hadas
–que ha conocido distintas vidas, en distintas latitudes y con distinta
fortuna, en los escenarios, y las pantallas grande y pequeña (por no hablar de
las funciones escolares de fin de curso)- llega a los cines
españoles el 14 de marzo de 2014, esta vez dirigida por el realizador
francés Christophe Gans (El pacto de los lobos, Silent Hill) e interpretada por
Léa Seydoux (La vida de Adèle) y Vincent Cassel (Cisne negro, El odio) en los
papeles de los dos personajes centrales: la Bella y el hombre-león, la Bestia.
El
relato de la Bella y la Bestia, que pese a estar calificado como cuento de
hadas es una historia más bien para adultos, se da por supuesto que pertenece a
la tradición oral francesa y que la primera versión escrita del mismo,
publicada en 1740, es obra de la escritora Gabrielle- Suzanne de Villeneuve,
una dama del siglo XVIII que, al quedar viuda a los 26 años, decidió sobrevivir
gracias a la literatura. Por lo visto a ella le había contado el cuento una
camarera mientras se encontraba efectuando un viaje por América del Norte. Lo
incluyó en el libro titulado La joven americana y los cuentos marinos, aunque
el éxito de la obra se produjo más tarde, en 1758, cuando otra escritora,
Jeanne Marie Leprince de Beaumont, publicó una versión abreviada en su “Revista
para Niños. El cuento ha tenido después sucesivas ediciones, entre las que
destacan la adaptación para el cine efectuada por Jean Cocteau, e interpretada
por un bellísimo Jean Marais en 1946, y la versión animada de la factoría
Disney, en 1992.
La
Bella y la Bestia es un cuento clásico que trata los temas del amor y la
redención, y que tiene distintas versiones locales. En líneas generales, una
joven llamada Bella se sacrifica para salvar a su padre, condenado a muerte por
haber cortado una rosa en los dominios de un terrible monstruo. Sin embargo, la
Bestia decide dejar a la joven con vida y tenerla viviendo en su castillo. Cada
noche, a la hora de la cena, bella y Bestia se van descubriendo hasta que, en
un momento dado, Bella comprende que tras el engreído y poderoso hombre-animal
se esconde la víctima de un sortilegio, nada menos que el Príncipe majestuoso,
y que ella es la destinada a librarle de la maldición. El triunfo del amor
sobre la vanidad…
Con
la ayuda de imágenes virtuales y el consabido ambiente manierista y barroco que
parece especialmente creado para la historia de buenos y malos, en el sentido
más tradicional, la versión 2014 del cuento, que oscila entre fidelidad al
relato y modernización de los personajes, recupera parte de las visiones
surrealistas de Cocteau y añade efectos especiales, que la convierten en una
obra espectacular y trepidante que sin duda harán las delicias de los
pre-adolescentes – a quienes parece ir dirigida la película- aunque puede que
asusten a los más pequeños.
En
cuanto a los adultos, no sé…Yo la he visto como algo muy ajeno, sin conseguir
emocionarme en ningún momento ni recordar lo que pueda quedarme en la memoria
del viejo cuento, tantas veces leído en otro tiempo. Creo que a la pareja
protagonista le falta química; que no se siente la historia de amor que debería
irse dibujando a medida que avanza el conocimiento mutuo. Y que la elección de
unos diálogos más bien lacónicos –dando por hecho que todo el mundo conoce la historia
y no es necesario precisar mucho- le quita esa parte de vibración interna que
es lo menos que podemos exigir a un cuento, que acunó nuestra infancia.
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