“Ámame”, película dirigida por el argentino Leonardo Brzezicki (“Noche”, “Testosterona”), acaba de valerle a su protagonista, Leonardo Sbaraglia (“Plata quemada”, “Dolor y Gloria”) el Premio de Interpretación en el reciente Festival de Málaga (donde ya consiguió idéntico galardón en 2017 con “El otro hermano”).
Le acompañan en esta historia de seres
perdidos que se buscan inútilmente la española Eva Llorach (Actriz revelación
en los Premios Goya 2019 por “Quien te cantará”) y la joven argentina, hija de
actores, Miranda de la Serna (“Bruja”).
Santiago es un tipo desorientado, “quebrado emocionalmente” dice la promoción,
con una más que complicada vida personal en Argentina y unos amores repartidos
entre su madre –la auténtica mujer de su vida-, su hija adolescente Laila, y un
hombre llamado Luis, que en otro momento ocupó un lugar importante en su vida y
ahora ha decidido pasar página. Están también la madre de la chica, una
cantante que temporalmente se encuentra en Brasil, y su pareja. Y hay un
puñado de hombres que tienen papeles episódicos
en la vida de Santiago, en Buenos Aires y en Río, y a los que el protagonista intenta desmenuzar
con la esperanza de que alguno pueda ser el amor que anda buscando desesperadamente.
Santiago tiene un restaurante de moda, vive
con su hija que estudia baile y utiliza a su madre (y a su hermana) como
coartada cuando quiere indagar en la vida de quien por un tiempo fue su pareja.
Tras unas noches dando tumbos, siempre solo, por espacios donde se reúnen homosexuales y se
abusa de drogas y alcohol, regresa a la casa donde su hija le anuncia que se va
a Brasil para pasar el fin de año con su madre. Finalmente padre e hija viajan
hasta Río donde Santiago, siempre solo, va
a la playa y conoce a una pareja gay con
la que repite los gestos y los deseos de otra noche más de infeliz final.
El protagonista de este relato es un hombre
en crisis perpetua, que huye hacia
adelante y sufre porque es consciente de que falla siempre: falla con su madre,
que le cuida con la entrega de quien todo lo acepta; falla con su hija, en una
difícil convivencia que resuelven compitiendo por ver quién grita más fuerte;
falla con su expareja, a quien intenta imponer una presencia no deseada; y se
falla a sí mismo, en esa incapacidad de encontrar el amor que en ocasiones convierte
en un deseo patético.
«Es una
historia en la que estoy abierto en canal y, cuando la rodé, estaba preparado y
necesitado para hacerlo», ha dicho Sbaraglia en Málaga, insistiendo en que hay
que ver a su personaje como un ser fundamentalmente bueno, pero débil y
vulnerable, “necesitado de amor”.
(1) “Ámame” se
estrena el viernes, 1 de abril de 2022
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