“Las
guerras lejanas regresan con los hombres que las han peleado y no terminan
nunca”
El comandante Claus M. Pedersen
(Pilou Asbæk, “Juego de tronos”, “Borgen”) y sus hombres están destinados en
una provincia de Afganistán, en territorio talibán, mientras en Dinamarca, su mujer
María intenta educar sola a sus tres hijos. Durante una misión rutinaria, los
soldados sufren un serio ataque. Para salvar a sus hombres, Claus toma una
decisión que tendrá graves consecuencias para él y su familia: en la respuesta
al ataque mueren once mujeres y niños afganos que se encontraban en el interior
de un recinto; de regreso a Dinamarca, Claus debe responder de sus actos ante
un tribunal militar.
“A War (una guerra)” -Krigen- es el
tercer largometraje del danés Tobias Lindholm (“R”, “A hijacking”), prestigioso
guionista y realizador, conocido por ser el artífice de la aclamada serie
televisiva “Borgen”, además de responsable del libreto de la nominada al Oscar “La
Caza”. Una realización inteligente interpretada por un casting de actores con
talento. Una buena película con un director comprometido al frente.
Una guerra, un simple concepto que
es toda una metáfora. En este caso, la guerra que se libró hasta 2014 entre los
talibanes y una coalición internacional y la Alianza del Norte que prestaban
apoyo al ejército de la República Islámica de Afganistán, manifiestamente en
pañales.
La guerra, los daños colaterales
expuestos con un rigor brutal y unas escenas de combate de un realismo
impactante. Aunque quizá, lo más impresionante para alguien de estas latitudes
sea lo “civilizado” del tribunal militar danés. El comandante tiene que salvar
la piel al precio que sea, incluso al de la mentira, lo que le convierte al
mismo tiempo en un héroe y un cabrón; los soldados están dispuestos a todo para
salvar al hombre que les protegió en el combate. De fondo, la melancolía que
reinaba en el hogar, tan lejano, y que llegaba hasta el campamento a través del
teléfono.
Sin esconder las imágenes
traumáticas de la guerra, cristalizadas en el pie literalmente destrozado de
una de las niñas muertas y en la escena del comandante tapando el pie de su
hijo con la manta, “A War” es una reflexión profunda acerca de cómo la
necesidad de supervivencia puede llevar a cambiar las prioridades y ser más
fuerte que la ética, la verdad o la justicia. Un proceso que conduce a un
rechazo generalizado de la guerra, en el que participan todos los personajes de
la historia: comandante, esposa, soldados, abogado…, y del que acaba
participando el espectador que no puede resistirse a la empatía por el reo y la
incapacidad de juzgarle.
Tobias Lindholm, que elige siempre
la actualidad tanto en sus guiones como en sus películas -en «A Hijacking» se
enfrentó al tema de la piratería en aguas de Somalia, para “R” eligió el
universo carcelario, en “La caza” se trataba de la persecución de un pederasta-
, ha optado por la ambigüedad moral para mirar de frente un asunto tan
peliagudo como el de las víctimas y los verdugos de la guerra.
“La película de Tobias Lindholm
escapa a todas las clasificaciones, a todos los tópicos del cine de guerra:
aquí no hay héroes ni villanos, tan solo el polvo del desierto, la bruma de las
montañas, el fuego de la acción, la sangre de los hombres y la amargura de los
actos” (François Forestier, NouvelObs).
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