miércoles, 18 de diciembre de 2013

La policía italiana denuncia por acoso a la joven que besó el caso de un agente



Es una de las imágenes que ha recibido más visitas en 2013. La foto dio la vuelta al mundo en las redes sociales: se trata de una joven estudiante italiana, Nina De Chiffre, de 20 años de edad, depositando un casto beso en el casco de un policía antidisturbios. Los hechos tuvieron lugar el 16 de noviembre, en el transcurso de una manifestación contra el proyecto de tren de alta velocidad Lyon-Turin en la localidad de Suse, en la región del Piamonte.

Según el diario británico The Independent, el sindicato de policía COISP, ha presentado una denuncia contra Nina por “acoso sexual e insulto a un agente público” (no quiero ni pensar cómo se catalogaría una acción así en la nueva reglamentación española contra las manifestaciones, concentraciones, reuniones, escraches y otros tipos de afirmaciones de la libertad de expresión ciudadana).

Según Franco Maccari, secretario general del sindicato de policía, “un beso es algo positivo pero, en ese contexto, entre esas dos personas, es una falta de respeto. Si hubiera sido el policía quien besara a la manifestante se habría desencadenado la tercera guerra mundial”.

Por su parte, el policía protagonista de la escena, Salvatore Piccione, dio muestras de una enorme sangre fría –dice la información- porque la estudiante no sólo le besó en el casco sino que también le tocó la boca con los dedos: “Cuando llevo uniforme represento a la institución policial, y tengo obligación de no responder a las provocaciones”, ha dicho.

En el diario romano La Repubblica, Nina De Chiffre se defiende argumentando que el gesto fue provocado por la violencia de las fuerzas del orden con los manifestantes. Asegura que por el policía en cuestión solo sintió “asco y piedad”.

El periodista inglés autor de la información lamenta que la policía italiana no haya interpretado el gesto de Nina como una “inmensa señal de paz”.

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