sábado, 30 de julio de 2022

Rusia : condenada la periodista Marina Ovsiannikova a una multa de 800 euros por “desacreditar” a las fuerzas armadas rusas

Marina Ovsiannikova, la periodista que el pasado mes de marzo interrumpió un informativo televisado exhibiendo un cartel con su oposición a la invasión de Ucrania, ha sido condenada este jueves, 28 de julio de 2022, a una multa de 500.000 rublos (unos 800 euros) por « desacreditar a las fuerzas armadas rusas ». 

Marina Ovsiannikova, nacida en Odessa de padre ucraniano y madre rusa, periodista y redactora jefe del primer canal de la televisión oficial rusa Pervy Kanal, principal canal de propaganda del Kremlin, apareció detrás de la persona que estaba leyendo las noticias exhibiendo una pancarta en la que se leía « No a la guerra. No creáis la propaganda ». Detenida y entregada a la policía, en contra de todos los pronósticos quedó en libertad tras catorce horas de interrogatorio y el pago de una multa de unos 250 euros. El presidente francés le ofreció una “protección consular”, que la periodista no aceptó “por patriotismo”. 

 En declaraciones al canal France 2, marina Ovsiannikova explicó que se sentía descontenta desde la anexión de Crimea en 2014, que su malestar había aumentado con el Caso Navalny –el abogado disidente al que intentó envenenar el servicio secreto ruso en 2020- y que la invasión de Ucrania por el Kremlin había sido la gota que colmaba el vaso. Ante la evidencia de que “manifestarse ya no era eficaz”, el 14 de marzo de 2022 publicó un vídeo en Telegram, en el que contaba la “vergüenza que sentía al permitir que en la televisión se difundan mentiras que tienen al pueblo ruso como si estuviera formado por zombies”, y después interrumpió el informativo con su pancarta. 

 Su acto puso fin a su trabajo en Pervy Kanal, tras veinte años de carrera periodística. Después empezó a colaborar con el diario alemán Die Welt, como corresponsal de Ucrania y Rusia; una colaboración que cesó por falta de acuerdo. Invitada sorpresa al Foro de las Mujeres celebrado en Berlín el pasado mes de junio, Marina Ovsiannikova lamentó encontrarse en “una situación realmente absurda, porque Rusia quiere privarme de mi ciudadanía y encarcelarme, y las autoridades ucranianas no se fían de mi y quieren prohibirme entrar en el país, porque soy una antigua propagandista del Kremlin”. 

 A principios de julio represó a Moscú para arreglar la situación de sus hijos, de 11 y 17 años, que se habían quedado con su ex marido, y para responder a esta nueva acusación de “desacreditación” del ejército, que no tiene nada que ver con el incidente de la pancarta.

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