« La gente como nosotros no debería esperar cumplir sus sueños”
En su primer y melancólico largometraje, « Moneyboys », el realizador chino-austriaco Yilin Chen Bo se propuso redescubrir el país de sus orígenes, China, donde vivió hasta los trece años: “En 2004 –decía en una entrevista en el diario francés Libération- pasé un año estudiando en China. interesándome por el confucionismo, y acabé sin encontrar respuesta a la pregunta de por qué y para qué vive un chino, una china…”.
Rodada
en Taiwan porque en China no está la cosa como para hacer una película sobre
homosexuales que se prostituyen, “Moneyboys” (1) no es una película sobre el
mundo gay, ni sobre la represión que esa comunidad padece en China, sino lo más parecido a un fresco existencial del
universo de la prostitución masculina, centrado en las relaciones amorosas
entre jóvenes homosexuales, sin olvidar echar una ojeada a la realidad
política, económica y social de un país en el que la homosexualidad está
proscrita y criminalizada.
Partiendo
de la historia de Fei (Kai Ko), un joven procedente de un medio rural que ayuda
a su familia con el dinero que gana en la ciudad trabajando en la prostitución,
la película sigue también la trayectoria de Long (Bai Fuyan) su amigo de la
infancia. Procedentes del mismo pueblo y animados por el deseo de “triunfar”
para subvenir a sus necesidades y las de sus familias, los dos jóvenes se
integran en los grupos de trabajadores del sexo en la ciudad de Shenzhen, algo
parecido a una fraternidad en la que los chicos son colegas, pero también
amigos e incluso amantes. Cuando Fei, tras un regreso al pueblo en el que
comprende que aceptan su dinero pero no su vida, ni su homosexualidad, se
cuestiona la actividad de la prostitución, Long relativiza la importancia del
trabajo que hacen: “¿Quién no se vende? Mi tío trabajó toda su vida en un
taller de curtidos y al final se murió de cáncer. ¿Eso no es venderse también?”
Sin pretender en ningún momento moralizar, la película narra
el choque entre tradición y modernidad a través de la trayectoria de unos
personajes que asumen su destino sin importarles el precio que van a tener que
pagar, y buscan un resquicio de libertad en un mundo hostil. El sacrificio que
realizan para asegurar el bienestar de sus familias va acompañado del rechazo
no solo de esa sociedad rural. sino también de sus parientes más cercanos.
No exenta de una crítica social que se cuela por los
intersticios del relato, “Moneyboys” dibuja también la presión de un
conformismo que lo impregna todo, llegando incluso hasta algunos de los amigos prostituidos
del protagonista que aceptan las “obligaciones” de integrarse, casarse y tener
descendencia.
(1) « Moneyboys » se estrena en los
cines madrileños el viernes 8 de julio de 2022.
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