En “La memoria de un asesino” (“Memory”), el realizador neozelandés Martin Campbell (“Casino Royal”, “Goldeneye”) dirige a un reparto de grandes estrellas encabezado por Liam Neeson (“La lista de Schindler”, “Infierno blanco”), a quien secundan Guy Pearce (“Memento”, “L.A. Confidential”) y Monica Belluci (“Malena”, “Spectre”, “En el punto de mira”).
Remake
del clásico belga “La memoire du tueur”, en esta película el actor irlandés
Liam Neeson, con casi 70 años, es un
sicario profesional llamado Alex Lewis, con gran reputación entre el hampa
capitalista de la frontera Estados Unidos/ México, quien a su vez se convierte
en objetivo de una organización criminal al negarse a cumplir un contrato. Lewis,
quien piensa retirarse porque tiene un principio de Alzheimer que avanza
peligrosamente, ha aceptado sin entusiasmo ese último contrato, que no está
dispuesto a cumplir, lo que le obligará a dedicar lo que le queda de vida a
perseguir y dar caza a las personas que le contrataron antes de que ellas, o el
agente del FBI Vincent Serra, lo encuentren.
En
los últimos años está en auge una especie de subgénero del thriller en el que, simplificando,
digamos que el héroe es el malo, el asesino. Si, además, el asesino tiene
lagunas de memoria que le llevan a no diferenciar a veces el bien del mal, y le
obligan a apuntarse las cosas importantes en el brazo para no olvidarlas, mejor
que mejor.
En
una película llena de acción y bañada en sangre que no pasará a la historia, el
infatigable Liam Neeson regresa como el asesino a sueldo Alex Lewis, a quien
persiguen no solo quienes le contrataron para matar a una niña, sino también el
FBI, la policía local y los servicios de inteligencia mexicanos. El personaje
es uno de los malos lo que no impide que, igual que sucedía con las distintas
mafias que en la primera mitad del siglo XX se repartían el territorio en Nueva
York y Chicago, tenga su propio código de honor y alguna línea roja que no está
dispuesto a saltarse, ni siquiera estando en crisis, como cuando pierde el bote
de pastillas.
Hace ya varios años
que, cuando en una entrevista preguntaron a Liam Neesom qué ventajas tiene
envejecer, el actor contestó que « Ninguna ». Y eso es una evidencia
en “La memoria de un asesino” (1).
Resumiendo un poco, Lewis y Serra acaban formando
una especie de equipo que intenta destruir una red de pederastia, cuyas
víctimas son niños mexicanos procedentes de esas jaulas que en la frontera son
tierra de nadie, donde oficialmente esperan la concesión de un visado, y al
frente de la cual se encuentra el hijo de una poderosa empresaria inmobiliaria (una
Monica Belluci a la que tampoco ha perdonado el paso del tiempo).
Thriller que transcurre « a ritmo
geriátrico ». Tomo prestada tan brillante definición y salvo los últimos
minutos de un film que, en cambio, se olvidará rápidamente.
(1) « La memoria de un asesino »
se estrena en Madrid el viernes 22 de julio de 2022.
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