Prisión kosovar de Gjilan
El pasado 15 de diciembre de 2021, el gobierno de
Dinamarca firmó con el de Kosovo una « declaración de intenciones »
para enviar allí a 300 detenidos por los que pagará 15 millones de euros
anuales, según la información que aparece hoy en el boletín del canal
internacional Euronews.
En el documento conjunto firmado por los ministros daneses de Justicia,
Nick Haekkerup, y de Cooperación y Desarrollo, Fleming Moller Mortensen, y las
ministras kosovares de Justicia, Albulena Haxhiu, y de Economía, Artane Rizvanolli, se lee que
« el gobierno de Kosovo anuncia su intención de poner a disposición del
reino de Dinamarca capacidades penitenciarias en Kosovo para 300
detenidos ».
A cambio, el gobierno de Dinamarca « declara su
intención de pagar la cantidad de 15 millones de euros anuales durante un
periodo inicial de 15 años, con posibilidad de prolongarse automáticamente por
otros cinco ».
El proyecto, puesto en marcha por el gobierno danés
para hacer frente a la superpoblación carcelaria, va a afectar a 300 extranjeros
y condenados a la expulsión una vez que hayan cumplido la correspondiente
condena que, en principio, irán en 2023 a la cárcel de Gjilan, a 50 kilómetros
de Pristina, la capital kosovar.
No es la primera vez que el gobierno de Dinamarca se
planteaba trasladar fueras de las fronteras de la Unión Europea su gestión de
los extranjeros: en junio pasado se aprobó una ley que autoriza la
deslocalización de los centros de solicitantes de asilo.
En un comunicado, Nick Haekkerup, ministro danés de
Justicia, ha dicho que « se trata de un acuerdo innovador que va a
permitir hacer espacio en nuestras cárceles y aligerar la presión actual sobre
nuestros agentes penitenciarios ». Además envía una señal
clara « a los ciudadanos de otros países condenados a ser expulsados, de que
si futuro no está en Dinamarca y no van a cumplir aquí su condena”.
Desde 2015, la población carcelaria en Dinamarca –
país con una población de 5,8 millones de habitantes, famoso por sus cárceles
abiertas para condenados a penas inferiores a cinco años- ha crecido un 19%,
alcanzado la cifra de cuatro mil personas a principios de 2021 lo que, según las estadísticas nacionales,
representa una ocupación superior al 100%; al mismo tiempo, el número de
vigilantes disminuyó un 18%. Al finalizar 2020, en las cárceles danesas había
350 detenidos que iban a ser expulsados cuando terminaran de cumplir la
condena.
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