Nicolas Sarkozy, foto Wikipedia
Por
exceso de gastos en su campaña presidencial de 2012, llegando a una cantidad
casi dos veces superior al límite legal establecido, el tribunal correccional
de París ha condenado este 30 de septiembre de 2021, a un año de cárcel al ex presidente
francés Nicolas Sarkozy en el conocido como “caso Bygmalion”. Una pena que el tribunal ha sustituido por arresto
domiciliario con vigilancia electrónica.
La
fiscalía – para quien « hay catorce acusados y casi otras tantas
versiones. La mayoría no vieron nada, no saben nada, son víctimas de
manipulaciones”- había pedido un año, la mitad del tiempo con el cumplimiento
en suspenso, y una multa de 3.759 euros.
Según la prensa
francesa, en 2012, durante su campaña con el partido conservador UMP, Unión por
un movimiento popular (reconvertido
después en Los Republicanos, LR) para la reelección al frente del estado,
Nicolas Sarkozy –que ante el tribunal lo ha negado todo- fue un «candidato desenvuelto» que quería « dar un mitin diario »
y pedía « shows como en Estados
Unidos », sin preocuparse por los gastos.
Al contrario que las otras trece personas juzgadas -todos antiguos
cargos de UMP y de la sociedad Bygmalion, organizadora de los mítines, acusados
de facturación doble para enmascarar esos gastos ilegales, que ascendieron a 42,8
millones de euros- a Sarkozy solo se le
ha juzgado por financiación ilegal de la campaña.
El escándalo saltó a las primeras páginas de la
actualidad en 2014, dos años después de que el socialista François Hollande
ganará en las presidenciales a Sarkozy, y tuvo como consecuencia dimisiones en serie
en la derecha francesa. De los catorce acusados, solo cuatro –tres ejecutivos
de Bygmalion y el ex director de campaña adjunto del presidente Jerôme
Lavrilleux- han reconocido, aunque parcialmente, su responsabilidad. Para el
último, el único en la UMP "que admitió el fraude en una sorprendente
confesión en televisión en 2014”, la fiscalía había pedido tres años de cárcel,
con el cumplimiento en suspenso, y 50.000 euros de multa.- Para el resto, las
peticiones van de dieciocho meses a cuatro años de cárcel, con el cumplimiento
en suspenso, y multas que llegan hasta los 150.000 euros.
En marzo
pasado, Nicolas Sarkozy fue condenado a tres años de cárcel –de ellos uno
incondicional- por corrupción y tráfico de influencia en un caso de escuchas. Esa
sentencia ha sido apelada.
Además, el ex presidente francés -que ayer mismo acompañaba al presidente de los populares españoles, Pablo Casado, en calidad de “estrella invitada” en la campaña de presentación del programa para las próximas elecciones a celebrar dentro de dos años, y le daba “consejos para ganar”- se encuentra investigado por “corrupción pasiva”, “financiación ilegal de campaña electoral”, “ocultación de fondos públicos libios” y “asociación de malhechores”, en el caso de la supuesta financiación por el líder libio Gadafi de su campaña presidencial de 2007.
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