“Hay que mantener siempre la dignidad por encima del miedo…los artistas tenemos la obligación de no ser esclavos de nuestros contextos sino testigos de nuestros tiempos”. (José Mari Calleja, periodista y escritor)
Cuando apenas era un niño, Jon Viar, el director del documental “Traidores” –que se estrena en los cines este 26 de marzo de 2021-, descubrió el pasado de su padre, Inñaki Viar, vinculado a ETA en su juventud . Hijo, nieto y bisnieto de nacionalistas vascos, Iñaki – psiquiatra en la actualidad-, de 20 años, fue detenido en 1969 por la brigada político social, por la colocación de una bomba que no estalló en la Bolsa de Bilbao, y juzgado junto a Teo Uriarte y Mario Onaindía en el Proceso de Burgos., un Consejo de Guerra que le condenó a 20 años tras dictar nueve penas de muerte, que el régimen franquista retiró ante las presiones internacionales.
Años
después organizó la fuga de Segovia y, finalmente, en 1977, recuperó la
libertad. Iñaki, como otros presos, renegó del nacionalismo y
condenó la violencia terrorista que protagonizó. Iñaki fue un “traidor” para la
organización en la que había militado y a la que había sacrificado sus mejores
años. Lo que, ya en plena democracia, quedaba de ETA , asesinó a algunos de
aquellos “traidores”.
Un Jon adolescente aficionado al cine,
trata de entender el pasado de su padre mientras convive con atentados,
secuestros y muchos silencios. Ahora Jon Viar, presenta el documental “Traidores”, en el que se adentra en las
raíces sociales y familiares del fenómeno terrorista vasco, con imágenes de
producción familiar, de archivo y grabadas en la actualidad, tanto en suelo
vasco como en el penal de Segovia.
“Traidores“ es la película de los etarras que
renegaron de ETA. “Este documental –dice el autor de esta especie de reportaje
filmado sobre acontecimientos muy reales- se puede encuadrar dentro del género
casi de la auto ficción, un mecanismo narrativo que nos permite deslizarnos por
un trauma, una herida dramática insoportable, para hacerla soportable. Yo era
un niño, como tantos otros en el País Vasco en los años 90, que vivió el
terrorismo, la violencia y los discursos de odio que formaban parte del paisaje
cotidiano”.
El cineasta cuenta cómo le sorprendió especialmente
descubrir que su padre en el franquismo, en un contexto diferente de dictadura
militar, había participado en ETA junto a otros jóvenes de esa burguesía
nacionalista católica, sobre todo de Vizcaya. “Yo era un niño y por lo tanto no
muy capaz de comprender del todo lo que era una dictadura o una democracia, lo
único que veía es que había una banda de asesinos que mataba a gente…Con
“Traidores” cierro un ciclo de una historia muy triste, que también es la
historia de mi familia, la historia del País Vasco y la historia de ETA”.
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