« Esculturas
adquiridas legalmente » para el gobierno británico, y
« robadas » según el de Atenas, los frisos del Partenón, conocidos
también como mármoles Elgin (del nombre del aristócrata inglés que los envió a
Inglaterra), se encuentran entre las principales piezas que exhibe el British
Museum y que Grecia lleva décadas reclamando.
Según declaraciones
del premier británico Boris Johnson en la entrevista que publica la edición de
este viernes, 12 de marzo de 2021, el diario griego Ta Nea, las esculturas
« fueron adquiridas legalmente » durante el Imperio Otomano y
pertenecen al British Museum. La
entrevista se ha realizado cuando faltan trece días para que Grecia celebre el
bicentenario de su independencia, el 25 de marzo de 1821, y cuando el primer
ministro griego, Kyriakos Miysotakis, había pedido oficialmente que el gobierno
británico “prestara” los frisos del Partenón para las celebraciones.
Según
la información publicada en el boletín cultural
digital de France Télévisions, Boris Johnson, que habitualmente pasa las
vacaciones en la casa que su padre tiene en Grecia, ha dicho que
« entiende los sentimientos de los griegos y del Primer Ministro »,
pero no ha dado ninguna esperanza respecto a la devolución de los frisos,
arrancados literalmente del Partenón y enviados a Londres en los primeros años
del siglo XIX por el diplomático británico Lord Elgin. “El gobierno británico
mantiene la misma posición férrea sobre las esculturas desde hace mucho tiempo:
fueron legalmente adquiridas por Lord Elgin, de acuerdo con las leyes en vigor
de la época. Los comisarios del British Museum son legalmente sus
propietarios”. "
Las autoridades de
Atenas siempre han mantenido que se trató de un robo, mientras que las
británicas argumentan que los frisos se exportaron con autorización de los
dirigentes otomanos que entonces ocupaban Grecia.
Según la información
de Ta Nea, Boris Johnson ya se manifestó en contra de restituir los mármoles
hace siete años, cuando era alcalde de Londres, durante un altercado con el
actor estadounidense George Clooney, quien reclamaba que las esculturas
regresaran a Atenas.
El gobierno griego, apoyado por numerosas personalidades
de los medios culturales de todo el mundo, ha dicho siempre que quería resolver
este conflicto por vía diplomática. Llegó incluso a proponer una mediación de
la Unesco, la agencia de la ONU encargada de la cultura y la educación, oferta
que fue rechazada por el British Museum.
Hace un año, en mayo de 2020, la ministra griega de Cultura,
Lina Mendoni, pidió “un retorno definitivo de los mármoles a su patria”,
consideran que habían sido objeto de “pillaje”. En espera de que algún día se
cumpla el deseo de los griegos, el Museo de la Acrópolis –erigido en 2009 en
una extensión de 15.000 metros cuadrados al pie de la roca sagrada
perteneciente al siglo V antes de nuestra era-, uno de los lugares más
visitados del mundo, tiene reservado un lugar especial para los frisos del
Partenón.
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