Australia, donde hay un bajísimo índice de contagios de Covid-19, lo que tiene como consecuencias que también existen pocas restricciones para la concentración de personas, se ha convertido en el escenario ideal para el cine. Según publica en diario New York Times (NYT), en este momento se están rodando, o se prepara el rodaje de al menos de una veintena de producciones.
Al contrario de lo que
ocurre en la mayoría de países, donde la industria cinematográfica, confinada
como el resto de la actividad económica, protesta y se manifiesta contra el parón que
ha supuesto la pandemia, hace ya meses que la industria cinematográfica ha
elegido Australia para continuar su actividad. Ya en mayo de 2020, “el folletón
‘Neighbors’ se convirtió en una de las primeras series televisivas en retomar
su producción”.
El gobierno australiano no es ajeno a todo esto. Para
atraer a los cineastas de Hollywood deseosos de reanudar los rodajes
interrumpidos, ha destinado más de 400 millones de dólares a apoyar producciones
internacionales que se rueden en el país, lo que sumado a las subvenciones ya
existentes supone una rebaja de hasta el 30% del presupuesto de los rodajes de
películas y series.
« El resultado es que
más de veinte películas internacionales –entre ellas ‘Thor: Love and Thunder’, con Chris Hemsworth, Matt Damon et Natalie Portman
como protagonistas, ‘Three
Thousand Years of Longing’, un romance fantástico con Idris Elba y Tilda
Swinton, y ‘Ticket to Paradise’ con
Julia Roberts y George Clooney- se encuentran actualmente en producción o en
preparación para ser rodadas en Australia en 2022 ».
Para algunos de los
actores, rodar en Australia es al mismo tiempo una forma de « escapar a la
pandemia. Tengo la impresión de estar en una máquina del tiempo », declaró
Natalie Portman diciembre pasado, en una entrevista con el presentador de televisión
Jimmy Kimmel. Según el profesor de Cultura Popular en la Universidad de Syracuse, de Nueva York, en declaraciones al
NYT, « Las estrellas de Hollywood han sido transportadas a otro mundo
donde no existen los problemas de este mundo ».
Sin embargo, añade el
diario neoyorquino, no todos los australianos están contentos con la presencia
de personalidades cinematográficas en su territorio. A causa del cierre de las
fronteras internacionales, y las estrictas medidas de control , son muy pocos
los australianos que pueden regresar a su país, como ha podido constatar el
periódico canadiense La Presse, donde un australiano llamado Daniel Tusia ha
contado cómo el año pasado se vio obligado a permanecer confinado con su
familia en un país extranjero, durante varios meses: “Queda todavía mucha gente
que no ha podido regresar a su casa, que continúan bloqueados en algún lugar al
que fueron de vacaciones, o por motivos de trabajo”.
En una declaración enviada
por correo electrónico al NYT, la Australian Border Force (policía de
fronteras), ha precisado que los permisos de entrada para las producciones
cinematográficas y televisivas se conceden « cuando existen pruebas del
beneficio económico que aportarán a Australia y siempre que cuentan con el
apoyo de las autoridades competentes del estado ».
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