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horror que terror
“La invitación” (The Invitation),película de terror
(horror) dirigida por la estadounidense Karyn Kusama (“Girlfight”,
“Jennifer’s Body”) y ganadora del premio a la Mejor Película en el Festival
Internacional de Cine Fantástico de Cataluña 2015 (para los amigos, Festial de
Sitges), y otros dos premios más en reconocidos festivales del género
(Neûchatel y Estrasburgo), es un thriller psicológico “sobre pérdidas y aflicciones
personales, crisis sentimentales, sectas, fanatismos y otros temas, con
referentes hacia títulos imprescindibles y emblemáticos del género como“La
semilla del diablo,“Déjame entrar”,“Klute” o“Coherence”. En el reparto, un
selecto elenco de actores: Logan Marshall-Green (“Prometheus”), Michel
Huisman (“Juego de Tronos”), John Carroll Lynch (“Zodiac”, “Fargo”) y Tammy
Blanchard (“El buen pastor”, “Into the Woods”), entre otros.
Will y Eden fueron en el pasado una pareja feliz con un
hijo. Pero la muerte del niño en trágicas circunstancias afectó a su relación y
acabaron separándose. Años más tarde, Will recibe una invitación para cenar en
casa de su ex mujer -en realidad en la casa que compartieron-, quien tiene un
nuevo marido; acude acompañado por su reciente pareja, Kira. En la casa hay
otros invitados, antiguos amigos de la pareja: un mosaico de personajes que, de
alguna manera, son un resumen de la sociedad estadounidense actual: de
distintos orígenes y etnias, el grupo incluye una pareja de heteros blancos,
una pareja asiática y otra de homosexuales Enseguida Will advierte que Eden se ha
convertido en una persona inquietante, vestida como actriz de los años dorados
de Hollywood y pretendiendo trascender una felicidad a todas luces falsa.
Apenas empezada la reunión, los anfitriones obligan a sus invitados a completar
el vídeo de una mujer agonizante, lo que hace que algunos piensen que han caído
en la emboscada de una pesadilla cuidadosamente planeada.
En suma, película del tipo que los franceses llaman “huis
clos”; es decir, de personajes encerrados en una casa donde ocurren cosas
extrañas, e incluso desagradables, pero retenidos en su encierro por no se sabe
qué extraño morbo, a caballo entre el thriller paranoico y la película de
secta, en la que no falta ninguno de los detalles habituales, incluido el corte
de luz. Nada excesivamente original aunque realizado de manera interesante,
especialmente el desenlace.
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