Ante un centenar de espectadores,
compuesto mayoritariamente por migrantes y algunos periodistas, el músico
catalán Jordi Savall dio un concierto en el Centro de Acogida de Calais,
acompañado de cinco músicos de distintas nacionalidades (sirio, turco, búlgaro,
griego e israelí). Un afgano de 30 años, llamado Ismael, subió improvisadamente
al escenario y se unió a la formación de Savall con una dambura, un instrumento
de cuerda de más de un metro de longitud. El propio Savall interpretó,
acompañándose de un rebab (instrumento de cuerda de origen árabe), melodías
tradicionales de Bulgaria, España, Marruecos y Estambul, así como cantos sirios
y libaneses.
Jordi Savall, de 74 años,
violinista, violoncelista y director de orquesta, interpreta habitualmente un
repertorio que comprende desde la música medieval a la del siglo XIX, pasando
por el Renacimiento y el Barroco, es muy apreciado en Francia desde que se
encargó de la dirección musical de la película “Tous les matins du monde”,
película dirigida en 1991 por Alain Corneau, adaptación de la novela del mismo
nombre de Pascal Quinard.
Al final del concierto, Ismael,
afgano llegado a Calais a través de Turquía que lleva cinco meses viviendo en
un bungalow del Centro de Acogida Provisional (CAP) de Calais, interpretó con
su dambura un solo de una canción tradicional de su país.
Según las diferentes asociaciones
que prestan ayuda a los migrantes, la Jungla de Calais acoge actualmente 5.000
migrantes (3.500 según la prefectura de policía de Pas-de-Calais), que esperan
el momento de poder pasar a Inglaterra a bordo de los camiones y trenes que
recorren diariamente el túnel bajo el canal de La Mancha, que une Francia y
Gran Bretaña
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