lunes, 28 de octubre de 2013

En Bélgica se ha suicidado un ‘compañero del metal’: “Mittal me ha quitado todo”



El sábado 12 de octubre de 2013, cuando se cumplían exactamente dos años del cierre de los altos hornos de Arcelor Mittal en Lieja, Alain Vigneron, trabajador de la factoría y militante de la socialista Federación General del Trabajo de Bélgica, FGTB, se ha suicidado dejando escrita una carta de despedida en la que acusa a su patrón de “haberle destrozado la vida”. (1)

"Me ha quitado todo, mi empleo, mi familia. No puedo soportar más a este multimillonario», ha escrito Alain Vigneron en la carta dirigida a sus allegados y al delegado sindical, publicada en varios periódicos belgas cuatro días después: “Hace 31 años que lucho para tener algo y de pronto pierdo mi trabajo, ¿cuántas familias más lo van a perder, señor Mittal?”, escribe señalando también al gobierno: “¿Finalmente van a salvar ustedes los miles de empleos de familias que valen la pena?”.

Alain Vigneron, de 45 años, entró en la fábrica a los 14 y llegó a ser responsable de la producción de laminado en la región de Lieja. Estaba a punto de perder su empleo, lo mismo que otros más de dos mil trabajadores de Arcelor Mittal, afectados por el cierre de los altos hornos y de una parte de la “fase de frío” en la cuenca siderúrgica walona. Recientemente se había separado de su mujer y tenía una hija.

Según la información publicada en Le Soir, Alain Vigneron pedía que la carta se leyera en sus funerales, que sus compañeros acudieran a despedirle con la ropa de trabajo y que unas pancartas que había confeccionado adornaran ese día la iglesia “para que todo el mundo sepa por qué me he suicidado”. La Confederación de Sindicatos Cristianos, CSC, ha reaccionado diciendo que aunque “el malestar de los trabajadores es infernal, un suicidio es un asunto privado”, mientras que la FGTB añade que “Mittal es responsable de la masacre social de manera colectiva”. En la página web del Partido del Trabajo (PTD), su colega Fred Guillot, delegado de FGTB en Arcelor Mittal, habla del “compañero durante  más de veinte años”: “Estaba en todas las batallas, en todas las manifestaciones, en todos los piquetes. Siento rabia contra Mittal pero también contra los políticos. Alain repetía siempre que los estudios encargados por la región probaban que la siderurgia es viable, y que había que nacionalizarla. Y los políticos lo han ignorado”. Por eso no le ha sorprendido el gesto de  su amigo que ha querido transformar su muerte en lucha política: “Ha pedido que vayamos al funeral vestidos con colores los sindicales. No me sorprende viniendo de él”.

La prensa belga señala que, en 2012, se suicidaron otros dos trabajadores de la empresa propiedad del indio Lakshmi Mittal, aunque “no tuvieron carácter político” como éste de Vigneron.


(1) Extracto de la carta:
"Querida familia, estas son mis últimas palabras.
Os pido que respetéis a mi mujer y mi hija. No tienen nada que ver. Las he hecho sufrir enormemente a causa de mi trabajo para el señor Mittal. El me quitado todo, mi empleo, mi familia. ¿Cuántas familias más va a destruir aún? No puedo aguantar más a este multimillonario. Sabéis que desde hace 31 años lucho para conseguir algo y he aquí que voy a perder mi empleo. ¿Cuántas familias van a perderlo, señor Mittal?... Querido gobierno, ¿finalmente vais a salvar los miles de empleos de familias que valen la pena?...
A mi mujer y mi hijita, sabed que os quiero pero el señor Mittal me ha despojado de todo: el orgullo, el compromiso y el valor para seguir luchando por mi familia…
Y que la prensa se entere. He hecho algunas pancartas, querría que estuvieran en la iglesia, que todos vean por qué he puesto fin a mis días…”

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