Apple Daily, el periódico cerrado en junio 2021
El próximo 19 de diciembre de
2021 tendrán lugar las elecciones legislativas en Hong Kong, tras varios
retrasos oficialmente debidos a la pandemia del coronavirus, y después de que
el 30 de junio de 2020 se promulgara la Ley de Seguridad Nacional aprobada por
la Asamblea Popular de Pekín, que criminaliza a gran parte de la disidencia por
el solo hecho de serlo, y de que en el pasado mes de marzo se impusiera una
reforma electoral que afecta fundamentalmente a la composición del Comité
electoral, para el que solamente están autorizados a votar el 0,6% de los
habitantes de la “región administrativa especial de la República Popular China”.
Para ir abriendo boca, este
19 de octubre, 4.800 hongkoneses “patriotas” favorables a la política de Pekín
(de los 7,4 millones de habitantes), cuidadosamente seleccionados, han elegido
a los 1.500 miembros del todopoderoso Comité electoral, encargado de elegir al
sustituto de la actual gobernadora, Carrie Lam, y a cerca de la mitad de los
legisladores. Todos los candidatos tuvieron que superar un proceso de
veto el pasado mes de agosto. Seis mil policías –más que
el número de votantes- han vigilado que
no se produjeran incidentes.
En el próximo mes de
diciembre, ese Comité designará a los ocupantes
de cuarenta de los noventa escaños del Consejo Legislativo; otros treinta serán
designados por “grupos de intereses especiales” y tan solo veinte serán
elegidos directamente.
La reciente reforma electoral
apenas deja espacio para que pueda
presentarse ningún político de la oposición, y exige de todos los candidatos una
verificación de su “lealtad política” y
de que “no representa ninguna amenaza para la seguridad nacional”.
En el caso del
Partido Democrático(PD), la mayor agrupación de oposición a los gobernantes impuestos
por el Partido Comunista Chino (PCC), no parece que pudiera presentar
candidatos, ni siquiera de forma testimonial, porque nadie ha optado a serlo.
El PD abrió un plazo de dos semanas para
recibir propuestas, pero se acabó el tiempo sin que se recibiera ninguna. De
confirmarse, será la primera vez desde 1997 que los demócratas estarán ausentes
en unas elecciones.
En 2022, el Consejo elegirá a
la persona que sustituya a la actual gobernadora, que tendrá que recibir el
visto bueno del gobierno de Pekín, cuyos portavoces aseguran que el nuevo
sistema es más representativo y va a impedir que accedan al poder “elementos antichinos”.
Recordemos que en 1997, en el
momento de la retrocesión de la antigua colonia británica, los dirigentes
chinos se comprometieron a respetar la autonomía y las libertades adquiridas
durante los cincuenta años siguientes. Pero el gobierno de Pekín ha ido
aumentando las medidas represivas en Hong Kong a partir de las manifestaciones
pro-democracia, iniciadas en 2019.
En los últimos años, muchas
figuras de la oposición han sido encarceladas, decenas de grupos pro-democracia
han sido disueltos, el más popular de los periódicos, el “Apple Daily”, cerró
en junio pasado y decenas de miles de hongkoneses han abandonado el país para
instalarse en otras latitudes.
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