Publicidad de la jueza Dacenport en la sociedad WGSN
En el condado de Rutherford, en Tennessee (Estados
Unidos), el 48% de los niños que pasaron por el Tribunal de Menores en 2014
fueron encarcelados, mientras que en el resto del estado de Tennessee la media
estaba en el 5%, según información del colectivo de periodistas independientes
estadounidenses ProPublica, que ha reproducido la prestigiosa revista Forbes.
Según estas fuentes, la jueza Donna Scott Davenport ha
creado un sistema de represión contra los niños del condado, “tan duro como lucrativo”.
Durante cerca de trece años, los niños de Rutteford, a
partir de los 7 años fueron encerrados ilegalmente en centros de detención acusados
de delitos, a veces imaginarios.
Una amplia investigación de ProPublica (https://www.propublica.org/article/black-children-were-jailed-for-a-crime-that-doesnt-exist),
ha revelado este 8 de octubre de 2021, la existencia de un “sistema de filtrado”
creado en 2008 por la jueza Davenport, única jueza del Tribunal de Menores del
condado, que dejaba en manos de los guardianes de la cárcel la decisión de
enviar a los niños a un centro de detención de menores, o dejarles en libertad.
La política de la jueza era que, en principio, los menores fueran a una
prisión, tanto si los había detenido la policía
como si era que sus padres no querían tenerlos en casa.
El digital francés Slate, que ha reproducido la
información de Forbes, asegura que la jueza Davenport tiene un peso
considerable como autoridad del condado, “lo que en parte explica la aplicación
a gran escala de esta línea a los menores”. Tanto el nombramiento de los
magistrados, como las políticas del centro de detención, dependen de ella que,
además, participa todas las semanas en un programa de la radio local donde se
autodefine como “madre del condado”, defiende su política con los menores y
asegura estar cumpliendo una “misión divina”.
En abril de 2016, una pelea de dos chavales de 5 y 6
años contra otro mayor, en una cancha de baloncesto, tuvo como consecuencia la
detención de once niños negros, de entre 8 y 12 años, en la escuela y en sus
domicilios. El crío de 8 años, detenido por error, quedó inmediatamente en
libertad pero los diez restantes –cuatro niñas y seis niños- fueron a parar al
centro de detención “por haber contemplado la pelea. Les acusaron de “responsabilidad criminal de la conducta de
otros”, un delito que no existe en las leyes de Tennessee.
Las familias plantearon un recurso colectivo contra el
condado de Rutherford, que en 2017 pagó 397.500 dólares a los niños
injustamente incriminados. Un segundo recurso ha terminado con “el sistema de
filtrado” que ha funcionado durante 9 años. Chrystal Templeton, la oficial de
policía que llevó a cabo las detenciones, fue castigada con tres días de
suspensión de empleo y sueldo mientras que tanto la directora del centro de
detención, Lynn Duke, como la jueza Davenport siguen en sus puestos.
Los abogados de una de las familias cuyo hijo, de 10
años, estsba entre los detenidos, estiman que, desde el comienzo de su mandato
hasta 2017, la jueza Davenport encerró a más de 1.500 niños mediante el « sistema
de filtros », y que otros 500 fueron detenidos por motivos « nulos e
ilegales.
Examinando diversos casos, esos abogados han
identificado los de más de 50 niños encarcelados por delitos que no lo serían si
se tratara de adultos, como
indisciplina, absentismo o fuga.
Pero resulta que el encarcelamiento de menores es también
una actividad lucrativa en el condado de Rutherford, que tiene firmados
contratos con otros 39 condados para hacerse cargo de sus delincuentes menores
en las 64 plazas del centro de detención a razón de 175 dólares diarios, lo que
ha elevado el presupuesto de los Servicios de Menores, que incluyen el Tribunal
y el centro de detención, a 3,69 millones dólares en 2020 frente a los 982.444
dólares del de 2005. El salario anual de la jueza Davenport, candidata a un
nuevo mandato, es de 175.000 dólares anuales.
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