Imagen Amnistía Internacional
El
Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha nombrado, el 7 de octubre de 2021, un
Relator especial encargado de seguir la situación de los derechos humanos en
Afganistán. La resolución del nombramiento se
aprobó por una amplia mayoría de miembros del Consejo
En septiembre pasado, Amnistía Internacional (AI) y
medio centenar más de organizaciones nacionales, internacionales y regionales
–entre las que se encuentran la Federación Internacional de los Derechos
Humanos (FIDH) y la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT)- pidieron a los estados miembros de la ONU la creación de un mecanismo de investigación
independiente que pueda averiguar la “letanía de abusos” cometidos por los
talibanes en los dos meses transcurridos desde que ocuparon el poder en Kabul,
y establezca el método para luchar contra la impunidad del régimen.
Según estas organizaciones, los talibanes en el poder
en Afganistán « están desmantelando sistemáticamente los avances en
términos de derechos humanos conseguidos en los últimos veinte años (…) Los
talibanes han intentado persuadir al mundo de que iban a respetar los derechos
humanos, pero las informaciones sobre el terreno describen una realidad muy
distinta ».
La
« letanía » de violaciones mencionada en el informe incluye
intimidación y represión de las mujeres y de los defensores de los derechos
humanos, represalias contra los funcionarios del anterior gobierno y atentados
a la libertad de expresión, cometidos entre el 15 de agosto y el 12 de
septiembre. Además cita el testimonio de un defensor de los derechos humanos
que ha conseguido huir del país, que habla del « clima de miedo »
creado por los talibanes y cita el caso de dos colegas a los que dieron
latigazos, y el de dos mujeres periodistas de Kabul que, tras recibir amenazas,
terminaron por marcharse, una de la capital y la otra del país.
ºPara
Agnés Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional (AI) “dada la
gravedad de la creciente crisis de los derechos humanos en Afganistán, la
resolución del nombramiento de un Relator Especial no está a la altura de la
respuesta que esperamos por parte del Consejo de los Derechos Humanos. Para
garantizar justicia, verdad y reparaciones por los delitos del derecho
internacional y las violaciones de los derechos humanos cometidas, es esencial
arbitrar un mecanismo de investigación independiente e internacional, dotado de
poder de identificar y recopilar
elementos de prueba, con vistas a futuras denuncias”.
No obstante, AI reconoce que el nombramiento de
un Relator especial “que disponga de recursos suficientes”, puede ser una primera etapa importante para que el
Consejo de los Derechos Humanos haga un seguimiento de la situación sobre el
terreno. De hecho, el mandato para Afganistán va a disponer de un equipo de
apoyo dotado de expertos en establecimiento de los hechos, análisis jurídico,
derechos de las mujeres, de las niñas y de las minorías, derecho a la
educación, medicina legal, así como torturas y otras penas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes.
“Esperamos –continúa Callamard- que este apoyo
suplementario permita al Relator especial hacer un seguimiento y efectuar
investigaciones eficaces sobre los muchos delitos del derecho internacional, y
las muchas violaciones de los derechos humanos cometidos en Afganistán, para que pueda ser la piedra angular de la
búsqueda de justicia, verdad y reparaciones para el pueblo afgano”.
AI pide que se proteja especialmente a los miles de
afganos y afganas – profesores universitarios, periodistas, militantes de la
sociedad civil y mujeres defensoras de los derechos fundamentales- que corren
grave peligro de sufrir represalias de los talibanes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario