Trump visitando la Puritan Medical Products |
La empresa Puritan Medical Products, situada en la
localidad de Guilford, en el estado de Maine, que entre otras cosas fabrica
bastoncillos de los que se utilizan en los test efectuados para detectar la
presencia de Covid-19 en narices y gargantas, ha tenido que tirar a la basura
toda su producción de un día tras la visita del muy conservador y xenófobo
presidente Donald Trump, según la información publicada por el diario USA
Today.
Como de costumbre, el mandatario millonario que
últimamente reside en el bunker construido en la Casa Blanca, no llevaba
mascarilla, pese a su uso está recomendado por ministros y gobernadores, así
como por el comité de científicos que se encarga del seguimiento de la pandemia
en Estados Unidos, país que rivaliza con Brasil en el mayor número de
fallecidos de todo el planeta.
Durante su visita, Trump se acercó a los directivos y
empleados de la empresa -todos ellos equipados con guantes, trajes especiales,
mascarillas y gorros-, después cogió un bastoncillo, lo acercó a su cara y,
mirando a cámara, dijo : « Made in USA ». Tras anunciar que se iba a tirar toda la
producción del día, un representante de la compañía ha dicho que, a causa de la
pandemia, la empresa está trabajando solo parcialmente y que ese departamento “funcionó solamente durante
la visita” presidencial.
Según la información de USA Today, se da la
circunstancia de que en el estado de Maine, situado al norte de Estados Unidos,
un tercio de las residencias de ancianos no disponían en mayo de suficientes
test de detección del Covid-19. Puritan Medical Products es una de las dos
empresas estadounidenses que los fabrican, por lo que ha recibido varios
millones de dólares del gobierno para incrementar su producción.
Desde principios de abril, los Centros estadounidenses
de control y prevención de enfermedades (CDC) recomiendan que todos los
ciudadanos del país lleven mascarillas en público para luchar contra la
pandemia de Covid-19. Una recomendación que, también desde el principio, Trump
anunció que no pensaba seguir: “Simplemente yo no quiero llevarla”, anunció
sentado en el sillón presidencial, explicando que no se imaginaba con el rostro
cubierto para recibir en el despacho oval a los dirigentes del mundo.
La única vez que se ha podido ver a Trump con
mascarilla, si bien fuera de cámara, fue
el pasado 21 de mayo, cuando visitó una fábrica de Ford reconvertida para la
fabricación de respiradores en el estado de Michigan. Dana Nessel, fiscal
general de ese estado, dijo entonces que la actitud del presidente Trump era la
de “un niño irritable que se niega a seguir las normas”
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