viernes, 17 de mayo de 2019

"Lejos de Praga" de Jan Sverák, historia y nostalgia sin dramatismo


“Lejos de Praga” ("Pies descalzos"), película de Jan Sverák (ganador del Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa en 1996 con "Kolya"),  basada en un libro autobiográfico escrito por su padre, Zdenek Sverak,  sigue al niño de 8 años Eda Soicek (Alois Grec, un chaval con los ojos brillantes y un original “gorro de cruz”, que muy bien podría pertenecer a algún comic) y su familia, que durante la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial se vieron obligados a dejar Praga y mudarse a un pequeño pueblo en el campo, donde habitualmente pasaban las vacaciones. 

Eda deberá acostumbrarse a una nueva vida muy diferente de la que conocía en la ciudad, hace nuevos amigos y establece una relación excitante con su tío Vik. También le empiezan a gustar las chicas y acabará descubriendo oscuros secretos familiares.

Con una intriga poco complicada y escasamente dramática, el realizador  Jan Sverák consigue una película encantadora y por momentos casi naif, un relato nostálgico que tiene que ver con episodios de su propia infancia, presentando no una cadena de acontecimientos sino una serie de sucesos aislados, un poco como habitualmente funciona nuestro cerebro cuando nos dejamos ir recordando.

“Lejos de Praga” nos habla de la maravilla de crecer, de la experiencia de la guerra a través de unos ojos inocentes y una mente que no entiende bien la importancia de los acontecimientos que se suceden, ni los resentimientos que tanto abundan en el mundo de los adultos: Eda y sus amigos se divierten en un tiempo extraordinario y aprovechan todo lo que les brinda el momento, sin preocupaciones ni responsabilidades.



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